Capítulo 9

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Maratón 2/2

Shawn

-Oh, por favor, Rose. Todos saben nadar- gruño y ruedo los ojos.

-Si de nadar, menso- se cruza de brazos -Pero no traje ropa para nadar. Ni modos que nade desnuda.

Una idea pervertida pasa por mi cabeza. Contrólate, Shawn.

-Pues nada con la ropa puesta- canturreo y ella rueda los ojos.

-No mojaré mi ropa de diseñador.

-Pensé que no te importaba el dinero, Rose- alzo una ceja y sonrío burlón.

-No me importa- me mira con los ojos entrecerrados -Pero no me puedo dar el lujo de ensuciar ropa. Ya ha pasado una semana desde que escapamos y sólo traje ropa para una semana. La cuál se está secando de qué la lave. Sólo tengo seca esta ropa.

-Pues métete así y luego te tiendes al sol para que te seques.

Rueda los ojos y niega con la cabeza lentamente.

-No me meteré, Shawn.

-Claro que no- digo y me siento en de las sillas amarillas que están en el porche -Porque eres una cobarde- la veo abrir la boca indignada -Sabes que soy mejor nadador que tú.

La oigo rechistar algunos "soy mejor que tú", "eres un idiota", "te enseñaré" y yo decido no hacerle caso. Sonrío con orgullo. No se va a meter.

Cuando levanto la mirada abro los ojos a tope.

Rose se está desvistiendo.

Si se va a meter.

La veo quitarse con desesperación su camisa verde de tirantes y su short de mezclilla. Dejándome ver su brassier y su braga azul. Trago duro.

Mente sana, mente sana.

Repito una y otra vez en mi cabeza. Me parece oír un "Adiós, idiota" por su parte antes de verla correr al río.

Tardo en reaccionar. Lo que acabo de ver es real.

Cuando salgo de mi trance corro detrás de ella.

La veo saltar al río causando un gran salpicón. Repito su acción.

-Hasta que llegas, abuelo.

-Cállate, Rose.

Ella ríe y nada lejos de mí. Voy tras ella y cuando la alcanzo da un brinco. La abrazo y la pego a mi cuerpo.

La observo. Me gusta observarla. Disfruto hacerlo.

Tiene gotas de agua por toda su cara, en sus pestañas rizadas, en sus mejillas rosas y en sus labios. Oh mi Dios, sus labios. Me pregunto si serán tan suaves como su piel.

La quiero besar.

Lo último que veo antes de cerrar mis ojos es Rose mirándome fijamente. Me inclino lentamente hacia ella, buscando sentir sus labios. Pero cierro los ojos con fuerza cuando siento una ráfaga de agua chocar contra mi cara.

-Rose...

La oigo reír y abro mis ojos. La veo sumergirse en el agua y puedo verla a través de la misma. Me sumerjo y la sigo.

Abro mis ojos y estos arden al contacto con el agua. El dolor se pasa luego de unos segundos. La veo y me apresuro a alcanzarla.

Cuando llego a su lado, la tomo por la cintura y puedo ver la sorpresa en su rostro. Cargo con su peso y nos llevo a la superficie.

Please, Rose |S.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora