Amigos no

Epílogo

15 años después...

En una habitación en penumbras se escuchaban únicamente dos corazones latiendo a toda prisa y unos labios besándose lentamente.

- Te amo Bombón...

El hombre acurrucaba a su esposa junto a su pecho, le encantaba tenerla así junto a él.

La vigorosa actividad que habían estado realizando los tenía exhaustos, bueno, aunque siempre era así, terminaban con el corazón a mil y la respiración acelerada.

- Yo también te amo mi amor - se abrazó a él y colocó su cabeza sobre su hombro. Su lugar favorito en el mundo - Oye, por cierto... hay algo que quería comentarte - dijo cerrando los ojos.

- ¿Qué pasa? - cerró también sus ojos, estaba muy exhausto.

Entre el trabajo y sus múltiples viajes, dormía pocas horas, así que cuando estaba con su esposa, además de hacerle el amor como un loco, aprovechaba para dormir al menos seis horas seguidas.

- Aiko me pidió permiso para pasar el fin de semana con Kaito y su familia en una villa que tienen en Fushimi-ku, le dije que te iba a preguntar primero...

- Por lo visto su relación va bien... - dijo algo pensativo.

- Sí, Kaito es un muy buen chico, la quiere y la respeta, además sus padres la quieren mucho... - acomoda su cabeza nuevamente y aprovechó para acercar su nariz al cuello de su esposo, su olor le encantaba - me encanta como hueles...

Sonrió ante lo dicho.

- ¿Tú que piensas? ¿Es buena idea que vaya?

- Pues no tengo problema con eso, Aiko sabe cuidarse y sabe cuales son las precauciones que debe tomar... - sonrió al finalizar la oración, sabía la  reacción que tendría su esposo.

- ¡Bombón! - abrió los ojos y volteó la cabeza para mirarla, aunque en la penumbra no se podía ver mucho - ¡Aún es una niña!

Serena soltó una carcajada.

- Seiya, Aiko ya sabe cómo cuidarse, hemos hablado mucho de esto, no quiero que pase por lo que nosotros... - al finalizar la oración la risa se le había ido.

Su esposo se removió en su lugar.

- Tienes razón, nuestra inexperiencia nos llevó a hacer muchas cosas, aunque nuestro hijo fue lo más hermoso de eso...

- Sí lo sé... siempre pienso en él... - dijo meditabunda - pero bueno, en ese entonces éramos muy jóvenes amor, por eso siempre hablo con Aiko sobre los cuidados que debe de tener, quiero que primero logre todo lo que quiera y luego piense en tener familia, y por lo que hemos hablado, ella y Kaito han hablado en algunas ocasiones de casarse, pero quieren terminar sus carreras y establecerse para luego formar una familia.

Seiya se levantó inmediatamente.

- ¿Casarse? ¡Pero son muy jóvenes! ¿Por qué hablan de eso? - dijo molesto - a esa edad tú y yo hablábamos de qué película ver en el cine, no de casarnos!

- Por eso dije, ¡cuando hayan terminado la carrera y se establezcan! - respondió acentuando sus últimas palabras - Y tú y yo no hablábamos de eso porque en ese entonces sólo éramos amigos, por si no lo recuerdas!

Se cruzó de brazos sentado en la cama. Sabía que eso tarde o temprano pasaría, pero aún sentía que era pronto para que pensara en casarse, amaba mucho a su hija y quería que fuera feliz, claro, pero para él era aún una bebé y quería tenerla más tiempo con ellos.

- Bueno, pero de todas formas son pequeños y deben de enfocarse primero en terminar sus estudios... - refunfuñó.

- Amor... - respiró profundo - hay algo más que tengo que decirte...

Se estiró para acercarse a la lámpara que estaba en la mesita de noche, la encendió y se quitó la sábana de encima, se puso de pie frente a él, Seiya la observó expectante.

- ¿Qué pasa? - le preguntó.

- Pasa que creo que habrá alguien más en quien centres tu atención... - con las dos manos se tomó el vientre acunándolo.

Sus ojos se abrieron como platos, la boca se le fue hasta el piso.

- ¡Vas a ser papá! - dijo sonriente.

- ¿Enserio? - seguía anonadado.

- Sí, ayer me hice la prueba de sangre... pensé que lo ibas a notar...

Se puso de pie y la abrazó.

- Me haces tan feliz... ¡ Nunca lo hubiere imaginado!

- ¡Pues porque no pusiste mucha atención! - se rió.

- Amor, hace una semana que no te veía, lo que más ansiaba era tenerte entre mis brazos...

- Lo sé... ¡yo también te extrañaba!

Se separó de ella y le dio un dulce beso en los labios.

- ¿Ya se lo contaste a Aiko?

- No, quise que tú fueras el primero en saberlo...

- Tendremos que visitar al médico.

- Sí, ya no soy una jovencita...

- Claro que estás joven amor, eres joven y hermosa, pero algo es cierto, Aiko ya tiene 15 años...

- Sí lo sé...

- Sabes Bombón, quiero agradecerte por estos casi veinte años de casados... ¡me has hecho muy feliz!

- Tu también me has hecho muy feliz... a veces pienso que es increíble todo lo que hemos vivido, pero sabes, lo volvería a vivir una y mil veces más con tal de hacerlo contigo... - se refugio en su pecho y se abrazó fuerte a él.

- Yo también Bombón... yo también. - la abrazó fuerte.

- Te amo Seiya.

- Yo te amo más Bombón.

- Quien lo iba a decir... - dijo en un susurro.

- ¿Qué? - se separó de ella y tomó su rostro para que lo mirara.

- Que de ser amigos, terminaríamos siendo marido y mujer y formando una familia...

- Pues creo que nadie lo hubiera previsto... pero en el fondo siento que tú y yo no nacimos para ser amigos, no, amigo no, nacimos para amarnos incondicionalmente y ser marido y mujer.

Se acercó lentamente y le dio un casto beso en los labios a su amada esposa, la amaba tanto que se siempre se había sentido el hombre más feliz del mundo, pero ahora con sus dos hijos que eran fruto de ese gran amor que se tenían, lo era más.

Lo que había comenzado con una linda amistad ahora era un amor fuerte y verdadero. Un amor que un día dijo, amigos no.

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¡Muchas gracias por la espera!
De verdad espero que les haya gusto este pequeño epílogo. Perdón por la tardanza pero me enferme horrible y hasta creí que tenía covid 🙊 pero afortunadamente no fue así, pero me sentía tan mal que no podía ni escribir.

Mil gracias otra vez por el apoyo y las palabras de aliento. Ya no prometo cuando sacaré la nueva historia pero ojalá todo confabule en mi favor para poder escribir. No digo adiós si no hasta luego 😘 besos para todas!