Please, Rose |S.M|

Capítulo 21

Favor de tener pañuelos a la mano y las navajas listas para cortarse las venas como Jana Beiker. Gracias.

Culo si no lloras.

Shawn

La hermosa chica de ojos azules llora sobre mi hombro y desconozco la razón. Lo único que hago es abrazarla con todas mis fuerzas.

-Cariño...- la llamo cuando siento que el llanto ha disminuido y su respiración empieza a normalizarse -¿Qué sucede, nena?

Intento verla a los ojos pero se niega a sostenerme la mirada, esconde su bello rostro en la curva de mi cuello y empiezo a acariciar su cabello castaño.

-Vamos, Rose- la animo sin dejar de abrazarla y pasar mi mano por su cabello -Puedes decirme qué pasa, confía en mí.

Me quedo con ella entre mis brazos y de pronto la veo voltear la cara para limpiarse las lágrimas.

-No es nada- intenta arreglar su vestido pero una lágrima resbala por su mejilla. Pasó mi dedo por esta y con mi mano acaricio con delicadeza su mejilla -No hagas eso.

-¿Hacer qué?- busco su mirada pero me evita, está rechazándome.

-Eso- conecta sus ojos azules con los míos -Tratarme bien.

-Me gusta hacerlo, no me cuesta nada tratarte como te mereces- mis manos rodean en su cintura.

-No, Shawn- sus manos se posan en mis hombros -No puedes hacerlo, recuerda que voy a casarme con tu hermano, así que olvídate de mí.

Gruño con frustración al recordar a Jason, como odio que ella se vaya a casar con ese idiota.

-No, Rose- sostengo con fuerza su cintura y la obligo a mirarme -Nunca me voy a olvidar de ti, por más que lo intento no puedo sacarte de mi cabeza. Eres mi primer pensamiento al despertar y el último al irme a dormir. ¿Sabes lo difícil que es verte y no poder tocarte como ahora? ¿Lo difícil que es resistirme a abrazarte porque no puedo estar a tu lado? Estoy harto que tomen las decisiones por mi, Rose. Y no me pidas que no te trate bien porque desde el primer momento que te vi de pequeños supe que debía tenerte cerca y tratarte como la dama que eres. ¿Sabes qué? Me vale una mierda si tus padres dicen que debes casarte con Jason. Tú eres mía. Siempre lo has sido y siempre lo serás- me mira seriamente y sus labios están entre abiertos -Y juro que no tienes una idea de cuánto deseo besarte y sacarte de aquí para que seamos felices juntos. Estoy muy consciente que no lo admitirás tan fácilmente pero si en algo ayuda, lo diré yo primero. Te amo, Rose.

Tras estas palabras, ella no es capaz de verme a los ojos. Siento su cuerpo tenso y decido soltarla, ella se aleja inmediatamente mientras se cubre la boca con sus manos. Me quedo ahí parado mirándola caminar mientras digiere mis palabras cuando la veo emprender paso hacia mi.

-Shawn yo también...- está a punto de decir lo que yo creo pero se arrepiente y agacha la cabeza; mi corazón cae al suelo con la decepción y la tristeza de que no quiera aceptar sus sentimientos -¿Podemos dejar de hablar de esto? ¿Por favor?

Siento un ardor en la garganta y lentamente asiento. No la voy a presionar, nunca lo haré,

-Está bien- ella sonríe y ladea la cabeza -¿Me dejas darte tu regalo? Como amigo.

Asiente mientras ríe, por Dios, amo su risa. Amo todo de ella.

-Estoy seguro que te va a encantar- tomo su mano y la entrelazo con la mía -Sólo tengo que ir por mi-

-¡Rose!- la voz de Jason se hace presente y Rose suelta mi mano a la velocidad de la luz -Te estaba buscando, bebé.

Mi cuerpo se tensa y aprieto con fuerza mis puños. La delgada mano de Rose se envuelve en mi brazo y susurra "ahora no, por favor"

Tiene razón. Ahora no, porque es su cumpleaños pero Jason no se salva de que algún día le voy a partir su carita bonita.

-¿Qué necesitas Jason?- Rose suelta mi brazo pero se mantiene a mi lado.

-Quiero darte tu regalo- Jason me mira con asco y estoy a nada de gritarle -¿Me acompañas al jardín?

Rose asiente y camina al lado de Jason. Me quedo en el interior del salón pero decido que debo ver el dichoso y estúpido regalo.

Al llegar al jardín una gran multitud rodea a Rose y me acerco para ver qué sucede. Jason cubre sus ojos con una venda y trae una caja que al parecer se mueve. Oh no, mierda.

La caja reposa en las piernas de Rose y Jason retira la venda de sus ojos. Rose desata el moño jade de la caja y un esponjoso perro salta hacia ella.

Carajo.

Todos los presentes sonríen y felicitan a Jason por el "hermoso" regalo y Rose juega animadamente con el perro.

Maldito sea Jason. Él sabe más que nada que soy alérgico a los perros, pero Rose los ama; por lo tanto siempre estará con el perro y yo nunca podré acercarme si no quiero terminar estornudando y con los ojos llorosos.

Derrotado me dirijo a sentarme a un sofá mientras la fiesta sigue y sigue. No me doy cuenta cuando me quedé dormido hasta que abro los ojos y me encuentro con Emily.

-Buenos días, Peter- rueda los ojos.

-¿Ya se acabó la fiesta, Em?- pregunto mientras me pongo de pie.

-Digamos que si, menso- ríe -Mamá ya quiere ir a descansar así que sólo esperamos a que Jason se despida de Rose.

-¿Dónde está?

-Ya están por irse, son las 3 de la madrugada- caminamos al interior del salón - Solo quedamos nosotros.

Mi vista se posa en el vestido negro de Rose. Maldición, se ve preciosa. El vestido se pega a su cuerpo y el aire amenaza con levantarlo, imagino que espera a Jason así que decido acercarme.

-Hola- me sonríe y la veo cruzar sus brazos frente a su pecho buscando calentarse, empieza a hacer frío -Ten.

Le ofrezco mi chaqueta azul y ella duda pero después la toma. Le ayudo a ponérsela y paso mis manos por sus hombros tratando de darle calor.

-Deja de tocar a mi prometida- Jason se acerca a nosotros y al ver que Rose trae mi chaqueta, lo veo tensar su mandíbula -Solo venía a darte las buenas noches, bebé.

Rose, incómoda, le da las gracias, se voltea a despedirse de mí y la veo intentar quitarse la chaqueta.

-Quédatela. Luego me la das- ella sonríe y la veo subir a su camioneta. Sonrío mientras la veo alejarse.

-Te vas a arrepentir de haberle dado tu chaqueta, hermano- Jason me amenaza y luego se sube al carro.

Ruedo los ojos por su comentario y gruño al recordar que no le di su regalo. Suspiro y camino abrazando a Em hasta el carro.