CAPÍTULO 19: tu y yo el tesoro que encontré.

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Narra Aitana:

Y así, lo que pensábamos que era un simple virus de un día, se acabó alargando hasta tres haciendo que Luis me obligara a ir al médico.

-Ya he cogido cita para el médico.- dice Luis entrando en su habitación, que es donde yo me estaba secando el pelo.

-Mañana a las once?- pregunto sacando la plancha del mueble del baño.

-A las once y media, acuérdate de llevarte la cartilla médica.

-Si.- contesto sin enterarme muy bien de lo que había dicho.

-Tengo que estar a las diez y media en la discografía para hablar un par de cosas.No me va a dar tiempo a acompañarte.- dice poniendo morritos de pena desde el marco de la puerta.

-No pasa nada tonto.- digo acariciándole la cara.- creo que ya soy lo suficientemente mayor como para ir al médico sola.

-Pero nada más salir me avisas me llamas.-

-Si.

-Y me cuentas lo que te ha dicho.

-Que si.- digo rodando los ojos.

- Y me dices donde estas para que vaya a recogerte.- dice haciendo que yo ruede los ojos.

-Si Luis, voy a hacer todo eso.

-Pero nada más sepas algo me llamas.

-Luiiis !, que no soy una niña chica.- digo mirándole dejando la plancha en el lavabo.

-Ya lo se tonta.- dice acercándose a mi y dejando un beso en mi mejilla. - que quieres cenar ??- me pregunta volviendo a su posición de antes en el marco de la puerta del baño.

-No creo que coma nada, me duele un montón la tripa y tengo una fatiga que ni te la imaginas.- digo haciendo circulos en mi barriga por encima de la camiseta del pijama.

-Pobrecita.- dice Luis acercandose de nuevo a mi y acariciandome la tripa.- entonces voy a comer yo algo, tu acuestate si quieres.

Luis bajó a cenar algo mientras yo recogía el baño, ordenaba un poco la habitación y guardaba la ropa. Cuando Luis llegó, estaba acostada en la cama retorcida por el dolor.

Narra Luis:

Entro en la habitación y me encuentro a Aitana retorciéndose por el dolor echa una bolita en la cama y llorando.

-Luis...- dice susurrando.

-Ya esta pequeña, ya está.- digo acariciándole la tripa noto que su respiración se calma y que pierde la fuerza con la que me agarraba, por lo que intuyo que está dormida. La dejo acostada exactamente en la misma posición que antes y voy al baño a cambiarme y ponerme el pijama, me lavo los dientes y bajo para echar la llave a la puerta, subo las escaleras para acostarme y me tumbo junto Aitana que ya esta frita.

Sobre las cuatro de la mañana me despierto al notar el frio al otro lado de la cama y abro los ojos para confirmar, que ,Aitana no está en la cama. Rápidamente me levanto, me pongo las zapatillas y abro la puerta del baño encontrándome a Aitana agachada en el inodoro echando hasta la primera papilla. Me siento junto a ella y le acarcio la espalda mientras, que con una mano, le recogo el pelo para que no se manche.

Termina de vomitar y la ayudo a limpiarse la boca y lavarse los dientes, quedándonos así, sentados en el suelo con la espalda apoyada en la pared y con Aitana llorando entre mis brazos, dejando que mi pijama se manche de por sus lágrimas, nos separamos al ver que Aitana tiene que volver a vomitar y le dejo el camino libre para que llegue al váter sin mancharme el suelo.

Soñemos juntos = AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora