CAPÍTULO 48: Monachopsis.

1.1K 38 0
                                    

"Sensación sutil pero persistente de estar fuera de lugar."

Se siente extraña en esa habitación y no sabe cómo remediarlo. Una sensación de lejanía le sacude el pecho, se siente fuera de lugar, como si no encajase en esas cuatro paredes y su única finalidad fuese escuchar y permanecer atenta a esas tres personas contiguas a ella.

Si hay cosas que le parece mal se las calla, pues es rara la vez que interviene en alguno de los temas que tratan en la sala.
Pero es que su mente está ausente, se siente imbécil por no ser capaz de prestar atención durante más de cinco minutos seguidos y está segura de que en un futuro se arrepentirá, pero no puede mantener su mente en esa sala cuando cada vez quedan menos días que tachar en el calendario.

Se siente egoístamente humana y no sabe cómo remediarlo.

Se siente egoísta porque hay veces que desea que la muerte de su padre no le afectase tanto, claro que ese pensamiento apenas dura unos instantes en su cabeza, pues seguidamente se siente terriblemente humana por verse tan vulnerable ante esa fecha.

Pero tampoco puede culparse por ello, apenas tenía dieciocho años cuando pasó de ser una humilde estudiante a lanzarse al estrellato. Apenas tenía diecinueve cuando vio morir a su padre y sólo tenía veinte cuando cayó en la profunda depresión que casi que no llega a contar.

Pero qué puede hacer si siempre se ha sentido lo suficientemente humana como para sentir.

Agradece por fin que la reunión haya terminado para poder irse a descansar y aprovechar el tiempo de sueño que no ha tenido esta noche. Los nervios de la reunión junto con los típicos que se le acumulan en la boca del estómago por estas fechas logran que las noches se le hagan demasiado largas.

Y si a eso le sumamos que ha dormido en su casa y sin Luis, tenemos como resultado que ahora necesite dormir un par de horas seguidas anclada al cuerpo del mayor. 
No es por el cuándo o el dónde, es el quién, y aunque no se reconozca al ver la dependencia emocional que tiene con el chico, tampoco se culpa.

Porque Luis Cepeda es Luis Cepeda y tiene algo que atrae.

Ha quedado con él para comer juntos antes de separarse de nuevo para seguir con sus tareas, por eso se monta en el coche para poner rumbo hasta su casa.

Le es imposible no llamar al chico en cuanto sale, se siente un poco estúpida por necesitar la seguridad que le aporta el gallego, pero aparta esos pensamientos cuando la recibe desde el otro lado del teléfono.

- Dime amor. ¿Has salido ya.?

El cansancio se esfuma de pronto, las ojeras parecen desaparecer cuando verifican que esas cuatro letras de una de las palabras más grandes que ha escuchado han salido por la boca del gallego.

Para otras personas puede ser un saludo normal, pero para ellos es mucho más que eso.

Para ellos, que han sabido superar los obstáculos que la vida les ha puesto. Para ellos que después de lágrimas y llantos están ahí. Para ellos que después de miles de personas han vuelto a reencontrarse.

Para ellos son mucho más que simples palabras y lo saben.

- Sí he salido ya.- contesta mientras saca el coche del estacionamiento.- en general bien.

- ¿Te ha caído mucha bronca.?- pregunta interesado. Sabe de las inseguridades de la chica, pues ella estaba empeñada en que seguro que había echo algo que puede perjudicar a su carrera y eso no la terminaba de dejar tranquila, pero él le ha dado esta mañana todos esos besos que no pudo darle la noche anterior y que la chica necesitaba para afrontar la reunión de la mejor manera posible.

Soñemos juntos = AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora