Damon dejó de buscar a Graham. Y se perdió a sí mismo. Bebía. Demasiado, al decir de todos cuantos lo conocían. Se había vuelto huraño y malhumorado al punto en que Alex había tomado la responsabilidad de atender personalmente a los clientes de su flamante editorial. Nadie que se cruzara con Damon aceptaría de buen grado trabajar con o para ellos.
Su hondo desengaño comenzaba con Graham y se extendía al mundo que lo rodeaba. Nada ni nadie valía la pena para él. Un enojo perpetuo parecía acompañarlo noche y día...y no podía ser de otra manera pues Damon estaba enfadado consigo mismo. Se reprochaba haber confiado en alguien que no lo merecía, haber tomado riesgos dilapidando su carrera y su prestigio en defensa de un amor que no lo correspondía y que por dinero, gusto, capricho o revancha eligió sin dudar al hombre que casi lo arruina.
Pero lo que más lo enfadaba, lo que apenas lo dejaba dormir en las noches, era la certeza de que contra toda lógica, todavía lo amaba. Lo amaba y lo añoraba. Una y otra vez se sorprendía a sí mismo evocando su recuerdo. Deseándolo. Como jamás había anhelado nada en su vida. Rememoraba sus días juntos. Su mirada dulce, la sonrisa tímida escondida bajo una inclinación de cabeza, ese cuerpo frágil y blanco cuyo calor lo abrigaba en las noches, la tibieza de su respiración contra su cuello mientras dormía cobijado entre sus brazos. Le sobraban razones para repudiarlo y sin embargo lo amaba y daría cuánto tuviese por verlo otra vez.
Su miseria personal parecía ser el irónico reverso de su progreso laboral. La editorial prosperaba y se expandía. La vasta experiencia de Alex había contribuido mucho a que así fuera.
Esa tarde, su amigo tenía una cita en Goldsmiths. Asistiría a la Feria de las Artes en la que estudiantes y graduados exponían anualmente sus obras. La editorial buscaba artistas, dibujantes en particular, para incorporarlos como ilustradores. Por su conocimiento de las artes plásticas, Damon era sin duda el más indicado para llevar adelante la búsqueda y la selección. Pero era seguro que su carácter indómito y poco tratable desalentaría el interés de cualquier joven dibujante por lo que Alex no vaciló a la hora de tomar su lugar.
Ya en la Feria, comenzó a recorrer los stands. De repente, un dibujo atrajo su atención.
Era el perfil de un hombre...llamativamente parecido a Damon. Lo examinó con más detenimiento y no tuvo dudas. Era su rostro. Podía reconocer cada una de sus finas facciones plasmadas en el dibujo. Volvió a su mente el improvisado perfil que Graham había dibujado en el Crimson la noche que se conocieron. Los mismos trazos, la misma precisión, ahora más lograda a instancias de una ejecución cuidada en cada detalle.
La obra, que curiosamente se titulaba "The Golden D", estaba firmada por Morgan C. Hoax. Tras ver esa rúbrica, Alex no lo dudó. Graham era el autor y quizá...quizá estuviese allí en ese mismo momento.
Se acercó a quien manejaba los stands de ese pabellón y preguntó si podría contactar al autor de la obra.
-Lo siento- respondió amablemente- me temo que no puedo darle datos de ninguno de los artistas que exponen aquí pero si lo desea puedo tomar los suyos para que él se contacte con usted.
Supo que Graham no lo llamaría. Podía dar un nombre falso pero siempre correría el riesgo de que por cualquier razón, decidiera no contactarlo. Intentó seguir otro camino.
-Verá...sucede que...estoy de paso. Mañana mismo estaré fuera de la ciudad.
-Es una pena...pero el reglamento me impide divulgar datos personales. Sin embargo, muchos artistas retirarán sus obras hoy mismo. Otros vendrán a buscarlas luego. No podría asegurar si la persona que busca vendrá hoy al cierre de la jornada pero si lo desea puede esperar.
Y eso hizo. Terminada la exposición, permaneció cerca del stand rogando que Graham se presentase ese mismo día. No tuvo que esperar más de una hora para verlo llegar. Tomó sus obras y se retiró. Alex lo siguió a una distancia prudencial. Lo vio abrir el baúl del auto y dejar su carga. Antes de que subiera al vehículo avanzó hacia él. Apuró el paso, encendido por la ira que le producía el recuerdo de la lenta caída de su mejor amigo a causa de ese maldito que ahora era artista mientras Damon no era más que un cúmulo de amargura y resentimiento.
Tomándolo violentamente de un hombro lo volteó y comenzó a zamarrearlo por las solapas.
-¡Bastardo! ¡Arruinaste su carrera y ahora estás malogrando hasta su vida!- rugió ofuscado.
-¡Alex!- gritó a su vez sorprendido.
-¿¡Por qué!? ¡Dime por qué mierda lo hiciste! ¿¡Qué te ha hecho para que tomaras semejante revancha!?
Graham permanecía callado.
-Ni siquiera te importa...maldito arrastrado...- dijo bajando la voz y con expresión de odio.
Todavía atenazado por las manos de Alex, atinó a hablar.
-¿Qué...qué le sucede a Damon?- preguntó con temor.
-¿No lo sabes? ¿Andrew no te lo dijo?- preguntó con sorna- Tal vez no...debió estar tan ocupado follándote...
Graham sólo pudo pensar en una cosa, la única que lo había preocupado.
-Andrew me prometió...me prometió que retiraría la denuncia, que no levantaría cargos. Me lo prometió apenas fui a verlo y me consta que lo hizo. No lo hubiese acompañado a ninguna parte sin la certeza de que no accionaría en su contra.
Alex lo soltó, sorprendido ante su revelación.
-¿Por qué Andrew te prometería eso? ¿Cómo lograste que accediera?
-Le dije...le dije que haría lo que me pidiese si no levantaba cargos contra Damon. Y sé que no lo hizo. Por eso lo acompañé durante sus viajes de verano...él me lo pidió a cambio de retirar su denuncia y yo acepté.
-Te ofreciste a cambio de...
-De evitar un problema legal, un escándalo mayor y un prontuario...escuché a su abogado, Alex. No podía permitir que arruinase su reputación por mí.
Las piezas comenzaban a encajar en la mente de Alex.
-Cuéntamelo todo, por favor.
Graham suspiró y comenzó su relato.

ESTÁS LEYENDO
El Cliente
Fanfiction¿Qué harías por amor? Esa es la pregunta que Damon y Graham deberán responder y responderse en medio de los avatares que supone una relación inconveniente. -Los capítulos que incluyan contenido adulto serán debidamente señalizados al inicio de cada...