Soñemos juntos = AITEDA

CAPÍTULO 34: Exulansis.

Según John Koenigs, la palabra exulansis es la tendencia a renunciar a hablar acerca de una experiencia porque la gente es incapaz de entenderla. No necesariamente tiene que ser una experiencia mala, simplemente basta con que la otra persona no la haya vivido para que aparezca esa sensación. 

A él le pasa desde hace bastante tiempo y, aunque no puede recordar exactamente desde hace cuánto, sabe que le ha pasado demasiadas veces. Puede que esta sensación se deba  a que nunca se ha encontrado a sí mismo, a que su timidez le hace un nudo en la garganta  que le impide explicarse o que no le gusta agobiar a la gente con su pasado oscuro, pero siempre termina callando sus historias y sus malas vivencias con tal de no ser el centro de atención o el tema del que hablar en una conversación. 

Es lógico teniendo en cuenta que su plan siempre ha sido pasar desapercibido, ser el mejor en su ámbito pero serlo en silencio. Ser una persona exitosa pero entre las sombras. Destacando por lo suyo, por lo que ha estudiado, por sus pensamientos pero sin la necesidad de tener que levantar la mano y exigir atención. A raíz de esto, siempre le ha gustado destacar en lo suyo propio, siempre se ha definido como una persona proactiva a la que le gusta ser la que comienza las cosas pero una vez más sin ser el gigante protagonista del cuento. 

Ya se lo decía su madre, "trabaja duro en silencio y deja que el éxito haga todo el ruido" es lo que se ha estado repitiendo a lo largo de toda su carrera, cuando se mudó a Valencia porque en Barcelona no podía estudiar, cuando estaba dispuesto a abandonar, cuando el destino le ponía piedras en el camino esa era la frase que siempre se recordaba. Y es que se ha pasado toda su vida intentando pasar desapercibido hasta que ha llegado una pequeña con flequillo a ponerlo todo patas arriba. A desmontar sus teorías, a borrar sus mantras y a desordenar sus sentimientos. 

Necesita pararse a pensar lo mucho que ha cambiado su vida en menos de tres meses, y es que esta chiquilla ha venido para revolucionar hasta sus costumbres más sólidas. 

Como la de desmontar cada calle del revés o la de no compartir la única taza de café del desayuno que salía de la pequeña cafetera que tiene en su piso. Era una manía que ni sus compañeros de piso consiguieron quitarle y ha venido ella para destrozarla. 

- Tienes miel en los labios.- dice acercándola a él para frotar su dedo contra el labio inferior de la chica todavía despeinada y recién levantada que desayuna una tostada de ese dulce. 

Llevan más de tres meses de relación y aunque saben que no van a terminar ilesos  quieren reírse del destino en su cara hasta que la alarma suene y les despierte de ese bonito sueño. No necesitan ser muy inteligentes para saber que lo suyo tiene mes e incluso día y hora de caducidad pero prefieren mirar a otro lado hasta que la realidad les dé de bruces contra la cara. 

Apartando las típicas peleas cotidianas de cualquier pareja que se está conociendo, la convivencia entre ellos está siendo igual que la de una pareja de más de diez años de matrimonio.

Sin contar el día que por poco se tiran los platos a la cabeza al descubrir que un fotógrafo había cruzado el charco para comprobar con sus propios ojos el rumor del que todo el mundo hablaba en tierras españolas. Y se encontró con que, además de ser cierto dicha leyenda, la pareja pasaba la mayoría de las noches en el piso de ella.  Pero él sabía desde que dió el primer beso a la chica que se iba a meter hasta las rodillas de fango y, aunque parezca que no le importe, su privacidad quiere que se mantenga intacta. 

Por eso se encargan de que, ahora que toda España conoce a la nueva pareja de la cantante, se les vea por la calle lo menos posible. Haciendo que sus puntos de encuentro sean sus pisos, normalmente, o la cafetería donde él trabaja. Les parece lo más sensato teniendo en cuenta de que él vive con un par de amigos y que ella vive con su prima, por lo que alternar los puntos de encuentro entre esos tres lugares les parece lo mejor, por lo menos hasta que las aguas se calmen.