El mundo desapareció en ese instante, y todos junto a él, por unos segundos solo ellas existieron, solo ellas estaban presentes, comprobando cada sentimiento, cada palpitar. Todo fue real, las miradas, las promesas hechas, los besos, absolutamente todo había sido sincero. Y en ese momento, frente a frente estaban las dos, dejándose en claro que habían llegado para quedarse.
Alex-no tengo palabras para describir lo maravillosa que luce milady, dijo con fascinación - ¿es su propósito encadenar aún más mi corazón?
Piper se sonrojo inmediatamente por tan sincero cumplido, pues era raro para ella estar ante alguien que expresaba tan libremente y sin temor sus sentimientos.
Piper- es mi deber encadenarlo milady, pues sería injusto que solo el mío fuera prisionero.
Alex-en ese caso, siéntase libre de hacer lo necesario para no dejarlo escapar.
Todos alrededor disimulaban no escuchar aquella conversación, aunque realmente era imposible no hacerlo, pues ninguna de las dos pretendió en algún momento disimularlo.
Red- amm... bienvenida otra vez majestad, dijo discretamente una vez que ambas quedaron en silencio.
Alex-gracias Madame, respondió sonriente saliendo de aquella nube de amor, - nadie más que yo esta feliz de haber regresado.
Alex- milady, dijo regresando su vista a Piper, - quiero presentarle al General Einar Nichols, mi consejero y leal amigo.
Einar- milady, es un verdadero placer, dijo éste inclinándose y besando sus manos.
Piper-el placer es mío caballero.
Alex - Ella es Piper, dijo orgullosa, mi hermoso destello de luz.
Einar- ¿Piper qué Milady?
Piper- Eh... Piper Harper, dijo volteando a ver a Red, la cual asintió al entender que ese sería el apellido por el que debía dirigirse a ella.
Alex-Piper Harper, al fin mi lucesita tiene nombre completo , mencionó feliz.
Piper sonrió, pero por dentro se sintió mal, sabía que estaba siendo egoísta al mentirle de esa forma, al engañarla, pero no podía decirle la verdad, al menos no todavía.
Red- Majestad, ¿por qué no vamos adentro para que platiquen más a gusto? , dijo antes de que Einar hiciera más preguntas, - el sol esta fuerte y seguro ha de venir sedienta, tengo una excelente reserva de hidromiel, y otros aperitivos que seguro serán de su agrado.
Alex-me parece una excelente idea Madame.
Todos pasaron al pequeño jardín que se encontraba dentro de la casa, Red tenía en él una reluciente fuente rodeada por amplios caminos empedrados y pequeñas áreas verdes, contaba con cómodos sillones de todos los tamaños, distribuidos a lo largo y ancho del jardín, de modo que todos vieran hacia la fuente. Estaban además, protegidos del sol con amplias mantas de colores que colgaban de lo alto de la casa, brindándole así sombra a casi todo el jardín.
Einar y Red se sentaron en el lugar más grande de todos, conversando un poco sobre el viaje tan rápido que habían hecho y recordando los viejos tiempos en que el rey Anthony viajaba para hacer negocios con ella.
Nick caminaba alrededor de todo el jardín, siempre inspeccionando que todo estuviera en orden y vigilando a Alex, atenta a cualquier petición que está pudiera hacer.
Alex y Piper por su parte decidieron sentarse en aquella fuente, para poder tener un poco de privacidad e ignorar por completo lo que sus acompañantes hacían.
Alex sonrió nerviosa sin saber bien que hacer, ahora que al fin la tenía de frente no recordaba ni una sola palabra de lo que por días había planeado decirle, la gran y poderosa Alexandra Vause estaba ahí, enmudecida por primera vez, percibiendo la fuerza que la presencia de Piper ejercía en su ser.