CAPÍTULO 16: entre acordes y piano.

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Si no fuese por las voces que escucha desde su cuarto proveniente de la cocina se hubiera quedado en la cama hasta que el sol se hubiese escondido de nuevo.
Se lamenta por haberse quedado hasta las tantas conversando con el gallego, pero cuando recuerda el momento un relámpago le sacude el corazón creando mariposas en su estómago.

Cuando confirma la hora que es, se da cuenta de que probablemente los gritos que vienen de la planta baja sean los de su madre avisándole de que Luis lleva ya varios minutos esperando.

No han pasado más de cinco minutos desde la hora acordada con el chico pero sabe que es probable que haya sido puntual y que haya timbrado a su casa justo a la hora acordada.

Todo eso lo piensa mientras se coloca en los pies sus zapatillas y baja la escalera prácticamente de dos en dos.

"Ella, natural" sonríe acordándose de la gallega de rizos dorados.

-Lo siento, lo siento.- se disculpa dándole dos besos a su madre y un abrazo al chico que la observa sonriente.

-No tienes remedio.- le dice susurrando antes de juntar sus labios aprovechando que la madre de la chica ha ido a la cocina.

Acepta la propuesta de tomarse una taza de café y toman asiento en la mesa del comedor.

El desayuno transcurre entre risas, miradas furtivas y caricias bajo la mesa. Además de anécdotas que consiguen sonrojar más de una vez a la más pequeña de la mesa.

- Hay que ver lo bien que come esta niña Belén.- le dice observando cómo la catalana mastica su tercera tostada de la mañana.

-Últimamente parece que come por dos.- le contesta Belén desde la cocina.

Luis abre mucho los ojos aprovechando que la madre de la chica no puede verles, decide hacerle sufrir un poco.

-Aitana...- dice asustado mientras deja los platos apilados que tenía en la mano de nuevo en la mesa donde estaban.

Su gesto de contar con los dedos no le hace mucha gracia, a la chica, en cambio, la expresión que ocupa las facciones de gallego le parece de las mas graciosas que le ha visto hasta ahora.

-Aitana... dime por favor que no estás contando lo que creo que estás contando.- dice mientras junta las manos en forma de súplica.

Aprovecha que el chico ha dejado los platos en la mesa para cogerlos ella y llevarlos a la cocina bajo la atenta mirada de Luis.

- ¿Aitana.?.- le pregunta esperando algún tipo de explicación por el gesto de antes.

- Dime Cepeda.- le mira divertida mientras deja los platos en el fregadero de la cocina.

- ¿Cómo que Cepeda?, ¿no tienes nada que decirme.?.- pregunta asustado.

- Eh.- se toma unos segundos para reflexionar, aunque realmente está observando la expresión del chico, cuando decide contestar.- no.

-Aitana, tengo que salir ahora por la mañana, si necesitáis algo avisadme que estoy aquí al lado.- dice terminando de recoger la cocina.- voy a subir a cambiarme y me voy.- añade más tarde y poniendo rumbo a las escaleras.

- Pero mamá, si tenemos que llevar a Luis al aeropuerto.- se da la vuelta y es cuando se cruza con la cara de Luis de "que mona" cuando entiende que todo esto ha sido una encrucijada.

- Luis, ¿porqué no me has dicho nada.?.- le dice mientras golpea insistentemente su brazo en forma de castigo por no contarle la sorpresa.

- ¿Y si ahora te dijera que viajo contigo a Madrid ?.- dice con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Enserio.?.- pregunta emocionada abrazándolo.

Soñemos juntos = AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora