CAPÍTULO 2: Lo hacemos y ya vemos

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La tensión en el habitáculo es demasiado palpable,a ella le sudan las manos y él todavía se pregunta si es posible cancelar la entrevista y llevar a la chica a que la observé un profesional.

La vibración del móvil de ella los saca del ensimismamiento. Siempre tiene el móvil en silencio y es raro el día que lo descuelga al primer tono. Pero hoy ha dado la casualidad de que lo tenía cerca suyo y lo ha notado vibrar en la encimera de la cocina.

Un mensaje nuevo destaca entre todos los chats de su bandeja de entrada y no es precisamente el que desearía encontrarse.


Vicente: Nunca dejará de sorprenderme lo fácil que te arrastras por las personas. Disfruta mientras puedas que quién ríe el último ríe mejor.


La piel de Aitana se ha vuelto blanca en milésimas de segundos y su cara se ha tornado a una expresión preocupada. No era la primera vez que Vicente le había amenazado pero siempre había regresado a sus pies y solo se quedaron es eso.

Simples amenazas que nunca llegaron a convertirse en hechos. Por suerte.

El chico, murmurando cosas inaudibles, da vueltas por la estancia. Todavía no puede llegar a entender cómo hay personas en el mundo con tanta maldad interior, entusiasmadas en crear inseguridades y miedos en personas de luz.

El tiempo se escapa entre sus dedos y al mirar el minutero que controla el tiempo colocado en la cocina del piso, recuerda que tiene una entrevista a la que asistir en menos de media hora y que se encuentra sin maquillar y con las zapatillas puestas.

- Luis, ¿Puedes escucharme un momento.?- Intenta llamar la atención del chico.- Cuando vuelva lo haremos.- Le confirma aún sin saber qué es lo que pretende hacer el chico.- Pero tengo una entrevista en media hora y no he pedido el taxi.

Él reacciona rápidamente, es mentira lo que va a decir pero no le importa desviar su ruta si así podrá compartir unos minutos extras con la chica.

- Puedo llevarte si quieres, me coge de camino antes de ir al estudio.

Asiente, menos mal que no tardan más de diez minutos en estar lista y en apenas cinco está saludando a su amiga en la puerta del edificio.

- ¡Anita!- saluda alargando la última vocal y abrazando cariñosamente a su amiga.

A la más mayor de las dos le resulta extraño que no haya sido el novio de la chica quién la haya acercado hasta aquí y se lo cuenta a su amiga que tiene que inventarse una excusa rápida para no ser descubierta.

- Me ha traído Luis porque hemos desayunado juntos y le cogía de camino al estudio.- Termina por contarle mientras dirige su mirada de forma disimulada al chico, para que le apoye con la mentira.

Pero Luis lleva demasiado tiempo callando mentiras y siempre se ha caracterizado por llevar la verdad como bandera. 

Así que no. No va a ocultarle a su amiga una mentira tan importante como esta.

- ¿Vas a estarlo ocultando durante mucho tiempo? Aitana, esto es una cosa demasiado seria. Te ha pegado y si no me equivoco no ha sido la primera vez.

- ¡Luis joder! ¡Te he dicho que no quería que se enterase nadie!- Suspira pensando si decir lo que está pensando.- Pero claro... no sabes respetar las decisiones de los demás y siempre tienen que hacer lo que tú digas.

Directa al corazón.

El sonido que Luis escucha podría haber sido perfectamente el de su corazón haciéndose añicos. 

Soñemos juntos = AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora