Capítulo 28

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(Flashback - la noche de la pelea en la Sociedad de Bellas Artes).

Apenas dejó la casa de Damon supo que debía ver a Andrew y evitar como fuera que levantase cargos contra él. Había escuchado a Dave y no podía permitir que arruinara su reputación y ganase un prontuario por causa suya.

Le tomó algunos días dar con su antiguo cliente que poco tiempo atrás se había mudado a una nueva dirección en Islington. Apenas pudo localizarlo, se encaminó a su flamante residencia. Hacía mucho que lo conocía y sabía que lo recibiría.

Se presentó sin previo aviso.

-¿Quién lo busca?- preguntó el mayordomo.

-Graham Coxon.

-¿Tiene cita?

-No, pero le ruego que me anuncie. El señor Blake aceptará verme.

El viejo mayordomo lo miró de arriba abajo y pensó que el muchacho debía estar en lo cierto. En esa casa jamás faltaban jovencitos apuestos y dispuestos.

Lo dejó pasar invitándolo a esperar en la sala. Anunció su presencia y tal como anticipaba, su jefe se mostró encantado con la visita. Salió a recibirlo.

-¡Graham, querido!- dijo sonriente y abriendo los brazos.

Su rostro todavía acusaba las huellas de la ira de Damon.

-Andrew...- dijo él exagerando las muestras de timidez que tanto provocaban a su cliente- supongo que imaginas a qué he venido...- bajó la vista y lo miró de soslayo, mordiendo su labio nerviosamente.

-Creo tener una vaga idea...- dijo sonriendo y estrechándolo por la cintura hasta que su pelvis reposó sobre la de Graham- pero mejor dímelo tú.

-Vine porque...- le echó suavemente los brazos al cuello y siguió hablándole al oído- porque quería disculparme por la horrible reacción de mi amigo, la otra noche.

Graham no estaba dispuesto a revelar el vínculo que lo unía a Damon. Había ido hasta allí a salvar su reputación y no a revelar más detalles.

-Mira cómo estás- dijo frunciendo los labios en un mohín infantil y acariciando las marcas que aún le quedaban en el rostro- Damon a veces es un energúmeno- y besó el sitio de cada marca, asegurándose de que Andrew pudiese sentir la humedad de su boca sobre la piel.

-No pensé que se ofendería de tal modo...

-Es que...Damon y yo estudiamos juntos. Entonces éramos muy unidos. Volví a verlo hace algún tiempo. No tiene idea de mi trabajo y cuando se lo dijiste...ni siquiera te creyó. Pensó que serías una pareja despechada que buscaba perjudicarme hablando así de mí. Por eso te agredió.

-Ya veo...pensé que estaba contigo porque...- se interrumpió- tal vez debí imaginar algo así...

Ahora comprendía...o creía hacerlo. Se había apresurado al suponer que Graham le ofrecía sus servicios. ¿Acaso alguna vez había visto a Albarn ligado a un hombre? Y aún si sus gustos se hubiesen expandido...¿qué cliente reaccionaría así por un muchacho de alquiler?

-Damon es muy conservador sobre ciertas cuestiones- explicó Graham- por eso jamás me atreví a hablarle sobre mi trabajo. Ahora no he tenido otro remedio que decírselo. No quisiera que te causara otro problema si vuelven a verse.

-Descuida. No volverá a molestar. Ya he hecho la denuncia. Le notificarán los cargos en breve.

-Por eso vine, Andrew- dijo Graham acariciándole distraídamente el pecho- no quisiera que le pase nada. Es mi amigo y sólo ha querido defenderme de lo que creyó una mentira y una difamación. Si hubiese sido más sincero en su momento, se hubiese evitado este escándalo. Me siento tan mal...por los dos- dijo bajando la cabeza, dejando que su frente repose sobre el hombro de Blake.

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