Epílogo

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—¡Presentamos la colección de Eider West!

Mi chica mira hacia la derecha y ambos vemos a las modelos vistiendo la ropa que ha diseñado.

Las chicas caminan serias por la plataforma con movimientos sensuales. Mueven las caderas y me da la sensación de que su esqueleto se va a romper:

Sonrío al pensar esto y sigo viendo a las modelos, pero no me centro en ellas. Me centro en la chica que tengo al lado. La chica que me coge la mano con fuerza y comenta cosas sobre sus prendas de ropa está toda orgullosa.

Su sonrisa ilumina el lugar y juro que las luces no iluminan tanto como su bella sonrisa.

Con un simple movimiento, aparta su larga melena castaña colocándola detrás de uno de sus hombros. Aprieta mi mano un poco más fuerte e intenta no señalar mucho porque sabe perfectamente que varias cámaras nos están grabando y no quiere dar mala imagen los medios de comunicación.

—¿Recuerdas esta tela? —me pregunta cuando vemos a una modelo con una ropa interior rosa. Me centro en la prenda y asiento atrapando mi labio inferior en mis dientes.

—Esa tela la elegí después de volverte loca en un pequeño pasillo de aquella tienda —pasó la lengua por mis labios recordando lo que hicimos aquel día—. Estoy muy orgulloso de lo que hice, debo reconocerlo. Tu espalda estaba contra la pared mientras levantaba un poquito tu vestido para introducir mis dedos en tu preciosa tanga. Mi boca estaba en tu cuello y...

Se ríe avergonzada porque no cierro la boca estando en público sabiendo que alguien puede oirme. Me da un golpe en el pecho y ambos nos reímos mirándonos.

Siento un flash cuando nos estamos riendo y suspiro un poco mientras sonrío.

—Ahora nos siguen las cámaras y ya no te puedo meter mano —susurro cerca de su oído ocultando mi boca con una mano. Eider Se ríe un poco asintiendo.

Miramos la pasarela de nuevo y yo me desconcentro un poco mirando su pie moverse levemente.

—Estamos muy contentos de que esta pasarela se lleve a cabo dice una voz que se me hace muy familiar. Eider Sonríe escuchando a este hombre y yo me dedico a moverme en la silla mirando de un lado al otro intentando buscar a este hombre, pero no consigo verlo.

Veo como una cortina amarilla se mueve y detrás de esta aparece un chico de pelo largo marrón. Sostiene un micrófono,

Su ropa es muy formal, es decir, lleva un traje, pero no uno cualquiera. Los colores negro y verde se mezclan en este y su camisa es de color violeta.

Discretamente miro mi atuendo, Una camiseta negra, unos vaqueros negros algo rotos en las rodillas y unos zapatos verdes

Trago saliva y llevo mi mano libre a los labios. Mi otra mano sigue entrelazada con la de Eider.

No voy a hacer nada formal para este acontecimiento tan importante para Eider Y tan significativo para los medios de comunicación. Mi chica va mucho mejor vestida que yo y, por lo menos, dará muy buena imagen.

—Nuestra diseñadora no ha tenido un buen momento y debemos entenderla porque es un ser humano como todos nosotros —Alessandro mira a Eider y las cámaras van directas hacia ella y, obviamente, hacia mí. Intento no moverme mucho en la silla. No debería esconderme—. He acompañado a esta magnífica mujer en su momento más duro y ahora estoy muy contento de ver la preciosa vida que está creando.

La mirada de la gente y las cámaras no se apartan de la figura de Eider. Ella sonríe dulcemente sin parar de agarrar mi mano. Sonrío mirando a mi chica viendo su belleza para ocultar un poco mi mirada de las cámaras que están sacando fotos y grabando vídeos que seguro los publicarán en unos minutos o ya los están publicando.

Noto mi móvil vibrar en el bolsillo de mi pantalón y agradezco que esté en silencio. Alguien me está mandando muchos mensajes.

—Junto a Jungkook —dice su amigo y todo el mundo se centra en mí ahora—, un chico muy guapo, por cierto —escucho como se ríen los allí presentes incluso Eider. Acaricia mi mejilla y sonrió sintiendo cómo mis mejillas se sonrojan—, han creado una familia muy hermosa. No sabéis lo contento que estoy al saber que ambos son realmente felices con su pequeña.

Eider Acaricia mi mano antes de subir a la plataforma con Alessandro.

Me quedo allí con una sonrisa en los labios al escuchar las palabras de este hombre.

Una familia. Eider y yo tenemos una familia juntos.

Nunca antes he estado tan feliz en mi vida. Eider ha aparecido para llenar mi vida de momentos maravillosos. Me ha hecho sonreír todos los días desde que nos conocimos. He llorado con cada detalle que ha preparado para mí en alguna fiesta o en algún momento aleatorio.

Mi esposa Eider es mi felicidad y me alegro de tenerla conmigo día a día.

𝐖𝐎𝐑𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora