Mamoru se miró al espejo. Su nueva ropa y su cabello recién cortado. - ¿A dónde tenemos que ir? - preguntó nuevamente a Koshi quien en una maleta empacaba una ropa de cambio y otras cosas que podría llegar a utilizar ese día.
-Ya te dije que iremos a almorzar con tu padre. - comentó revisando que no le faltara nada.
-Yo...Yo no quiero mami. - dijo nervioso cuando recordó lo pasado con Daichi, su padre.
Koshi suspiró y llamó a su hijo para que se acercara. - Cariño, se que estas nervioso, entiendo, pero necesitamos hacer esto. Tienes derecho a conocerlo y pasar tiempo con él. Además me dijo que quería disculparse por lo de la vez pasada. - Acarició las mejillas. - Así que esforcémonos ¿si? - Mamoru tomó aire y asintió con energía, daría lo mejor de él.
-¿Todo listo? - preguntó Wakatoshi observandolos desde el marco de la puerta.
Koshi asintió y su hijo también.
-¿De verdad no quieres que te lleve? - preguntó el castaño entrando a la habitación, Mamoru por su parte salió a buscar a Kyou.
-Sería un poco incómodo, además quedé de encontrarme con Daichi en el parque principal del centro. - Suga aceptó la mano que el castaño le estaba ofreciendo para que se pusiera de pie. - todo va a estar bien. - Aceptó la ayuda y una vez de pie sonrió al ver la cara preocupada de Ushi. Se puso de puntillas y besó suavemente los labios delgados. - todo va a estar bien. - repitió.
Ushi abrazó a Suga aprovechando la cercanía. - Llámame si pasa algo. - susurró y sintió en su espalda unos pequeños golpecitos.
-De acuerdo, ahora déjame ir...se nos hará tarde. - se separó un poco nuevamente beso a Ushi y este le soltó.
-¡Mamoru, despídete y vámonos! - exclamó saliendo de la habitación.
-La maleta Koshi.- Le recordó Wakatoshi tomando el morral, era obvio que el doncel estaba nervioso.
-Oh gracias. - Sonrió y bajó las escaleras buscando a Akaashi.
Mamoru dio un beso a Kyou rápidamente y salió corriendo, su madre le había llamado.Por su parte el pequeño del BokuAka se quedó un rato detrás del arbusto donde normalmente se escondía con Mamoru, aquel acto se estaba volviendo un poco más regular, si bien era un simple contacto en la mejilla Kyou moriá de la felicidad y siempre anhelaba esas oportunidades.
Mamoru entró del jardín, se despidió de sus tíos y de los bebés. Ushijima le acarició los cabellos y sin más salió junto a su madre.
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Daichi estaba sentado en la banca del parque esperando por Suga y su hijo, si bien había estado bastante deprimido por la situación pudo reponerse, no lo diría en voz alta, pero si había llorado varias noches y se había encerrado en su habitación por un par de días. Sin embargo eso le ayudó, su amigo Asahi le acompañó por un par de días más, en una de esas noches, reflexiono y resurgió cómo una nueva persona. Dejando todo lo pasado en el pasado, miraría hacia enfrente, por salir adelante, por Mamoru. La situación con su padre si bien no era la misma había mejorado un poco, su madre, la mujer que siempre fue un poco sumisa ante el patriarca al enterarse de lo sucedido había dejado en claro a su esposo, padre de Daichi, que le dejara ser feliz. Ella misma aclaró la situación con los Michimiya, en pocas palabras Sawamura Daichi era una persona libre en todos los sentidos.
Brincó un poco en su puesto al sentir la vibración de su teléfono apurándose a contestar, Suga le estaba llamando. - ¿Suga? Se puso de pie y miró a su alrededor. - Oh...ya...si ¡Ya te vi! - Exclamó. A lo lejos vió al doncel y de la mano de este estaba Mamoru, ambos vestidos de manera casual. Respiró profundamente para luego dirigirse en dirección a ellos. Sentía su corazón latir fuertemente, quería abrazar a Mamoru y decirle que lo amaba, que lo perdonara, que le diera la oportunidad de recuperar el tiempo perdido.
Por su parte Suga miraba de un lado a otro buscando a Daichi, Mamoru hacía lo mismo también. Cuando el doncel encontró a el padre de su hijo este ya estaba cerca y él solo pudo apretar levemente la mano de Mamoru para llamar su atención. El niño miró en dirección a la cual su mami miraba y trató de soltarse de Suga para correr lejos, sin embargo no pudo y solo se pudo esconder detrás del doncel.
-Hola, Koshi. ¿Cómo estás?- Preguntó un poco nervioso Daichi sin saber cómo saludar al doncel.
Suga se sonrojó un poco al no saber cómo responder. - Ho...Hola Daichi. Yo estoy bien, si...-
Daichi solo pudo asentir levemente mirando un poco a Mamoru que seguía escondido. -Vale....-
-Oh...mmmm Mamoru, saluda. Por favor. - dijo el doncel sintiendo cómo su mano era apretada un poco por el niño.
-De...Dejalo...Mmmmm quieres que nos sentemos un poco. - Hizo un pequeño señalamiento a las sillas.
Sugawara asintió y se disculpó en un susurró, los niños eran impredecibles en definitiva Mamoru necesitaba tiempo.
Suga en un movimiento cuidadoso se dio la vuelta, dejó a su hijo frente a él para así darle la espalda a Daichi quien a su vez estaba un poco confundido. Suga en voz bajita le susurró a Mamoru. - Recuerda, nadie te va a hacer daño, yo no te dejaré solo. Daichi, tu padre no es malo. Conozcanse. - El niño limpió sus ojos y asintió. Sin más se dio la vuelta.
Daichi y Mamoru se miraron por unos minutos. - Yo soy Mamoru y no me gustó lo que hiciste. En la escuela nos dijeron que los papás nos tienen que cuidar y querer. No me gusta ver a mi mamá llorar y no te perdonaré si lo vuelves a hacer. ¡Debes ser un buen papá! -
Los adultos le miraron sorprendidos, en serio el niño había dicho eso, la determinación estaba presente y no había ni un deje de broma en aquellas palabras.
-Lo seré. - Solo pudo decir Daichi, dio unos cuantos pasos para luego inclinarse y quedar a la misma altura de su hijo. Sonrió. Mamoru estaba temblando, pero no dejaba de mirarle a los ojos. Definitivamente era su hijo, era igual que él a esa edad, la única diferencia era el hermoso lunar que adornaba su ojito. - Quiero pedirte perdón, prometo nunca lastimarte ni a ti, ni a tu mamá. - Cogió las pequeñas manos. - Estaré para ti de aquí en adelante, nunca te faltará nada de mi parte. - Sonrió mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Mamoru asintió también al borde de las lágrimas. - ¿Te puedo abrazar? - preguntó con la voz quebrada. El niño asintió nuevamente. Sin dudarlo Daichi se arrodillo y atrajo a Mamoru para luego abrazarlo con un cariño inmenso, ambos lloraron. Suga por su parte caminó lentamente y se dejó caer al suelo, justo detrás de Mamoru, Daichi también le atrajo y el doncel no deshizo el agarre.
La gente miraba la escena de reojo y seguía su camino, los tres necesitaban eso para sanar un poco la herida que el tiempo había dejado. El tiempo no se recuperaría y habían aprendido de cada uno de sus errores, sin embargo el futuro brillaba con calidad y amor.
*_*_*_*
Hasta aquí llega esta historia.
Muchas gracias por su apoyo, por sus votos y comentarios.
Un proyecto que ame, una de mis historias favoritas, que si bien tenia planeado DaiSuga termino con un twist sin embargo estoy feliz.
No me lo creeran, pero lloré cuando estaba terminando de escribir.
No tengo una fecha para una segunda temporada ¿Les gustaría?
Gracias y los amo.
*_*_*_*
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Me cuesta olvidarte.
FanfictionSugawara Koshi da a luz a su pequeño hijo de forma inesperada, llora de alegría por tener a su hijo en brazos y a su vez llora por que aquel infante se parece a la persona que tuvo que dejar. Le costara olvidarse de aquel hombre que tanto ama y tr...