Ser parte del olvido

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Un sujeto salió de la parte de atrás del carruaje, abriendo las puertas y sacando una camilla que flotaba sutilmente en el aire.

Sobre ella, una figura femenina descansaba con los ojos cerrados.

Severus sintió su pecho comprimirse. Verla así no era fácil, ya que parecía muerta, inerte, lejana.

El hombre colocó la camilla junto a él e intercambió miradas con el profesor de pociones, quien solo lo mantuvo un segundo, para luego posar sus perlas negras en Ivonne.

Tomó la camilla y la empujó hacia Hogwarts, mientras el carruaje rojo salía disparado hacia el cielo. Debía llevarla de inmediato con Madame Pomfrey y averiguar que problema la estaba aquejando.

Caminó los pasillos con prisa, mientras los alumnos se apartaban al ver a la persona que días antes se había considerado muerta.

Cuando llegó a la enfermería, varios profesores ya se encontraban allí.

La enfermera la colocó en una cama y comenzó a revisarla.

Uwe se encontraba allí, al igual que Albus, Minerva y Severus. Todos a la expectativa de la salud de ella.

- No le encuentro nada malo- Dijo Pomfrey algo confundida- Su cuerpo está bien. No hay nada de heridas importantes, internas o externas, ni huesos rotos, ni nada. Creo que es solo fatiga.

- Esta así desde hace una semana- Gruñó Uwe- Algo tiene.

- Cuando leí la mente de Dietrich, vi que Egon la atacó con una técnica de tonalidad naranja- Expuso Severus- Quizás eso la afectó.

- Es posible- Pensó Pomfrey- Pero si puedo asegurar que no es nada físico. Pudo haber sido una técnica para dejarla inconciente por mucho tiempo... Pero para afirmar eso necesito más tiempo.

- Te la encargo, Madame Pomfrey- Dijo Albus mientras se retiraba, acompañado de Uwe y Minerva.

Severus se acercó a Ivonne y quitó su colgante de onix de su cuello. Esperaba que hubiese servido de algo.

- Profesor Snape. Déjeme trabajar ¿Quiere?- Lo echaba Pomfrey

El profesor de pociones no pudo hacer otra cosa más que retirarse y vagar por los pasillos con una mano en su bolsillo, tomando constantemente la cadena que aun mantenía el calor de la dama de dorados rizos.

- Es una lástima que esa Gryffindor no halla muerto- Decía Draco en su pandilla de engreídos junto a una columna, sin percatarse de la presencia de Severus- Es como una peste, igual de resistente.

Snape tuvo que resistirse a bajarles todos los puntos. Era su casa, pero estaban hablando de su amiga. Hubiese querido darles miedo, convertirlos en babosas o golpearlos, pero debía mantener su estoica imagen.

Decidió volver a su despacho, a corregir trabajos y bajarle algún punto a Malfoy, además de calmarse.

Estaba cambiando demasiado y eso lo preocupaba. Era muy bueno fingiendo cosas que no era, pero frente a ella, su modo de ser estaba cambiando. Frente a esos ojos azules, él dejaba de ser tan sarcástico, detestable, irónico y temido. Estar con ella lo volvía al chico tímido que era de joven, ese que era amable y demasiado preocupado por ella. Mientras el resto del colegio no se enterara, no habría problemas.

A la mañana siguiente, Madame Pomfrey vigilaba a Ivonne. Había descubierto que el problema estaba en su cabeza. Y no le parecía bueno. Sin embargo, Ivonne demostraba que en cualquier momento despertaría y quería saber que sucedería luego.

Ella por fin abrió los ojos.

- Hola hola- La saludó Pomfrey en voz baja- ¿Cómo te sientes?

- Bien- Susurró extrañada la dama de ojos azules- ¿Dónde estoy?

- En la enfermería, por supuesto- Dijo la enfermera mientras acercaba una silla y se sentaba junto a su cama- ¿Cómo sientes la cabeza?

- Liviana...- Ella frotó su rizada nuca- ¿Pero en que hospital estoy?

- No, es la enfermería de Hogwarts querida ¿No lo reconoces?

- ¿Hogwarts? ¿Dónde queda eso?

En ese momento, Pomfrey se dio cuenta de que algo andaba terriblemente mal.

- Querida- La llamó- ¿Sabes como te llamas?

- Claro. Ivonne McCain.

- Dime que recuerdas.

Ivonne se paralizó.

- No recuerdo nada...- Dijo asustada.

- Calma. Dime si recuerdas a alguien llamado Dumbledore, Snape o Voldemort.

Ella permaneció un momento con los ojos como platos, tratando de recordar.

- No. Nada de nada- Dijo al fin- ¿Debería?

- Si- Dijo Pomfrey apenada- Los conoces desde siempre.

- ¿Qué pasa? ¿¡Qué tengo!?

- Amnesia. Pero relájate, ya lo solucionaremos.

- ¿Cómo perdí la memoria? ¿Fue un accidente?

- Cálmate querida. Si te alteras será peor.

- No diga que me calme... Usted no tiene mi problema...

Por la puerta de la enfermería, Severus entró, alegrándose de verla viva y con energías.

Se acerco rápidamente y se sentó en la silla junto a ella.

Ivonne se asustó al ver esa figura negra y misteriosa acercándose así.

- Gran susto nos distes- Dijo Severus- Ya te dábamos por muerta.

- ¡Profesor Snape!- Dijo la enfermera- No es un buen momento...

- ¿Muerta?- Se preguntó Ivonne a si misma y luego le preguntó a Pomfrey- ¿Qué me sucedió?

Severus vio esos ojos, distintos, afectados por algo, ignorándolo olímpicamente, temerosos y confundidos; y supo que algo andaba mal.

- Tiene amnesia- Susurró la enfermera- No recuerda nada mas allá de su nombre...

Severus miró sus ojos azules y preguntó:

- ¿Sabes quien soy?

- No...

El sintió que el piso desaparecía y caía vertiginosamente al vació. La persona que había estado siempre con él en la adolescencia, no lo recordaba...

Onix y Zafiro | SSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora