El Cliente

Capítulo 29

Alex citó a Damon en su casa. Dijo que debía hablar con él con suma urgencia. Le pidió a Graham que aguardase oculto en su despacho hasta que hubiesen conversado. No sería justo que pasara un mal momento si Damon no entraba en razones.

Puntualmente, tocó a la puerta.

-¿Qué es eso tan importante que debías hablar conmigo?- dijo sin siquiera saludar. Su reciente aspereza de carácter alcanzaba a veces al mismo Alex.

-Debo hablarte...de Graham.

Damon dio un respingo.

-¿¡Y para eso me has llamado con tanta urgencia!?- respondió casi con desprecio.

Damon no había vuelto a mencionar a Graham desde aquella noche en la que supo su paradero.

-He sabido más cosas...- dijo Alex con prudencia, conciente de que Graham escuchaba en la otra habitación.

-¿Y qué te ha hecho pensar que me interesan?- preguntó con desdén.

-Que las he sabido de su boca...lo he visto, Damon.

La intempestiva revelación lo petrificó en su sitio. Guardó silencio un momento y se volteó. De espaldas a Alex, se sirvió un trago. El cuarto del día.

-¿Sí? ¿Y dónde se prostituye ahora?- preguntó fría y cínicamente.

Graham lo escuchó y cerró los ojos con fuerza. Hubiese deseado ser completamente sordo.

Pero Alex no desaprovechó la oportunidad que acababa de presentarse.

-En las calles...- respondió terminante, mintiendo deliberadamente en busca de una reacción de parte de su amigo.

Damon se volvió sobresaltado. Recordaba bien todo cuanto Graham le había contado sobre su experiencia en las calles. Las sórdidas historias que había vivido. El pavor que le provocaba la sola idea de volver allí.

-¿Dónde lo has visto? ¿Cómo está?- preguntó apremiante.

-Qué caso tiene...- respondió Alex- lo siento, Damon. Pensé...pensé que aún te importaba...que querrías saberlo.

-¡Claro que quiero saberlo! Está solo...no tiene a nadie. ¿Crees que voy dejarlo desamparado en ese infierno? No comprendo cómo ha vuelto a las calles...- razonaba azorado- sólo recordarlo le daba terror...

-Damon...somos amigos- acicateó Alex- conmigo no tienes que fingir que te has convertido en defensor de pobres y viudas. Pensé que podría interesarte pero comprendo si ya no deseas saber de él.

-Me interesa, Alex. ¡Habla de una vez!- caminó nerviosamente por la habitación, mesándose el cabello- Puede que sea estúpido...-miró a su amigo con expresión de honda decepción- él nunca me ha querido, lo sé ahora...pero aún así no puedo...no puedo abandonar a su suerte a alguien que no he dejado de amar.

Alex se acercó a él.

-Te equivocas tanto, Damon. Él te ha querido...y te quiere...tanto que...ni te imaginas lo que ha hecho por ti...

Y relató la historia que supo de boca de Graham. Damon lo miraba atónito.

-¿Eso ha hecho? ¿Eso ha hecho para evitarme un tonto prontuario que ni siquiera me importaba? ¿Un juicio que hubiese arreglado con dinero?

-Pensó en tu reputación...creyó que todo era su culpa...

-¿Por qué no volvió a mí?

-¿Después de tener que pasar todo un verano...con él? Sintió vergüenza y no iba mentirte en relación a lo sucedido.