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Un silencio incomodo abrazaba al trío de aquella sala. Archie y Camila se encontraban sentados en un mismo sofá, mientras que observaban a Robert frente a ellos jugar con sus manos y su mirada gacha. Camila se había sorprendido mucho al verlo aquella tarde en la puerta de su casa pidiéndole una oportunidad para hablar. Archie por otro lado se encontraba confundido, bastante enredado. Por una parte estaba feliz de ver a su mejor amigo allí frente a él, habían pasado dos meses desde la última vez que habían hablado, aunque Archie no consideraba eso como una conversación, en realidad había sido como una amenaza. Y por otra parte, estaba algo atónito de verlo allí, ¿por qué no estaba celebrando con Eric estas fechas?

―¿Piensas decir algo o vas a quedarte así? ―cuestionó Camila sacando a Archie de sus pensamientos. Robert solo negó y alzó el rostro encontrándose con la mirada café de su mejor amigo. Archie inmediatamente desvió la mirada. ―Bueno, habla entonces.

―Quiero pedirles perdón a ambos... ―musitó en un suspiro. Robert pasó una mano por su cabello y luego miró a Camila. ―Perdón por dejarte el día de tu boda, Camila. Tenías razón, he sido un egoísta. Pensé en mi propio disfrute y no en ustedes. En verdad, perdón por todo. ―susurró haciendo una pequeña mueca.

Archie frunció el ceño. ¿Robert realmente estaba admitiendo que era un egoísta? ¿Camila se había dado cuenta de que Robert era un egoísta? Vaya, estaba bastante sorprendido de todo ello. Aunque feliz de que su mejor amigo estuviera admitiendo las cosas.

―Me alegra que hayas admitido tus errores, Robert. ¿Qué sucedió para que lo hicieras?

―Eric... él me engañó. Lo encontré hace dos días teniendo relaciones con una chica... ―murmuró bajando la mirada hacia sus manos. ―Archie, siempre tuviste la razón.

El moreno lo miró sorprendido. ¿Le estaba dando la razón? Vaya, ¿qué otras sorpresas tenia Robert ocultas?

―Yo lamento como ocurrieron las cosas, Robert. Por un momento pensé que habías logrado cambiarlo, pero me doy cuenta de que no fue así. ―susurró alzando sus hombros. Robert alzó el rostro y negó repetidas veces.

―No, no me trates así. No digas esas cosas.

―¿De qué hablas? ―cuestionó Archie ladeando su rostro.

―¡Eso! Eres tan amable, tan dulce conmigo. Me estas entendiendo, no me estas juzgando, no estás enojado conmigo. Después de todo lo que te hice, siempre seguiste allí para mí, siempre. A pesar de que te lastime de mil y un formas, siempre me trataste con cariño, Archie. Y no lo merezco, no merezco que me trates de esa forma. ¿Por qué lo haces? Camila me reclamó por no estar en su boda y tú... tú tenías que haber hecho lo mismo por tu regalo de cumpleaños y no... no lo hiciste. ¿Por qué, Archie? ―suspiró sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas.

Le dolía. 

Le quemaba el pecho aquel sentimiento de culpa. Él había actuado de formas horribles y aun así Archie lo trataba de buena forma, lo trataba como si nada entre ellos hubiera ocurrido. ¿Por qué no lo golpeaba o le negaba la oportunidad de hablar? Él había tenido que rogarle a Camila para poder hablar esa tarde, ¿por qué Archie no actuaba igual que ella?

―Robert... eres mi mejor amigo. Pase lo que pase, siempre lo serás. No puedo odiarte, el odio es un sentimiento muy horrible. Además, todos cometemos errores y tú cometiste muchísimos, pero estas arrepentido, has admitido que te equivocaste y eso habla de los cambios que has tenido que hacer para venir aquí y hacer esto. Te conozco. Eres el ser más orgulloso que conozco y aun así estas aquí... creo que ya has sufrido mucho. Además, yo no soy quien para juzgarte. Si quieres que te odie o que te niegue la oportunidad de hablar como tú lo hiciste, lo siento; pero yo no soy, ni seré como tú.

―Archie... ―susurró Camila al escucharlo terminar. Sin duda alguna, amaba a su mejor amigo. Era tan maduro, tan diferente a ellos dos. ―, ¿estás bien?

―Lo estoy. ―respondió colocándose de pie, arreglando un poco su ropa. ―Te perdono, Robert. Te quiero, eres mi mejor amigo y solo quiero que estés bien. Así que no te preocupes, ambos cometimos errores, unos más grandes que otros, pero lo importante es que hemos aprendido de ellos y hacemos lo correcto, pedir disculpas a las personas que lastimamos. Discúlpame a mí por fingir ser un anónimo, pensé que si te demostraba lo hermoso que eres, te amarías más y no cambiarías por Eric, pero eso ya es pasado y... es absurdo seguir hablando de ello. ―con cuidado se acercó a él y agachó para quedar a su altura. ―Solo no vuelvas a cometer estas mismas estupideces. ―susurró y luego abrazó con algo de fuerza. Robert correspondió a este y ocultó su rostro en el cuello de su mejor amigo comenzando a llorar desconsoladamente.

Camila los observó a ambos y suspiró. 

Archie tenía un gran y noble corazón. 

Querido RobertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora