Capítulo 28a

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Alex se mantuvo fascinada besando y saboreando la intimidad de Piper, quien aun no se recuperaba de su más nueva y satisfactoria experiencia, su rubia había descubierto todo un mundo de sensaciones y el trance seguía siendo abrumador para todos sus sentidos. El panorama era alucinante, veía su pecho agitado en un bello sube y baja que se esforzaba por apaciguar los estragos del fuego provocado, un rostro complacido que con ojos cerrados seguía divagando por los cielos y un vientre que aún preso entre sus brazos era víctima todavía de uno que otro espasmo colmado de placer. Todo era perfecto, encantador, pero aún no era suficiente, Alex ansiaba y necesitaba más de ella, más de su amor, así que cegada por el deseo se desnudó por completo y se sentó de nuevo en el colchón, la tomó firme de la cintura y con un movimiento ágil la posicionó sobre su vientre, regresándola con eso a la dulce realidad.

Al notar lo que estaba sucediendo sin dudarlo siquiera Piper intentó obedecer, rodeándola con esfuerzo por la cintura con unas piernas temblorosas que débilmente respondían y abrazándose a ella para saber que todo era real. Alex la sostuvo por la espalda con una mano segura y con la otra estimuló imperiosa de nuevo su intimidad, masajeando la zona consciente de la sensibilidad que reinaba en su clítoris y acariciando su entrada insinuándole cuál sería su proceder.

Piper aún no podía controlar las reacciones de su cuerpo tras ese mágico torbellino del que acababa de salir, ni de las pulsaciones que gobernaban en donde Alex tocaba, se sentía mojada e hinchadita y eso le provocó una sonrisa ruborizada que le hizo bajar la cabeza, Alex la observó completamente embriagada de amor y con ojos entrecerrados sonrió con ella acompañándola esta vez en su dulce timidez.

Alex-te amo, le susurró con todo el sentimiento plasmado en su gruesa voz. - no te avergüences de lo que tu cuerpo siente.

Piper asintió sutilmente al escucharla, y guiada por todas las emociones que tenía atrapadas en su pecho valientemente la besó, replicando adorablemente cada beso que había aprendido de Alex e intentando anhelante provocar en la morena un poco de todo lo que esa noche ella estaba disfrutando.

Lo que ella no sabía era que ya provocaba tantas cosas en Alex, que la ojiverde doblegada ante sus labios realmente luchaba por controlarse y no abalanzarse feroz entre sus piernas y hacerla suya una y otra vez. Esa mujer estaba perdiendo la cabeza de tanto deseo que aún guardaba en sus entrañas, que apenas era capaz de resistir los hermosos besos que recibía de su parte.

Ahora era Alex quien temblaba, estaba más que lista para continuar y sólo esperaba la más mínima señal que le indicara pudiera proceder. La estimulaba con audacia, con dedicación, preparaba a su cuerpo para ser poseído y éste sabiamente respondía lubricándose cada vez más y sin cohibición ante sus dedos. Piper lo intuía, la mirada voraz de su amada le daba una idea clara de que era lo que estaba por venir, y era tan fuerte su júbilo de saber que con su cuerpo lograba complacer a Alex que saltó al vacío en un acto de entera confianza y de sus labios salieron las únicas palabras que su cerebro le permitiría expresar.

Piper- si esto tan bello que hacemos me convierte en tu mujer, entonces quiero volverme tuya cada día de mi vida...

Esas dulces palabras atravesaron como una flecha incandescente el pecho de la reina quien perdió todo rastro de razonamiento y sin contenerse más la penetró hasta lo más profundo con dos de sus dedos. Piper instantáneamente enterró sus uñas en sus hombros cuando la sintió entrar y de su garganta escapó el más bello y melodioso sonido que la ojiverde podía recibir. Alex enardeció de gozo ante esa reacción y aún más cuando observó atenta en su rostro la sutil molestia que acompaña la penetración tan profunda de un cuerpo por primera vez. Se mantuvo quieta unos instantes para que su vientre pudiera asimilar la invasión y lentamente se fue moviendo y jugando dentro de ella hasta que la sensación de dolor desapareció para ser sustituida por perfectos estímulos de placer.

Piper jadeaba sofocada en su oído mientras dejaba que le arrebatara cada pedazo de su alma, pues las constantes embestidas llegaban a zonas que nublaban tanto sus sentidos, que deseos a se movía por si sola en su mano esperando fuera todo más intenso y más rápido. Este hecho colmó de regocijo a Alex y le generó una placentera sonrisa; pues la sola idea de saber que esa joven y recatada sureña se encontrará desnuda en su cama perdiendo toda su inocencia, y saberse ella, la única responsable de hacerla mujer en todos los sentidos, fue totalmente gratificante para su amor propio.

La rubia había intentado continuar besando a Alex, pero más pronto que tarde abandonó la misión para poder concentrarse en llevar oxígeno a su cuerpo y no desfallecer antes de tiempo. Alex estaba llevando de nuevo al éxtasis a su lucecita, y sabía que pronto la vería brillar y destellar con total intensidad, sin embargo, estaba segura que en esta ocasión no sería capaz de resistirlo sola, no quería ser solo espectadora, sino viajar con ella y llegar al cielo entre sus brazos, así que sin demora y abrumada por la desesperación comenzó a inclinarse para acostar a Piper, quien con recelo se resistió a separarse un momento de su cuerpo.

Alex insistió vigorosa y lentamente retiró los dedos de su interior, gateó sobre ella lamiendo y soplando suavemente desde su vientre hasta su cuello, y ocupó su propia cadera para elevar y separar aun más sus dóciles piernas. Piper vibró al ver lo que hacía y gimió encantada en el momento que sintió la humedad de ella mezclarse con la suya. Alex inmovilizo las muñecas de Piper contra la cama mientras observaba prodigiosa bajo su cuerpo la perfecta unión de sus vientres y la presión que se ejercía únicamente ahí. El vaivén de sus cuerpos comenzó poco a poco y sus respiraciones se aceleraron al unísono mientras se miraban fijamente a los ojos. Era tan delicioso y tan mágico que Piper se aferraba con deseo a esa cadera que guiaba el ritmo de sus cuerpos, y Alex intensificaba la fricción más y más buscando ansiosa complacer todo lo posible a su doncella.

Piper no aguantaba más, sentía como ese ataque de placer se aproximaba nuevamente a su vientre y no sabía si debía resistirse a él o no, sus manos prisioneras exigieron desesperadas ser liberadas y su cuerpo hizo un llamando atención hacia la mujer que eufórica de amor la poseía fervientemente y le devoraba el cuello sin piedad. Alex estaba más que consiente de lo cerca que su lucecita estaba por llegar, y mientras la soltaba de las manos para ahora tomarla de la cadera, Piper se abrazó a ella con tanto éxtasis que sin poder evitarlo se entregó de lleno a ese abrumador cosquilleo corporal y a esas contracciones involuntarias que la elevaron a lo más alto de la gloria y la hicieron ver las estrellas, provocando así que Alex también sucumbiera ante el inigualable clímax, sintiendo su cuerpo ser bombardeado con chispas de fuego que viajaban veloces desde su intimidad hacia el resto de su cuerpo, recorriendo cada terminación nerviosa y cada musculo de su ser y saturando con hormigueos de amor hasta lo más recóndito de su piel.

Ambas estaban tan agitadas y llenas de placer que apenas podían asimilar lo sucedido. Piper había llegado a su límite, el gozo y el amor recibidos habían tocado lo más profundo de su ser y unas ganas incontenibles de llorar inundaron su ojos, pasó saliva llena de felicidad tratando de contener el nudo en la garganta y solo una lagrima rodó por su mejilla hasta llegar a su cuello y perderse entre las hebras de su cabello. Alex tratando de recuperarse del esfuerzo ejercido escondió su rostro en su cuello siguiendo cariñosamente la traza de aquella lagrima y dejó reposar todo su peso sobre ella. Se sentía feliz, extasiada y absolutamente satisfecha, tanto que le resultaba increíble no tener las fuerzas suficientes para poder abandonar ese lecho de amor. Había estado con tantas mujeres en su vida que supondría debía estar acostumbrada, sin embargo ahora era distinto, alejarse después de ese acto tan bello le resultaba completamente inadmisible y doloroso, y por nada del mundo lo permitiría.

Piper al ver que no se separaría de ella la acunó cálidamente, abrazándola con todas su amor y acariciando suavemente su espalda y su cabello, relajó sus piernas lo mas que pudo y giró un poco su cabeza para que Alex estuviera mas cómoda y poder besar su sien.

Conforme los minutos pasaban y bajo el silencio de la habitación ambas iban regularizando sus respiraciones, entregándose inevitablemente al cansancio natural de sus cuerpos y cediendo poco a poco a la pesadez de sus párpados.

Piper- Alex?... alcanzó a decir en un susurro antes de caer dormida.

Alex- Mjmm

Piper- Eres mi más hermosa travesura...

Alex esbozó una pequeña sonrisa al recordar la conversación del salón y su corazón se derritió de ternura, era un juego obviamente, pero entendía perfectamente lo que le quería decir.

Alex- y tú eres mi más valiosa fechoría Pipes, contestó apenas antes de seguirla al relajante mundo de los sueños.


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Mis bellas doncellas, me disculpo por haber tardado tanto, pero por fin después de un largo tiempo obtuve unas inesperadas vacaciones, así que decidí apagar mi cerebro unos días y recargar baterías 😂, perdón si es cortito el capitulo pero se los compensare próximamente.

Besos a todas 😘 😘 😘 😘 😘 😘 😘 😘

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