Soñemos juntos = AITEDA

CAPÍTULO 39: asentir y sonreír.

Madrid, 11-3-2026

Su quinto disco está definitivamente acabado. Con tan solo veintiséis años el próximo trece de marzo publicará su álbum número cinco.

Un trece de marzo, naturalmente.

Todavía puede recordar el momento en el que imaginó su quinto disco. Se acariciaba con mimo los pies después de un largo día sufriendo las ataduras de unos zapatos incómodos y el leve frío de una noche de Agosto que amenazaba con ser más fresco este verano que de costumbre. Estaba demasiado cansada pero en cuanto unas sales de baño que una famosa marca se encargó de mandarle la saludaron desde la bolsa donde se encontraban en un lado de la habitación, no dudó ni un segundo en llenar su bañera hasta arriba y añadirle todo tipo de mejunje que le aseguraba la belleza junto a la tonificación de su cuerpo durante muchos más años y se sumergió en el agua hasta que notó los dedos de sus pies rugosos.

Se entretenía en hacer mover con sus pies el agua llena de espuma creando figuras de jabón en la superficie mientras en su cabeza imaginaba nuevas melodías y letras que pensaba plasmar en su cuaderno de bocetos justo cuando saliera de la ducha.
Pero los párrafos no paraban de salir de ella y ya, con miedo a que esas letras se le olvidaran y no volvieran, salió de su ducha interrumpiendo su baño y se enjuagó rápidamente antes de correr en busca de una superficie donde dejar por escrito todas las ideas que cruzaban su mente.

Dos horas después y dándose cuenta de que la noche había caído sobre ella, dejó de lado esa sesión de composición con tres canciones nuevas que llevarle Martos al día siguiente.

La primera de ellas hablaba sobre el intenso trabajo que tuvo que hacer para eliminar los restos de su vida pasada que acumulaba en su piel. Días más tarde ella y su ayudante de composición denominaron al tema como "jabón y esfuerzo", no muy original pero lo suficiente como para que ella misma estuviera contenta.

La segunda de las tres canciones que imaginó en las paredes de su baño fue "burbujas", que contaba la historia de un personaje cualquiera que vivía protegida de todo su mundo exterior. Metida en una burbuja, como el nombre indica.

Y la tercera de las canciones fue confeccionada mientras desenredaba su pelo de los molestos nudos que se le hacían en el día por culpa de tantísimos productos colocado en su pelo durante los distintos actos.

Días más tarde, rescató varias composiciones y melodías que tenía olvidadas en su libreta y llegó al despacho para acordar su quinto disco.

Y no le iban a negar nada a Aitana Ocaña.

Por supuesto recibió los halagos de absolutamente todas las personas de la empresa. No esperaban que una de las benjaminas del negocio tuviera tal talento para componer, siempre ayudada por especialistas que marcaban sus canciones haciendo que no tuviera nunca la oportunidad de cantar lo que ella escribía y lo que sentía al pie de la letra.

Pero como siempre se ha visto influenciada por sus mayores y superiores solo se limitaba a asentir y sonreír. Pero ahora que ha demostrado lo que su delgado cuerpo es capaz de construir sabe que tiene pista libre en todos los ámbitos.

Es cierto que en todo el proceso de maquetación de sus cuatro discos la han tenido en cuenta, pero desde que puso las manos sobre la mesa y alzó la voz le cuentan con ella absolutamente para todo.

Lo que le supone más trabajo del que tiene normalmente. Y por si fuera poco, además de todo lo que tiene que hacer a lo largo de la semana tiene días de promoción. Por si fuera poco.