—Recoger los diseños, retocarlos —enumera sosteniendo una pequeña libreta y un bolígrafo. Camina cerca de la encimera mientras desayuno con una gran tranquilidad—. Elegir las telas.
—Cariño, tienes mucho trabajo —la interrumpo. Se gira y sus ojos se clavan en mí— ¿Necesitas ayuda?
—¿Ayuda? ¿Tú ayudándome? —dice a punto de reírse. Su vestido negro con puntos blancos se mueve cuando pone sus manos en la encimera dejando a un lado la pequeña libreta y, sobre esta, el bolígrafo—. Bebé, esto no es lencería para que me ayudes.
Me río después de tomar un poco de jugo de melocotón. Dejó el vaso en la encimera y me muevo un poco en mi asiento.
Cuando se trata de lencería, le ayudó con todo. Las telas son increíbles, pero prefiero tocarlas mientras cierro los ojos imaginando a mi diosa llevando estas telas. Puedo pensar en esto incluso en la tienda donde mi chica adquiere las telas para llevárselas a casa ya su trabajo.
No es la primera vez que Eider me da un dulce golpe en mi estómago para que pare de pensar en todo esto cuando estamos fuera de casa, especialmente en estas tiendas.
Mi mente es una fábrica de escenas sexuales y no para de trabajar nunca. Hasta en mis sueños aparecen miles de escenas de este tipo con mi chica.
Ya he confesado unas cuántas de veces. Siempre aparezco de la nada poniéndome detrás de mi diosa y le susurro estas palabras:
—"No tendría ningún problema en meter mi mano en mi delicioso paraíso."
Eider siempre muerde su labio inferior cuando me escucha decir esto. A veces, después de decirle esto, meto una mano debajo de sus pantalones. La maravilla ocurre cuando lleva falda o vestido como ahora, pero será mejor que deje que se concentre en su trabajo.
Además de ser así con ella, soy un tremendo romántico. Soy un chico muy dulce y respeto a Eider. No todos nuestros momentos son de guarrerías. Hay muchos momentos dulces en los que ella sonríe mucho.
Me encanta ver su hermosa sonrisa. Haría cualquier cosa para verla feliz. Es mi vida entera.
—Bueno, pero también te puedo ayudar en otros diseños. Recuerda que no soy tu chico sucio siempre —aseguró y ella asiente sonriendo.
Se acerca a mí y se sienta en la silla que está a mi lado. Coge una de mis manos y baja la mirada acariciando mi mano.
—Estos diseños son muy importantes para mi carrera. Diana me ha dicho que en menos de dos meses serán para una pasarela de moda. Las chicas, que son delgadísimas, llevarán mis diseños.
Resalta este adjetivo sabiendo que ella no es así de delgada. Su cuerpo es precioso con todas sus estrías y sus imperfecciones, según ella. A mí me parece perfecta. Eider es perfecta y la amo tal y como es.
Las primeras veces que estuvo delante de mí usando solo ropa interior, se sentía muy incómoda. Acababa llorando y escondiéndose debajo de las sábanas, pero yo siempre aparecía debajo de estas y ella reía al ver este chico tan chistoso que tiene en casa ahora. Le decía miles y miles de veces que es perfecta y que la quiero mucho. Acababa entre mis brazos diciendo:
—Ojalá hubiera más personas como tú.
Cuando era más joven, sus compañeros se burlaban de su cuerpo y se reían cuando entraba en clase o cuando entraba en la cafetería. No tenía muchos amigos por culpa de esto. La gente se alejaba de ella y llegaba a casa destrozada.
Sí, cuando era más joven su cuerpo era diferente. Aparentaba mayor de lo que realmente era por culpa de su cara rellena y su cuerpo.
La gente tiene que cambiar porque solo saben hacer daño a los demás.
Es una chica increíble y, de alguna manera, me rompió el corazón cuando me dijo que yo soy el primer chico que está con ella. Es maravillosa y por culpa de todas estas tonterías, ningún chico se acercó a ella hasta que aparecí yo.
—Necesito centrarme en mi trabajo. Jungkook —dice mirándome y pestañeo al mirar su cara preocupada—. Tengo miedo de que el tiempo se me eche encima. Quiero que todo esto salga perfecto.
Apretó su mano y sonrió.
—Todo saldrá perfecto, pequeña.
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𝐖𝐎𝐑𝐊
FanfictionQue te engañen es demasiado fácil, pero es todavía más fácil cuando te engañan en el trabajo. Jeon Jungkook tiene que mudarse a Australia para comenzar a trabajar en una empresa muy importante. Su prometida se queda en Corea extrañandolo. Pero esto...