【epílogo】derretir mi fría respiración

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pensando en qué canción le dedicaría o podría culminar sine die, me di cuenta de que, stray kids precisamente tiene esta, Heroe's soup. <3 !!
feliz navidad ! espero la pasaseis genial <3

—Después de todo, hemos escrito la historia al revés. —El pelirrojo le tendió la taza de café que había preparado en la cocina. El pelinegro besándole la mejilla cuando este se agachó a modo de agradecimiento.

—Empezamos criando una hija, luego saliendo, hasta que finalmente tuvimos una cita, ¿a esto te refieres? —Hyunjin sonrió, dando un sorbo en el café. Seungmin se encogió de hombros, también sonriendo, y asintiendo simultáneamente.

—A eso mismo, y el hecho de que Felix y Hyemi nos hicieran de padres cotillas en una relación: cómo si fueramos dos adolescentes que han ido de cita a escondidas, por favor, los amo.

—yo también te amo.

—¡Hyunjin, céntrate! ¡Estaba hablando en serio! —rodó los ojos cuando vio que su, ahora novio, tomaba su mano a través de la mesa y le daba un beso, riendo.

—yo también hablaba en serio.

—eres un coqueto, no se puede contigo.

—y tú también me amas. —cómo persona tímida y frustrada por la persona que le gustaba, se sonrojó: pintando su nariz de un bonito atardecer rosáceo, el cuál Hyunjin podría retratar con acuarelas.

—también te amo, eso no puedo negarlo.

Y es que, realmente fueron a contracorriente. Siendo su primera cita, querían hablar entablar el tema tan receloso en su relación. ¿Qué eran? Se habían dado una oportunidad, pero habían pasado los meses y los dos estaban seguros de las mariposas jugueteando entre sus latidos, entonces, ¿por qué no dar el gran paso?

pero no fue en ese día. Después del beso, quisieron reservar ese momento especial para los dos. Amaban a su pequeña familia, y Felix, pero querían íntimo: algo que poder guardar en su memoria y palpar a través de su piel cuando estuvieran solos. Después de todo, quienes debían formar el lazo en sus meñiques, eran ellos dos.

—ven conmigo, tenemos un poco de tiempo antes de que Hyemi se despierte. —Seungmin se miró incómodo, pues tampoco faltaba tanto tiempo para que Hyemi se despertara. Pero siguió la mano que este le cedía, y la tomó, yéndose a sentar en el sofá.

Era una mañana fría de noviembre y aún iban en pijama, cómo estaba contando, unos meses después de su cita y de que, oficialmente fueran pareja. Y, sus manos picaban ansiosas pensando en todo lo que había pensado en un año de que se conocieron.

No podría ni explicarle a ese Seungmin que trabajaba monótonamente en la guardería que se habría enamorado de un padre que no pudo alcanzar a recoger a su hija en esa tarde lluviosa, y que ahora, lo tendría entre sus brazos abrazados, rodeándole la cintura y con la cabeza de este al lado de su cuello.

Cuántas vueltas le daría la vida y cuántos días sumaban a su lado. Sus manos se alzaron hasta su pelo para acariciarlo y le beso la frente, recibiendo que el contrario lo mirara y sonriera, para dejarle un beso en la mejilla.

—Seungmin... Sé que ya casi vivimos juntos, pero qué te parece si... ¿te mudaras con nosotros...? —fue tan inesperado, tan casual y tan querido; sus manos acariciándose, cómo si estuvieran en su mundo dónde se amaban, sus ojos encontrándose desafiando, y los labios del pelirrojo abriéndose en sorpresa. Todo tan inesperado y presentido.

SINE DIE『HyunMin』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora