—Cariño, todo saldrá bien —asegura con una sonrisa y besó mi cabeza poniendo sus manos en mis mejillas mientras estoy sentado en aquel sofá y ella está de pie delante de mí.
—¿Tú crees? —asiente sonriendo y la acercó a mí colocando mis manos en sus caderas. Se ríe un poco de forma traviesa y acaba sentada en mi regazo.
Acerco mis labios a su mejilla. Rozo mis labios contra su piel y siento cómo tiembla un poco.
—¿De nuevo te pondrás bien cachonda? —le pregunto en un susurro mientras mis labios están a punto de besar su dulce cuello.
—¿De nuevo vas a seguir con esto? —me pregunta con una sonrisa alejándose de mi boca.
Voy a contestar, pero escuchamos el teléfono. Levanta un dedo diciéndome que espere un momento. Se acerca a su escritorio y toma el teléfono.
—Eider West, buenos días. ¿Qué desea? —dice con una gran amabilidad y no paró de sonreír mientras no dejo de mirarla.
Su mirada está clavada en la estantería que tiene a su derecha. Sé perfectamente que, si me mira, se pondrá nerviosa y no hablará en ese tono tan amable.
—Sí, esos diseños son totalmente míos —escucho como dice— ¿Una sorpresa? —por unos segundos no habla y acaba asintiendo como si esa persona estuviera delante de ella—. De acuerdo. Ahora veré mi página web y mi correo. Muchas gracias por llamar. Adiós. Que tenga un buen día.
Y así cuelga la llamada dejando el teléfono en el escritorio. Se sienta en la silla bastante rápido y comienza a usar su portátil.
—¿Qué ocurre, cielo? —le pregunto y su mirada está clavada en la pantalla.
—Un tal Alessandro Michele me ha llamado y me ha dicho que mire mi página web y mi correo. Hay una sorpresa en uno de estos sitios.
Se queda en silencio buscando la página y sus ojos se abren más de lo normal al ver la pantalla de su portátil.
—¿Qué? ¿Es esto en serio? —dice casi gritando. Me levanto y camino hacia ella. Me coloco detrás de mi chica y miró la pantalla.
En esta hay un correo bastante largo. Al final de este puedo leer la palabra Gucci. ¿La persona que acaba de llamar es familiar del propietario de Gucci?
—¿Y quién es ese chico? —pregunto curioso sin entender absolutamente nada.
Vale, puedo ser un experto eligiendo telas, especialmente para lencería, pero no conozco a las personas que están detrás de todas las marcas de moda.
—Es el diseñador de moda de Gucci. ¿Y sabes qué es lo que eso significa? —me pregunta mirándome con una gran alegría.
—¿Trabajarás para la empresa? —pregunto esperando que afirme.
—¡Sí! —grita.
Se levanta de la silla y toma mi rostro besándome sin parar. Besa mis labios y cualquier lugar de mi rostro. Mis brazos se colocan alrededor de su cuerpo y, de esta manera, abrazo a mi chica.
Gucci es una marca muy famosa y sus prendas de ropa son realmente caras. Eider va a ser parte de esta gran empresa y no me lo puedo creer. Estoy muy orgulloso de ella. Estoy muy orgulloso de ella. Sabía que tarde o temprano su carrera sería más importante de lo que actualmente es.
—Por lo menos no ha llamado mientras estabas sintiendo un gran placer —susurró contra sus labios. Sonrío y paso mi lengua por su labio inferior— ¿Crees que llamará de nuevo? —preguntó deslizando mi mano derecha a su trasero.
—Me encanta tu cabello, ¿sabes?
Eider es una experta en parar estos momentos en los que sabe que algo pasará.
Suspiro de mala manera poniendo los ojos en blanco. Escucho su risita y se aleja de mi cuerpo. Camina hacia la puerta y escuchó cómo gritaba. La miro y puedo escuchar cómo varios trabajadores hablan con ella felicitándola.
Solo espero estar con Eider en estos momentos tan importantes para ella. La pasarela y ahora su nuevo puesto de trabajo. Pero mi futura esposa no sabe que a final de mes me voy, es decir, dentro de menos de dos semanas.

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𝐖𝐎𝐑𝐊
FanfictionQue te engañen es demasiado fácil, pero es todavía más fácil cuando te engañan en el trabajo. Jeon Jungkook tiene que mudarse a Australia para comenzar a trabajar en una empresa muy importante. Su prometida se queda en Corea extrañandolo. Pero esto...