Después una noche llena de suspiros y pensamientos bonitos, Alex despertaba con una enorme sonrisa y una sensación de bienestar en todo su cuerpo, tomando conciencia poco a poco de la calidez del sol que entraba por la ventana y que acariciaba su piel anunciándole la llegada un nuevo día.
Su primer pensamiento fue Piper y lo ocurrido el día anterior, así que se acomodó de nuevo en su cama dispuesta a desfrutar del recuerdo por un rato más, sin embargo, una voz familiar interrumpió su dulce intensión y toda posibilidad de seguir acostada.
Nicky- buenos días alteza… dijo desde un pequeño sofá cercano a la puerta.
Alex sonrió somnolienta negando con la cabeza al darse cuenta de que Nicky estaba en su habitación. - ¿si recuerdas que está prohibido entrar sin mi autorización cierto?
Nicky- lo sé alteza, dijo con una pequeña sonrisa, pero necesitaba asegurarme de que mi reina estuviera bien, bueno en realidad de que estuviera aquí.
Alex- ¿de que estas hablando?
Nicky- te has levantado antes del amanecer cada día de tu vida desde que éramos niñas, incluso en las pocas ocasiones en que has enfermado. Pero últimamente despiertas más tarde.
Alex- ¿estas cuestionando mi hábito de sueño?
Nicky- en lo absoluto, levantó sus manos en señal de paz, - pero ya es tarde, toqué tu puerta varias veces y no recibí respuesta. Así que pase para verificar de que todo estaba en orden.
Alex- no escuche nada, dijo levantándose de la cama, completamente desnuda como solía dormir en verano.
Nicky- es lo que veo, y no percibiste mi presencia a pesar de que hice un poco de ruido. Ya ordené doblar vigilancia en tus horas de sueño.
Alex- estas exagerando, sonrió.
Nicky- solo es por precaución, el amor le ha robado la agudeza auditiva a mi reina y debo asegurarme de que nada malo le suceda mientras disfruta de sus dulces sueños.
Alex- Esta bien, dijo suspirando al escucharla – ¿ya está todo listo? Quiero que todo este perfecto para cuando llegue Piper.
Nicky- mas que listo alteza. Solo faltas tú.
:::::::::::
Piper— Polly, estaré con la reina todo el día, así que tienes el día libre para hacer lo que tú quieras. Le informaba ansiosa mientras terminaban de arreglar su cabello.
Polly- ¿Por qué mejor no viene ella como ayer? Dijo de nuevo con su tono preocupado, - No creo que sea correcto que estén a solas y menos sin un chaperón.
Piper—yo decidí ir a su casa, ya te lo dije desde ayer.
Polly- pero princesa, insistía esta, al menos ayer estaba Madame cuidando de usted, esa mujer es peligrosa y …
Piper- ¿peligrosa? vio seriamente a Polly. A pesar de lo feliz que estaba no podía evitar molestarse al escuchar ese comentario. – Polly, eres mi prima y sabes que te aprecio, pero te prohíbo que vuelvas a decir algo como eso en mi presencia, ¿te queda claro?
Polly bajó la cabeza en señal de sumisión y se quedó callada.
Piper- escucha, conocerla es lo más extraño y maravilloso que me ha pasado en la vida tú lo sabes, tomó su barbilla y levanto su rostro para verla a los ojos. – No puedo controlar esto que siento por ella, es más fuerte que yo, y estoy consciente de que puedo estar cometiendo el error más grande de mi vida, pero aun así, estoy más que decidida a hacerlo. Es mi voluntad y así será.
Polly se sorprendió un poco con esas palabras, estaba más que acostumbrada a lidiar con su carácter voluble y arrogante, satisfaciendo cada capricho que a ésta pudiera ocurrírsele. Sin embargo, esta vez era diferente, su mirada se iluminaba cada que hablaba de esa mujer, estaba cruzando la línea, estaba arriesgando todo por ella y no le importaba, sin duda alguna no era un juego para Piper.
Polly- ¿en serio le importa tanto?
Piper- mucho.
Polly- ¿y cuando sepa quien es en realidad?
Piper—entonces ya veré que hacer.
Polly- esta bien princesa, sonrió resignada, que clase de dama seria si no estoy para apoyarla en aquello que la hace feliz. – no volveré a decir nada al respecto.
Piper asintió contenta y beso su sien con aprecio. – nos vemos en la noche. Salió y fue en busca de Red.
Piper- buenos días madame, dijo entrando al salón donde se encontraba.
Red- buenos días princesa, supe que ya se había levantado ¿ha pasado una buena noche?
Piper- de las mejores Madame.
Red- que bueno, ¿Gusta ya desayunar? Puedo ordenar que dispongan la mesa.
Piper- no madame, solo venía a despedirme.
Red- oh, claro, le sonrió con ternura, - supongo que ya hay alguien más que la espera con ansias.
Piper— si, quiero llegar temprano esta vez.
Red- por supuesto, si vuelve a faltar no saldremos vivas de ésta ni usted ni yo. ¿cuál de mis muchachas quiere que la acompañe?
Piper- gracias madame, pero prefiero ir sola. Solo iré con mi escolta.
Red- ¿está segura? Dijo poco convencida, no tendrían problema en acompañarla.
Piper- lo sé, pero así está bien, además iremos a montar así que no tiene caso.
Red- ah, muy bien princesa, no pensé que usted supiera montar.
Piper—no, no tengo idea, le mencionó risueña. - espero que no lo note.
Red- suerte con eso princesa, que pase un bonito día.
El carruaje de Piper salió, acompañada solo de su escolta, confiaba en el personal de Reznikov pero mientras menos personas estuvieran al tanto de sus visitas a esa casa sería lo mejor.
---------
Alex—¿esta todo listo? Alex no despegaba ni por un segundo su mirada de la entrada y acomodaba reiteradas veces el broche de su hombro.
Einar- si alteza, decía sonriendo para si mismo. la ansiedad de Alex la hacía repetir la misma pregunta una y otra vez sin que se diera cuenta.
Alex—Bien, ¿Sombra comió temprano?
Einar- así es mi reina, y la yegua que montará la señorita Piper también.
Alex—De acuerdo. – ¿Y la comida?
Einar- me aseguré de que Madame Claudette incluyera de todo.
Alex—Excelente, ¿Cómo luzco Einar?
Einar- muy hermosa alteza.
Alex— Perfecto.
En ese momento Nicky y algunos guardias se movilizaron rápidamente en la entrada, indicándole a Alex que su destello de luz había llegado.
En cuanto vio a lo lejos como Piper bajaba del carruaje, su corazón comenzó a latir incesante, violento, ansioso por tenerla cerca. Ella lucia un vestido color verde, con un corte sin volumen y mangas con holanes de encaje a la altura de los codos. Nunca había montado y siendo éste el motivo principal de la cita, llevo el atuendo que considero mas cómodo para dicha actividad.
Alex camino hacia ella con la elegancia que la caracterizaba y con una sonrisa tan grande que apenas cabía en su rostro. Mientras Piper respondía con aquella mirada dulce y expectante que tanto adoraba Alex.
Piper- Buenos días milady, dijo acercándose todo lo posible a Alex cuando estuvo frente a ella.
Alex- Buenos días mi bella lucecita, respondió tomando los hombros de Piper y uniendo tiernamente su frente a la suya. – ¿Qué bueno que ya esté aquí? ¿Paso una buena noche?
Piper—si milady, gracias por preguntar - espero no haber llegado antes de tiempo.
Alex- para nada, acarició su rostro con el dorso de la mano - su presencia es añorada a todas horas, puede llegar siempre en el momento que más le plazca.
Piper—siendo así, considerare este lugar como mi favorito en el mundo.
Alex—entonces el mío también lo será, suspiró. Pero dígame ¿Ha venido sola milady? Pregunto al caer en cuenta de la situación.
Piper- Solo con mis guardias.
Alex- ¿y su dama de compañía?, ¿Por qué milady siempre viene sola?
Piper—así me gusta, contesto un tanto apenada ¿lo considera imprudente de mi parte?
Alex- puede ser, tengo entendido que para los extranjeros no es bien visto que una dama como usted sea cortejada sin supervisión.
Piper-- ¿usted piensa igual?
Alex—no, en mi reino ese no es ningún problema. Sonrió.
Piper—entonces no lo juzgue en mi.
Alex la observó atenta y asintió cortésmente, tenía razón, Piper estaba ahí por gusto y voluntad, y su amor era puro, sincero, no necesitaban de la intervención de nadie.
Alex—le aseguro milady, que yo la cuidaré y no haré nada que usted no quiera o que la ofenda de alguna forma.
Piper—yo se que jamás lo haría.
Alex sonrió y le brindó un beso tierno en la frente como símbolo de respeto y protección.
Alex—¿ha desayunado ya Milady?
Piper—No, no quería retrasarme.
Alex—bueno, entonces no perdamos más tiempo. La tomó entusiasmada de la mano y caminaron juntas hacia el salón.
En pocos minutos estaba servida la mesa, lista para que ambas disfrutaran de una variedad de productos, en los que se incluían pan, quesos, mantequilla, miel y todo tipo de frutos y carnes que pudieran satisfacer el paladar de Piper.
Alex--¿Qué es lo que más le gusta desayunar milady? Hice que prepararan de todo, pero si quiere algo en específico solo dígalo.
Piper— quisiera fruta con miel, el pan con mantequilla y un poco de aguamiel.
Alex asintió contenta por la información recibida y ordenó con un ademán que le acercaran lo que había solicitado, mientras a ella le brindaban pescado, vino, y un poco de queso.
Alex—a mi lucecita le agradan las cosas dulces, afirmó con una pequeña sonrisa. – dulce en la comida, en la poesía y en su forma de vestir, ¿Qué otras cosas son sus favoritas?
Piper—mis colores favoritos eran el amarillo y el azul, pero ya descubrí uno nuevo.
Alex—¿a si? ¿Y cual es?
Piper—el verde, sonrió contemplando fijamente el color de sus ojos.
Alex se cohibió en ese instante, pues realmente no esperaba una respuesta como esa.
Alex—no me parece justo lo que hace milady, respondió con el rubor aún en las mejillas, - se supone que soy yo quien recita las palabras bellas y causa timidez en la persona cortejada.
Piper-- ¿entonces desea que deje de hacerlo? Preguntó a sabiendas de qué Alex adoraba sus palabras.
Alex—¿si se lo pidiera me obedecería?
Piper—no
Alex—jaja, eso imaginé, mi posición no tiene el más mínimo efecto en usted ¿cierto?
Piper- su posición es lo menos deslumbrante para mi.
Alex tardó en asimilar el cumplido recibido, Piper tenía el don de la palabra, algo con lo que claramente Alex no podía competir, pero que sin duda conquistaba sus oídos. No se le ocurría nada con que debatir así que solo volvió a su comida y degustó su vino.
Piper aceptó el silencio con ternura, consciente del efecto que su comentario había causado, y disfrutó del resto del desayuno con sonrisas y miradas coquetas por parte de Alex.