Capítulo 2

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Shawn

-¿Ya llegamos, Carlos?- pregunto a mi chofer.

-Todavía no, joven Shawn.

Asiento y juego con el borde de la camisa del uniforme de mi escuela. Ya quiero llegar a jugar a casa de Rose a jugar, pero antes tengo que ir a mi casa a cambiarme de ropa.

Salgo corriendo del auto cuando Carlos estaciona frente a la mansión. Subo las escaleras demasiado rápido y por lo tanto me tropiezo en los últimos escalones.

Me incorporo y sigo corriendo a mi habitación. Entro en ella y aviento la mochila a mi cama. Ya es viernes.

Me cambio a la velocidad de la luz y salgo de mi habitación. Bajo las escaleras y entro como rayo a el auto. Le pido a Carlos que se apresure.  Hoy va ser un gran día, le diré algo importante a Rose.

...

-Shawn...- se queja Rose cuando la tomo del brazo y la conduzco al interior de su mansión.

-Te tengo que decir algo- y es verdad. Hoy en clases hablaron del amor. Pues estamos leyendo Romeo y Julieta en clase de literatura. Al principio mi pregunta era una duda pero al final la maestra me termino dando la más grande explicación de lo que es el amor. En ese momento me quería arrancar los cabellos, pues mi cerebro iba a explotar por tanta información, pero ahora doy gracias porque al fin he aclarado mis sentimientos. Específicamente, los que siento por Rose.

-Lo que sea que me tengas que decir, ¿puede ser afuera, con los demás?- dice con cansancio.

-No, es algo... secreto- susurro la última palabra y ella abre sus ojos al máximo, presumiéndome sus hermosos ojos azules.

-¿Secreto?- murmura con curiosidad y yo asiento -Pues suéltalo ya, menso.

-Y-yo...- tartamudeo y mi corazón late rápido -Ve-ve-verás lo qué pasa es qu-que- mi boca se seca y trago duro -Lo que te te-tengo que decir es que- sus ojos azules observan con detenimiento mis movimientos.

-¿Qué me tienes que decir?- alza una ceja. Trago duro y exhalo una gran cantidad de aire por la boca. Aquí voy.

-Mira, Rose. Desde el día que te conocí me caíste de maravilla. Eres carismática, rebelde, aventurera, alegre y muy, muy, muy hermosa- la veo sonrojarse y susurrar un "gracias" -Y hemos sido muy buenos amigos. De hecho tú eres mi mejor amiga, pero quiero que seas más que eso.

Tomo sus manos y las acaricio un poco, ella me mira curiosa. Me acerco a ella.

-Rose- digo y ella sonríe -Tal vez sólo sea un niño de 12 años pero créeme cuando te digo que no tengo ninguna duda sobre esto- me mira ansiosa -Me preguntaba si tú quieres ser mi-

-¡Rose!- grita la señora Campbell desde el patio trasero. Rose suelta sus manos de las mías y la veo mirarme un poco apenada, me dice un amistoso "no tardo" y se va.

Suspiro. No importa, cuando vuelva, le pediré que sea mi novia.

Una mano en mi hombro me hace voltear. Es mi padre.

-¿Qué haces, campeón?- sonríe y me abraza.

-Nada, padre. Sólo hablaba con Rose, pero se fue porque su madre le habló, pero ahorita vuelve.

-¿Y de qué hablaban?- pregunta alzando una ceja.

-Padre- alza las cejas -Creo que... creo que amo a Rose.

Su cara cambia radicalmente y se inclina para estar a mi altura. Me mira serio.

-Eso qué sientes no es real, hijo- frunzo el ceño, no comprendo nada.

-¿Por qué no es real, padre?- digo y me alejo de él -Estoy muy seguro de que es real, padre.

-No, no lo es- dice y sujeta mi hombro con fuerza -Escúchame bien, Shawn. Te prohíbo, me oíste, te prohíbo acercarte a Rose.

-¿Pe-pe-pero por qué?

-Por que no, porque lo digo yo- dice y aprieta más fuerte mi hombro. Me empieza a doler -No quiero que le hables, no quiero que la abraces, no quiero que seas su amigo- me duele mucho mi hombro y me esfuerzo por reprimir las lágrimas -¿Entendiste?- No respondo así que zarandea mi hombro con rudeza -Dije, ¡¿Entendiste?!- asiento rápidamente -Espero que obedezcas, porqué si no, recibirás un castigo. Te mandaré a Europa, muy lejos de ella- dejo caer una lágrima -¿Qué prefieres, Shawn? ¿Estar cerca de ella pero no hablarle o estar lejos de ella y no volverla a ver nunca?

No respondo, lo miro con odio. No entiendo nada de esto.

-¡Te pregunté algo, Shawn!- gruñe y doy un brinco -¡Respóndeme!

-¡Estar cerca de ella! ¡Estar cerca de ella!- chillo y él sonríe. Suelta mi brazo y se va de allí.

Me tallo mi hombro, arde. Me sorbo los mocos.

-¿Shawnie?- su dulce voz me hace brincar y me limpio las lágrimas rápidamente. Giro a verla. Me mira con cautela -¿Estás bien? ¿Qué te pasó?

La veo acercarse pero la detengo. Me mira confundida.

-No pasó nada- digo restándole importancia. Ella duda pero al final, me cree.

-Bueno- sonríe -¿Qué me querías decir Shawnie?

Veo a mi padre mirándome desde el jardín, me estremezco.

-Nada- respondo sin emoción.

-Pero tú dijiste algo, Shawnie?- dice frunciendo el ceño. Intenta tomar mi mano pero la alejo -¿Qué te pasa? ¿Hice algo malo?

-¡No hiciste nada, Rose!- gruño y ella da un brinco. Estira con cautela su brazo para tocarme pero le doy un manotazo a este.

Me mira con miedo.

-¡No quiero que me hables, nunca más!- hace una mueca -¡Aléjate de mí, Rose!- veo lágrimas en sus ojos. No quiero hacerle esto, pero no me queda otra opción -¡Y no me digas, Shawnie!

Ni siquiera le doy tiempo de responder. Le doy la espalda y salgo al jardín hecho una furia.

Lo lamento tanto. Este es el precio por amarte. ¡Adiós, mi hermosa Rose!

Rose

No entiendo nada de lo que acaba de pasar. Pero puedo sentir una gran presión en mi pecho.

Me gritó. Él nunca me había gritado.

Me había gritado, me había pegado y me había pedido que no le hablara. Y que no le dijera Shawnie.

El me odia.

Y lo peor de todo es que no sé que hice para que me odie.

Dejo salir las lágrimas y empiezo a llorar. Perfecto, si no quiere que le hable no le hablaré. No le voy a rogar a ese menso. Intento calmarme y salgo corriendo escaleras arriba hacia mi habitación. Me encierro y lloro en paz.

Desde ese día, todo cambió. Él no fue el mismo, mucho menos yo. Nos dejamos de hablar y de todo esa bonita amistad, no quedaba nada. Crecimos con ese vacío en nuestra alma, un pequeño espacio en nuestro corazón. En donde se suponía que íbamos, en la vida del otro.

Bueno... no me odien. Ya entenderán conforme pasen los capítulos. Sólo aguántenme tantito, parfavar.

Sin más que decir, les repito:

NO SEAN CULOS Y VOTEN.

De paso comenten, ¿no?, necesito saber su opinión. Guarden y... ya.

Las amo, bai.

Please, Rose |S.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora