Please, Rose |S.M|

Capítulo 27

Rose

-¿Segura que quieres estar ahí, Rose?- Kat me pregunta con nerviosismo desde el asiento del copiloto.

-Tranquila, Kat- llevo mis manos a mis ojos, tallando estos cuando estamos frente al hospital -Cuidaré de ella.

-Gracias, Rose- suspira -Sabes que me quedaría pero tengo que irme, ahora.

-No te preocupes- abro la puerta del carro -Vete que Sophia estará bien.

Veo el carro desaparecer y entro en el hospital, camino por los pasillos, saludando a los empleados que me reconocen; el estar aquí las últimas dos semanas cada minuto del día te crea una reputación más aparte si eres una Campbell.

-Hola, pequeña- saludo a mi hermana que está recostada mirando al techo, me sonríe con cansancio y se incorpora en su cama -¿Lista?

El día de hoy, Sophia, recibirá su primera quimioterapia.

-Tengo miedo, Rose- su mirada está perdida y llena de pánico.

-Tranquila- la abrazo contra mi pecho -Estaré sosteniendo tu mano todo el tiempo, no tienes porque temer.

-¿Vendrán papá y mamá?

Contengo la respiración.

Cuando dije que Sophia estaría sola, lo dije porque sabía que esto pasaría. Mis padres trabajan, Charlotte está fuera de la ciudad arreglando sus papeles para su intercambio, le llegó la noticia hace dos días; y Emma está en la escuela.

Katherine fue a ver a la señora Davis, para posponer la boda; se rehusa a casarse mientras su pequeña hermana está literalmente muriendo de cáncer.

-Estoy segura que vendrán luego- beso su cabello y suspiro pesadamente -Hora de irnos, Sophia.

...

Shawn

-Entonces...- Hayley sonríe coquetamente mientras sus delgados dedos trazan líneas sobre mi mano.

-¿Entonces qué?- intentó evadir su pregunta porque no quiero hablar del tema y mucho menos con ella.

-¿Hay alguna chica que te haya robado el corazón?- sonríe y yo ruedo mis ojos.

-No- trago duro al soltar tal mentira -No hay nadie.

-¿De verdad?- ella no parece convencida -Porque no he conocido a ningún chico que haya resistido a caer por mí tanto como tú; debe de haber alguien.

-Si- murmuro -Lo hay.

-¿Quién?- sus ojos se abren como platos al igual que su boca.

-Esa no fue la pregunta- carcajeo y ella me mira confundida -Tú preguntaste si había alguien, lo hay, ya te lo dije, más no te diré quién es.

-¿Por qué?- alza su ceja -¿Acaso es un amor no correspondido? ¿Habrá una mujer que no se derrita por ti?

El ego crece en mi pecho pero es abrumado por el dolor de que es verdad. Rose no es mía, es de Jason.

Mi silencio parece ser la respuesta que tanto anhela la morena frente a mi porque de pronto la expresión burlona de su rostro es remplazada por una de lástima y tristeza.

-Oh, no- susurra -Es un amor no correspondido, ¿verdad?

Hay un dolor en mi garganta, un nudo, crece con cada segundo qué pasa, haciendo imposible el hecho de respirar.