maratón (1/?)Cerró sus ojitos al tan solo escuchar lo que su padre le explicó, la línea de su boquita se expandió, dejando al descubierto sus dientes, y se le marcaron unos hoyuelos a los lados. Empezando a aplaudir mientras daba saltitos.
— ¡yeeey! —la niña correteó fuera de la cocina, con su padre detrás suya, intentando detenerla.
—Hyemi, detente! ¡tengo que ponerte tu abrigo o vas a resfriarte! —La niña fue atrapada y alzada en los brazos de su Hyunjin. —sé que te emociona, pero no seas tan revoltosa con Seungmin, ¿sí? No le causes problemas.
—¡Sí! ¡Seré buena! —el pelinegro sonrió y dándole un beso en su sedoso pelo, salió con ella para empezar su día.
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—Vamos a mi casa, ¿sí? tu papá te vendrá a buscar ahí. —cuando Seungmin se encargó de ordenar y cerrar el lugar, asegurándose de que no quedaba nadie ahí, se dirigió a la niña, quién se había mantenido jugando con un puzzle que había en la caja de juguetes.
La niña empezó a recoger eufórica sus juguetes y cuando hubo acabado, se dejó colocar el abrigo por su maestro, quién la alegó por ser tan buena. Aunque amase a los niños, después de tenerlos todo el día, era agotador, pero Hyemi se mantenía tranquila y no daba problemas.
Hyemi nunca había ido con autobús (teniendo el coche de su padre, no lo necesitaba), por lo que disfrutó mucho del trayecto. Señalando por la ventana cualquier cosa que veía, balbuceando incoherencias y hablando alegremente. Incluso cuando bajaron, Seungmin agradecía que la niña tampoco fuera muy rebelde y revoltosa.
La niña se dejó conducir alegre, cogido de su mano y cuando su maestro le dijo que tenía que ir al supermercado a comprar, ella se animó y asintió efusiva mientras continuaba comiendo su piruleta que Seungmin le había comprado, cumpliendo su capricho y viendo lo feliz que la pelinegra degustaba el dulce.
—¡Quiero galletas!
—te va a doler la barriga si comes tantos dulces, Mi —el pelinegro respondió alcanzando el pote de aceitunas; la niña continuó insistiendo, haciendo pucheros, abultando sus mejillas y sobresaliendo su labio inferior y haciendo pequeños sonidos para que la mirase, y cuando lo hacía, le hacía ojitos para convencerlo.
El pelirrojo suspiró y se acuclilló delante suya, poniendo sus manos en sus hombros —vamos a hacer una cosa, ¿sí? —la niña lo observó expectante— voy a comprar cosas para cuando vengas a casa, así siempre tendrás algo ahí, pero primero le comentaremos a tu papá si puedes. ¿de acuerdo?
—¡Sí! ¿entonces puedo tener mis galletas? —el pelirrojo asintió sonriendo, y la niña empezó a corretear por los pasillos. El pelirrojo la intentó seguir, avisando de que no corriera, pero no lo escuchó. —¡yey!
La pelinegra correteó por todo el super hasta llegar a la sección de dulces, visualizó la caja de galletas que quería, e intentó alcanzarla, alzándose de puntitas sobre sí misma y estirando sus brazos. Pero no lo logró, solo vio como una mano la arrebataba delante suya y volvió a poner las plantas de sus pies en el suelo.
—¿querías coger esto? —un chico alto de piel bronceada y grandes ojos brillantes la miró, dándole las galletas, a lo que Hyemi asintió, protegiéndolas en su pecho mientras las abrazaba.
—Sí... g-grachias... —el chico amplió su sonrisa, regalándole un 'de nada' mientras Hyemi se balanceaba sobre sus pies.
—No es nada, ¿cómo te llamas, pequeña? —el chico se acuclillo delante suya, rodeando sus piernas con los brazos para estabilizarse. La niña retrocedió un poco, tímida. —no voy a hacerte nada, ¿dónde están tus papás?
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SINE DIE『HyunMin』
Fanfictionsine die ; indefinidamente Con dos vidas tan distintas, incapaz de conectarse, Hyunjin y Seungmin se encuentran enredados entre ellos cada vez más por un estúpido capricho de la niña: "sé el novio de mi papá".