Me acerco al armario y cojo la ropa que necesito. La introduzco en la maleta con delicadeza y pestañeo. Me duelen los ojos por llorar tanto y estar casi todas las noches sin dormir.
Esta semana ha sido horrible. Y lo más horrible aún ha sido que no he escuchado ninguna disculpa. Esto es lo que me parte el corazón. Y por culpa de esto, me estoy pensando si debería casarme con ella o no.
—¿Jungkook? —escucho su voz y la ignoro totalmente. Son demasiados kilómetros como para olvidarme de meter algo en la maleta— ¿Jungkook? —repite.
No le hago caso y sigo cogiendo ropa para colocarla en la gran maleta. Tengo que tomar otra porque estaba demasiado llena.
Estoy a punto de tomar una camisa y su mano me detiene. Agarra mi muñeca y miró sus ojos verdes.
—Por favor, escúchame —me pide.
Esta semana la he ignorado y ella ha hecho lo mismo conmigo. Cada uno ha estado concentrado en su trabajo y sin hablarse mutuamente. He dibujado varios bocetos para un libro. La empresa en la que ya estoy trabajando, quiere que lleve todos los dibujos a Australia. Se pondrán en contacto con la escritora de este libro cuando tengan mis dibujos en mano.
Eider ha estado muy centrada en su trabajo, pero la he pillado mirándome a veces. Giraba la cabeza rápidamente y seguía con sus diseños. La he visto con las telas para su ropa, las cuales las guarda en perfecto estado en una habitación exclusiva para su trabajo. Allí también tiene millones de hojas con diseños dibujados en ellos. También ha escrito varias notas en estas hojas como por ejemplo las medidas.
Pero Eider no ha estado en esta habitación esta semana, sino que ha estado cerca de mí. No pido mucho espacio para mi trabajo, así que no tengo ninguna habitación especial para ello. A veces trabajo en nuestra habitación, en la cocina o en el salón. Esta semana he estado sentado en el sofá con mi cuaderno y mi lápiz. Eider ha estado en la cocina. Y no, no hay casi ninguna separación entre el salón y la cocina. No existe ninguna puerta o pared entre ellas. No existe ninguna puerta o pared entre ellas. Así que Eider me ha estado mirando desde la mesa de la cocina y la he pillado numerosas veces.
Pestañea y suspira. No me alejo de ella, solo la miro esperando a que hable.
Necesito que me diga algo. No quiero gritos otra vez. Por lo menos quiero una disculpa.
—Te escucho —digo y miro su mano agarrando mi muñeca.
Toma aire y comienza:
—No quiero que te vayas y que estemos enfadados. No puedo quedarme sola sabiendo que no estamos bien. Estarás muy lejos y no volveremos a hablar en persona —hace una pausa y miró cómo sus ojos se llenan de lágrimas—. Lo siento por ser tan estúpida. No me esperaba que me dijeras esta noticia tan pronto. No estaba preparada. Y ahora tampoco estoy preparada para que te vayas.
—¿Tú crees que yo estoy preparado para irme a un país que no conozco y en el que estaré completamente solo?
—Eider, no estoy preparado para irme, pero tengo que hacerlo. Necesitamos el dinero por si algo pasa algún día. Suelta mi muñeca y se abraza a sí misma en silencio.
—Eider, no estoy preparado para irme, pero tengo que hacerlo. Necesitamos el dinero por si algo pasa algún día. Ya sabes que no gastamos mucho dinero —asiente y sigue llorando en silencio.
Pongo mis manos en sus brazos y muevo su cuerpo acercándolo al mío. La abrazo fuertemente y hundo mi rostro en su cuello intentando no llorar.
Nos quedamos largos segundos abrazados. Escucho su respiración y siento cómo tiembla un poco. Muevo mis manos por su espalda y le doy un beso en la mejilla.
—No sabes cuánto odio este momento. Odio cuando nos enfadamos y tenemos una pelea —susurro y ella asiente lentamente.
—Lo siento. El alcohol fue una auténtica mierda que me cabreó más. Lo siento.
Nos separamos y tomó su rostro colocando mis manos en sus mejillas. Me acerco a sus labios y los beso dulcemente por solo un segundo. Apoyó mi frente contra la suya y secó sus lágrimas con mis pulgares.
—Te amo, Eider—hago una pausa y paso mi lengua por mi labio superior—. Sabes que seremos una pareja desastrosa que peleará mucho —sonrío y comienza a reírse.
—Espero que no nos divorciemos pronto.
Me río con ella y la besó de nuevo.

ESTÁS LEYENDO
𝐖𝐎𝐑𝐊
FanfictionQue te engañen es demasiado fácil, pero es todavía más fácil cuando te engañan en el trabajo. Jeon Jungkook tiene que mudarse a Australia para comenzar a trabajar en una empresa muy importante. Su prometida se queda en Corea extrañandolo. Pero esto...