Please, Rose |S.M|

Capítulo 28

Rose

-Espera un minuto- suelto la temblorosa mano de Sophia -Tengo que hacer una llamada.

Sophia me ve con pánico antes de que salga casi corriendo de la habitación, cierro la puerta tras de mi y saco mi teléfono para buscar su contacto.

Necesito hablar con él, necesito saber que está bien. Necesito escuchar su voz.

Muerdo mis uñas mientras espero a que Shawn conteste la llamada, mi pulso se acelera, como siempre que pienso en él.

...

Shawn

-Es ella- murmuro -Es Rose.

Contengo la respiración hasta que Hayley golpea mi hombro, incitándome a responder la llamada.

-H-Hola.

El terror me inunda cuando ella no responde, tal vez se marco sólo y yo aquí como idiota creyendo que ella me llamaría.

Despego el teléfono de mi oído y estoy a punto de colgar cuando oigo su delicada voz.

-Shawn- mi corazón se detiene -Shawn... ¿estás ahí?

Las palabras no salen de mi boca, pareciera que me dio parálisis o algo por el estilo.

-Por supuesto que estás ahí- la oigo suspirar del otro lado -Mira no tienes que hablarme si no quieres, sólo quería saber cómo estás y cómo te ha-

Se queda callada y la escucho maldecir.

-De acuerdo, mentí- gruñe -Necesito que me hables, por favor, Shawn.

Su voz se quiebra y yo pego el teléfono más a mi oreja mientras me alejo de una Hayley que me mira ansiosa.

-Necesito escuchar tu voz- el corazón se me cae a los pies -Tan sólo dime un hola y estaré bien. Hay problemas aquí, Shawn... te necesito- la escucho sorberse la nariz, está llorando -Por favor te lo suplico, ódiame toda la vida, pero por favor, sólo dime si estás ahí... por favor.

-Aquí estoy- susurro con tristeza -Siempre he estado aquí y nunca me iré.

Rose ríe entre llantos y yo me recargo en la pared, obligándome a no llorar.

-Te necesito- apenas logro oír sus palabras.

-¿Qué sucede, mi amor?

-Sophia está enferma- dice con un hilo de voz -Está grave.

-¿Qué tiene Sophia, Rose?- me incorporo en mi lugar, mientras por mi mente pasan tantas enfermedades graves.

-Ella tiene cán-

-Rose, ahí estás, cariño- tenso mi mandíbula cuando puedo distinguir perfectamente la voz de Jason por la llamada, está cerca de ella. Está cerca de Rose.

-¿Jason está ahí?- siento la sangre hervir cuando Rose no me contesta -¿Esta contigo ese idiota?

-N-No- tartamudea tras la línea -Bueno si, ha venido a apoyarme, a-a Sophia... al hospital

-¿A ti o a Sophia, eh?- gruño -Porque siento que me estás mintiéndome, Rose.

-No, no, no- se apresura a decir -Yo jamás te mentiría, Shawn; no tienes porqué enojarte.

-Claro que tengo porqué enojarme, Rose- llevo mis manos a mi cabeza, jalando mi cabello con ira -El idiota de mi hermano está contigo mientras yo estoy lejos.

-Deberías agradecerle a tu hermano- su voz se escucha indignada -Él ha estado aquí para mi y mi familia mientras que tú te diviertes quién sabe dónde y con quién.

-Perdóname por querer escapar de ahí, cariño- canturreo infantil -Lo único qué haces es darme excusas del porqué estás con Jason.

-Pero ya te lo dije- chilla frustrada -¡Sophia está enferma!

-¡Claro que no!- grito y Hayley salta en su lugar.

-¡¿Cómo podrías saberlo si mi siquiera estás aquí conmigo?!- escucho como se detiene a si misma -Preferiste irte y escapar de mí sólo por una estúpida razón.

-Quería que dijeras que me amas- susurro y cierro mis ojos con fuerza -Sólo quería eso, es lo único que necesito.

Ella no dice palabra alguna, sólo escucho su respiración pesada.

-¿Por qué llamaste, Rose?- frunzo el ceño con cansancio -¿Llamaste sólo para decirme que estás con Jason?

-No- su voz es firme pero baja -No estoy con Jason, te llamé porque te necesito, Shawn. Si tanto te molesta que Jason este cerca de mí, vuelve; regresa a mí, Shawn.

-Lo haré- suelto aire por la boca -Pero tienes que decirme lo que no me dijiste la última vez.

-Shawn...

-Dilo, Rose- gruño -Di que me amas y juro por Dios que dejaré todo y tomaré el primer vuelo a Toronto; pero dilo.

-Shawn- suspira -Sabes que no puedo hacerlo, no sé porqué... pero no puedo.

-De acuerdo- siento el nudo en mi garganta -Entonces creo que me quedaré más tiempo aquí.

La escuchó rechistar pero cuelgo la llamada antes de que pueda decirme más excusas del porqué no acepta que me ama como yo a ella.

-¿Qué pasó, Shawn?- giro a ver a Hayley -¿Era ella?

-Si- avanzo hacia Hayley -Pero no importa, ella tomó su decisión y al parecer no cambiará de opinión.

Hayley asiente y me le quedo mirando unos segundos.

¿Por qué Rose puede mentirme y decirme que me necesita mientras está con Jason y yo le creo todo? ¿Qué acaso no me puedo divertir?

Sonrío con malicia y me abalanzo a Hayley. La beso y ella me corresponde.

...

Rose

Suspiro y apago mi teléfono cuando Shawn termina la llamada. Me colgó.

Todo iba tan bien pero llegó Jason y Shawn explotó, explotó de celos e ira.

-¿Que haces aquí?- escupo con rabia a Jason -¿Viste lo que hiciste? ¡Shawn se enojó conmigo por tu culpa!

Rompo a llorar desconsoladamente y aparto con desdén la mano de Jason cuando intenta tocarme.

-¿Mi culpa?- murmura indignado y enfadado -Si Shawn te amara, él te creería lo que le dijiste sin dudarlo.

Me limpio las lágrimas con el dorso de mi mano y alzo la mirada hacia él.

-Rose...- dice más tranquilo -El amor no se trata sólo de decir te amo, abrazos y besos; el amor es confiar en la otra persona, creer en ella cuando nadie más lo hace, respetar y amarla, pero Shawn no hace eso- suspira -Él no te merece.

Me quedo pensando unos segundos lo que dijo y estoy por contestarle pero recuerdo a Sophia, entro abruptamente en el cuarto mientras termino de limpiar los rastros de mi llanto.

-¿Estás bien?- pregunta Sophia sin dejar de verme -Escuché gritos.

-Si, pequeña- sonrío para tranquilizarla -Estoy bien- giro a ver a la enfermera -Puede comenzar.

Ella asiente y gira algo en el aparato frente a nosotras, este comienza a zumbar y de pronto Sophia busca mi mano, se la doy y poco después siento como la aprieta.

El rostro de Sophia refleja un ligero dolor al principio pero después puedo ver cómo los músculos de su cara se relajan y Sophia deja de apretar mi mano.

Acaricio su cabello y puedo ver cómo ella se queda tranquila, viendo un punto fijo.

-Estás bien, Sophia- digo contra su cabeza -Estoy aquí y te prometo que te pondrás mejor.