Amigos no

Un sueño hecho realidad...

Un silencio inundó la habitación, Serena no sabía que responder. Por tanto tiempo pidió a gritos que Seiya formalizara su relación y ahora no sabía que hacer.

-No.- fue lo único que salió de su boca.

-Qué? Qué estás diciendo? Esa es tu respuesta? Enserio?.- Seiya no podía creer que Serena estuviera respondiendo eso.

-No, Seiya. Si lo que me acabas decir es sólo por lo que acaba de pasar, no quiero estar contigo.- Dijo Serena mientras se levantaba de la cama y buscaba su ropa.

-Estas locas. Ven, escúchame.- Se levantó de la cama y tomó a Serena de las muñecas y con su mano derecha la tomo dulcemente de su rostro y mirándola le dijo.- Bombón enserio quiero estar contigo, no imagino un mundo en el que no estés tu, mi vida gira alrededor tuyo, y no es sólo por lo que acaba de pasar, es por todo. Es por todas las mañanas que me levanto pensando en ti, es por esa mirada dulce que me regalas siempre que me ves, es porque me acabo de dar cuenta que mi vida no tiene sentido si tú no estás en ella, por favor Bombón créeme cuando te digo que quiero estar contigo.

Mientras escuchaba sus ojos se iban llenando de lágrimas. Enserio Seiya sentía todo eso por ella? De Verdad quería estar con ella?. Sí. Y así como él quería estar con ella, ella quería regalarle el mundo entero y demostrarle cada día, cada segundo, lo mucho que lo amaba. Si él aún no la amaba, ella haría que se enamorara perdidamente de ella.

-Seiya...- Pero él la calló con un dulce beso, que le demostrara que estaba hablando enserio. Era difícil asimilar todo, más porque en un par de meses se tendrían que separar, pero ese tiempo sería más que suficiente para demostrarle a Serena que estaba hablando enserio y quería creer firmemente en que eso era lo único que necesitaba para vivir; a Ella.

Cuando terminaron el beso se separaron y se miraron fijamente. Serena era la mujer más feliz del mundo porque por fin Seiya había decidido darle una oportunidad a la relación.

Sonrió y lo tomó del cuello y le dio muchos besos en los labios. Era como una niña pequeña a la cual le han concedido un capricho. Seiya solo reía por lo contenta que estaba Serena.

-Bombón que te parece si nos cambiamos y vamos al parque, caminamos un rato y luego vamos al cine.- dijo Seiya separándose de ella, buscando sus pantalones.

-Y comemos helado mientras caminamos?.- Serena hacía lo mismo con su ropa.

-Claro, lo que guste mi amada novia!.- Se quedó parado mirando a Serena. – Bombón no me has dicho que sí.

-Oh! Tienes razón, pídemelo otra vez.- dijo Serena con cara picara juntando sus manos como en suplica.

-mmmmm... está bien.- Se hincó y tomó las manos de Serena.- Mi Dulce Bombón, me harías el honor de ser mi novia?- dijo esto último depositando un tierno beso en el dorso de la mano derecha de Serena.

-Claro que sí!.- Grito y se arrodilló junto a Seiya, lo abrazo del cuello y le dijo al oído.- Me has hecho la mujer más feliz del mundo, gracias por darme esta oportunidad.

-Bombón, no tienes nada que agradecer. Yo sé que al principio no quería esto pero como te dije, soy capaz de todo con tal de no perderte.

-Ok. Ya dejemos esto si no voy a volver a empezar a llorar.- dijo mientras se limpiaba una lágrima que quería escapar de su ojo izquierdo.

Se terminaron de cambiar y salieron de la casa. Mientras iban por la calle, Seiya tomó a Serena de la mano y caminaron juntos. Serena sentía mariposas por todo su estómago... enserio todo lo que había imaginado estaba sucediendo? Por fin su deseo se había hecho realidad.