La puerta se abrió de forma violenta a la vez que dos amantes ingresaban al departamento besándose y acariciando el cuerpo del otro con pasión y deseo. Archie apenas había logrado cerrar la puerta con sus pies antes de que Harry lo arrastrara hacia la habitación mientras le quitaba la camisa y le desabrochaba los pantalones. La única prenda de vestir que había sobrevivido hasta la habitación, fue la ropa interior que minutos después pasó a la historia dejando a ambos chicos desnudos uno frente al otro. Harry se sonrojó y empujó a Archie a la cama para luego subirse a horcajadas sobre él.
―Te extrañé muchísimo, amor... ―gimió el castaño mientras rozaba su miembro con el ajeno y sentía las manos de su novio estrujarle los glúteos.
―Y yo a ti, mi vida. La cama se siente muy fría sin ti. ―murmuró entre gruñidos el moreno, sintiendo como su novio le mordisqueaba parte de su cuello y clavícula. ―Creo que soñé con este momento durante estas dos semanas.
―Ay, que pervertido. ―chilló Harry alzándose para acomodarse y tomar el miembro de su novio para guiarlo hacia su entrada.
―Hey, espera, hay que preparar... ―un gruñido ronco salió desde lo más profundo de Archie, al sentir como la estrecha entrada de Harry le aprisionaba el pene con algo de fuerza. Harry por otro lado solo soltaba pequeños quejidos pero estaba consciente de su decisión. ―, había que prepararte. ―culminó la oración el moreno sentándose en la cama para llenar de besos el pecho del castaño, evitando a toda costa moverse para evitar lastimarlo.
―Lo sé, solo que... te deseo muchísimo, amor. ―susurró Harry rodeándole el cuello con sus brazos. Archie dejó los suyos alrededor de la cintura del castaño, quien después de unos largos minutos, comenzó a moverse gimiendo de placer. ―Te amo, te amo tanto, mi Archie. ―murmuraba entre jadeos, dejando caer su cabeza hacia atrás cuando gimió por más.
Archie obedeció inmediatamente y comenzó a moverse tan rápido como podía, sujetándose con fuerza de la cintura de su novio, dejándole besos en su pecho y cuello. Saboreando cada parte de su ser con sus labios, recorriendo aquellos lugares que tanto extrañaba con su lengua. Marcando con sus dientes los espacios recientemente descubiertos.
―Te amo, Harry. Mi Harry. ―dijo Archie alzando el rostro para ver a su novio. Sonriendo lascivamente al ver aquellas muecas de lujuria y placer adornando el rostro de su amado. Su corazón latía con tanta fuerza, golpeaba arrítmicamente contra su pecho recordándole que se encontraba con su otra mitad; con la persona que le provocaba esos latidos incesantes y demandantes de cariño y afecto.
Harry de igual forma sentía su corazón latir con rapidez. Cada parte de su ser se entregaba completamente a su amado, al dueño de sus sueños, de sus sonrisas, de su felicidad. Al dueño de su amor. Su otra mitad. Su alma gemela. El castaño bajó el rostro y miró a su novio. Ambos cruzaron miradas diciéndose todo lo que no podían expresar mediante palabras.
Se amaban.
Se amaban con tanta fuerza. Era como si sus vidas hubieran estado destinadas a estar juntas por mucho tiempo. Sus cuerpos lo sabían. Sabían reconocer a quien le pertenecían. A quien poder entregarse. Con quien hacer el amor verdaderamente. Ver a Archie era ver a Harry en su mirada, en su forma de hablar, en su manera de pensar, de expresarse y lo mismo ocurría en el castaño. No eran dos personas en una relación. Eran más que eso.
Eran dos almas destinadas a estar no en una vida, sino en muchas más.
―Te amo mí...
―Alma gemela... ―con la conclusión de aquella oración, ambos llegaron a un placentero orgasmo, obligándolos a aferrarse con cada parte de su ser.
Dejando caer su cuerpo sobre la cama, Archie mantuvo sujeto a Harry de su cintura todo el tiempo. Proporcionándole caricias en la espalda con las yemas de sus dedos. Harry solo sonreía atontado, feliz de estar en los brazos de su amado, sumergiéndose en un sueño profundo en donde por fin después de tantos obstáculos, podía estar con el amor de su vida.
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¡Capítulos finales!
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Querido Robert
Roman pour AdolescentsArchie es un joven introvertido que al ser criado en una casa hogar solo se tiene a él mismo; al menos hasta que ingresa a la secundaria y conoce a Robert, un chico bastante extrovertido a quien hacer amigos le resulta una tarea fácil. Sin...