Me cuesta olvidarte.

Comienzo.

*-*-*-*-*-*

Hola a todos los que siguen esta historia o a los que son nuevos, les traigo otro capítulo, espero les guste.

Nos leemos abajo.

-*-*-*-*-*-

Akaashi no pudo evitar sorprenderse ante el comentario de Koshi ¿Cómo qué Mamoru era producto de una aventura? Pero la verdad después de un análisis rápido supo que dicha versión podría ser cierta, pues era muy raro ver a un joven doncel, solo y embarazado, lejos de su ciudad natal.

-Huiste. - Afirmó un sorprendido Bokuto tratando de tener contacto visual con el doncel. Este por su parte solo asintió y apretó la taza de té que tenía en las manos. - ¿Y tus padres? - preguntó.

Keiji al ver que su pareja trataba de indagar más y que Koshi se incomodaba decidió calmar todo. - Bokuto-san, porque no vas por algo de comida para bebés... cosas que sean necesarias. - dijo mientras se ponía de pie y le lanzaba una mirada significativa al de cabellos bicolores.

Kotaro suspiró y se revolvió los cabellos incomodó, miró por última vez a Koshi y a Akaashi. - Pídele a una vendedora que te ayude. - aclaró Akaashi.

Mientras tanto el doncel miraba a su pequeño hijo dormir y evitaba mirar a Bokuto, le daba vergüenza, ¿Quién sabe qué pensaría ahora de él? Una vez la puerta principal avisó de la salida de alguien Akaashi optó por sentarse al lado de Koshi.

-Siento mucho haberte incomodado. - dijo el doncel mayor.

Koshi negó con la cabeza. - En algún momento tenían que saberlo. Si...Si no puedo seguir aquí, me iré. - Susurró. - Se que puede llegar a ser vergonzoso acoger a alguien como yo. - terminó de decir para levantar el rostro y ver a Akaashi quien lo veía molesto.

-¿Cómo qué alguien como tú? ¿Acaso eres un criminal? ¿Mataste a alguien? - levantó un poco la voz, causando que Koshi se encogiera un poco. - Porque yo solo veo a un joven que quiere proteger y cuidar a su pequeño y que quiere salir adelante solo. - llevó su mano al hombro de Koshi. - Mírame. - dijo imperativamente.

El pelicenizo le hizo caso y le miró. - Tendrías tus razones para huir, para no contarle al padre del Mamoru, pero quiero que sepas que Mamoru es muy afortunado de tenerte como madre, una madre que lo ama independientemente de cómo llegó a concebirlo y que está luchando para salir adelante. -

Koshi se mordió el labio y sin poder evitarlo unas lágrimas gruesas recorrieron sus mejillas. Akaashi sonrió sutilmente y se acomodó para poder abrazar a su nuevo amigo. - Estarás bien y mientras Bokuto-san y yo podamos te ayudaremos. -

*

*

*

Bokuto entró a la casa con unas cuantas bolsas en las manos, puso un poco de atención, pero no escucho a nadie en la casa, un poco raro, a decir verdad, porque Akaashi siempre le recibía. Con cuidado entró y se asomo por la puerta del salón principal, no pudo evitarlo y sonrió. Agradeció la temporada en la que estaban pues el kotatsu abrigaba a su pareja y a Koshi, estos dos estaban profundamente dormidos, uno al lado del otro, se fijó en el bebé y este tenía sus ojitos abiertos mientras succionaba su propia mano. Pareciera que Mamoru entendiera que su madre estaba cansada así que opto por permanecer callado y juiciosito.

Kotaro paso sigilosamente por la habitación hasta donde el infante yacía recostado, lo levantó y salió del salón, entendía que esos dos hubieran quedado dormidos, pues no habían pegado el ojo en toda la noche, a diferencia de él, que se había sentado en el sillón de la habitación del hospital y había quedado profundo pese a haber acordado unos turnos. En fin, salió del salón principal con el bebé en brazos, notó como este le miraba con entretenimiento, sonrió y Mamoru siguió observándole. No pudo evitar desear que el tiempo pasara más rápido para poder tener a su pequeño en brazos, poder ver a Akaashi con su niño y poder ser una familia feliz.