Capítulo 3

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Rose

-¡Rose!- chilla Kate con alegría y me hace dar un brinco en mi lugar.

-¡¿Qué?!

-¡Este vestido está pre-cio-so!- me sonríe y se acerca con un vestido con escote corazón de seda color rojo -¿Me lo prestas, por favor?- hace un puchero.

-Claro, cuándo quieras- le resto importancia y le sonrío. La rubia que está a mi lado lanza un grito de felicidad y la veo correr a mi baño -¿Qué vas a hacer, Kate?

-¡Pues que más que probármelo!- desaparece en el interior de mi baño y cierra la puerta con rudeza.

-¡Vas a quebrar la puerta, rubia tonta!- chilla Andre que viene entrando a mi habitación con 1 taza de café.

Es sábado. Todos los sábados me vienen a visitar mis mejores amigos: Kate Smith y Andre Davis. Los conozco desde el jardín de niños, más sin embargo nos hicimos amigos en 4 de primaria, cuando mi amistad con Shawn Mendes se fue al demonio.

Lo único que puedo decir es que agradezco que Shawn haya matado nuestra amistad, porque gracias a eso los conocí a ellos. Y los amo.

-¡Miren!- Kate se acerca a nosotros modelando el vestido rojo, MI vestido rojo -¿Cómo me veo?

-Le queda mejor a Rose- murmura Andre y le da un sorbo a su café. Kate lo mira de mala gana.

-No peleen, por favor- digo y me pongo de pie -Te ves hermosa, Kate.

La rubia sonríe egocéntricamente y empieza a dar vueltas con el vestido. Ahí tienen a la princesa de Toronto. Nada más y nada menos que Kate Smith.

Kate Smith. Es rica. Es hermosa. Pero es algo... tonta.

No piensen mal, la amo. Pero al ser de familia rica y haber nacido rubia, provoca que aveces, se sienta una princesa. Y lo parece. Es rubia, de ojos azules y tiene una personalidad risueña. Pero a pesar de que tenga un ego del tamaño de una sandía, es buena. Pero ingenua.

-Sólo lo dice para que no llores- escupe Andre.

La rubia lo mira con la boca abierta y se va al baño a cambiase toda indignada.

Andre Davis. Es el mejor amigo que puedas tener. Andre parece ser el típico atleta sin cerebro, pero que no te engañe, es un genio. Además de que es realmente atractivo con sus ojos cafés al igual que su cabello.

Andre es demasiado diferente a Kate. A pesar de también ser rico, a él le da igual. Y tiene un hermoso corazón. Para un proyecto de Ciencias, donó una enorme cantidad de dinero a un orfanato de Toronto. Lo amo. La amo. Me aman. Somos muy buenos amigos.

-Rose- me llama Andre y volteo a verlo -Me dijo un pajarito que Shawn regresó de Londres.

Shawn.

Después de acabar la preparatoria, se fue a Londres. Pero no a estudiar. Al principio se supo que el señor Mendes lo había mandado a estudiar, pero luego nos enteramos que había dejado de estudiar. Y que no pensaba regresar.

Se fue por 4 años.

Pero en el tiempo que estuvo en Toronto, desde que rompió nuestra amistad, no dejamos de vernos. Pues su padre es el mejor amigo y socio principal del mío. Pero eso no quiere decir que me hablara. Nunca lo hizo.

-Y a mí que me importa- gruño y me siento en mi cama. Andre hace lo mismo.

-No sé, yo sólo digo- murmura Andre. Kate sale del baño.

-Levántense, perdedores- bromea, le hacemos caso. Iremos al centro comercial.

-Perdónenos, su alteza- Andre hace una reverencia, Kate ríe y le pega en su hombro amistosamente. Salimos de mi habitación y caminamos por el pasillo.

-¡Hola, chicos!- chilla Sophia, mi pequeña hermana, mientras sostiene un libro en su mano. Atrás de ella viene Emma.

-Hola- saluda Emma con una pequeña sonrisa.

Las saludamos y bajamos las escaleras. En total tengo 4 hermanas, conmigo 5. Si, todas mujeres. A mi padre no se le hizo un varón.

Sophia, de 14, y Emma, de 16, son las más chicas. Katherine, de 22, y Charlotte, de 20, son las más grandes. Yo con mi suerte, soy la de en medio.

-Y... ¿Qué haremos para tú cumpleaños, Rose?- pregunta Andre cuando atravesamos la puerta principal.

-Nada- respondo seca, esperamos a Adam, el chofer.

-¿Cómo que nada?- Kate abre su boca con sorpresa -Es tu cumpleaños, tonta. Sólo cumples 18 una vez.

-No quiero nada- Adam estaciona el auto enfrente y nos abre la puerta de atrás. Entramos al auto -Además faltan 2 meses.

-Pero el tiempo vuela, como el dinero de mi tarjeta cuando voy a Milán- dice Kate y acomoda su melena rubia en su hombro.

-Kate...- dice Andre con pausa, pero no quita la vista de su teléfono -Deja en paz a la niña. Si no quiere nada, no quiere nada.

Kate suelta un "ash" y el auto se dirige al centro comercial.

...

-¡Chao, también los quiero!- me despido de mis amigos cuando estoy en la puerta principal de la mansión. Veo desaparecer el auto en la oscuridad de la noche. Adam los llevará a sus respectivas casas.

Sonrío. Pasamos toda la mañana y tarde de compras. Kate compró una que otra prenda, Andre compró libros, yo comí demasiadas muestras. Pero compré un bolso y un cinturón.

Saludo a Ingrid cuando esta me recibe en la entrada. Le doy las bolsas para que las suba a mi habitación. Me dirijo a la cocina.

Al pasar por la sala familiar veo a Katherine hablando por teléfono animadamente, debe de hablar con su prometido, Luke Smith, el hermano mayor de Kate.

Luke y Katherine se comprometieron en un evento en el Club de Campo, era una fiesta, pues mi padre había firmado un contrato con los Smith. Nos tomó por sorpresa cuando Luke se lo propuso en frente de todos, a pesar que todos sabíamos que llevaban 3 años de noviazgo. Katherine irradiaba felicidad máxima.

Cuando llego a la cocina doy un brinco al ver a ¿Charlotte? con la cara llena de una mezcla grumosa de color verde.

-¿Lottie?- Ella voltea -¿Eres tu? ¿Qué te pasó?

-Es una mascarilla de aguacate, duh- hace un gesto con la mano de obviedad -Sirve para reducir el envejecimiento de la piel, tonta.

-Pues no le veo nada de malo a envejecer, además tú no estás vieja- me acerco a la enorme isla y tomo del tazón una manzana.

-Ugh, cómo siempre tú no entiendes- frunce el ceño -Como tú eres joven y yo no.

-Lottie, eres dos años mayor que yo. Por favor.

-¡No importa! ¡Ya empiezo a envejecer!- chilla y sale caminando a paso rápido de la cocina.

Se enojó. Ups.

Tiro el hueso de la manzana, salgo de la cocina y subo a mi habitación. En el pasillo me encuentro a Ofelia, el ama de llaves. Le pregunto por mis padres y ella me responde que mi madre ya está descansando pero mi padre no ha llegado. Está en una reunión.

Le doy las buenas noches y entro a mi habitación. Me cambio de ropa y me pongo un camisón de encaje de seda color rosa y me pongo la bata del mismo color. Me dirijo al tocador y cepillo mi cabello. Voy al baño y me lavo la cara y los dientes.

Quito las bolsas de mi compra de mi cama y destiendo esta. Me quito la bata y la dejo al pie de la cama. Me meto a la cama y me quedo totalmente dormida.

Mañana será otro día.

Please, Rose |S.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora