Respuesta.

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Suga borró nuevamente lo poco que había escrito en el teléfono, llevaba más de veinte minutos escribiendo y borrando, no sabía cómo responder al mensaje de Daichi. Desde que este le mando ese mensaje en donde le exigía una respuesta habían pasado ya unos tres días, Akaashi ya estaba en casa y como se lo había dicho Ushijima, estaba en "Vacaciones" suspiró, Ushijima era su otro problema, si se le podía decir así, el castaño desde ese mismo día no le había vuelto a hablar.

Respiró profundamente y como si la inspiración le hubiera golpeado escribió un mensaje no tan extenso, lo releyó y asintió. – Perfecto. – Pulsó y envió, no había vuelta atrás.

-¡Suga! – gritó Bokuto desde el segundo piso. - ¿¡Se demoran los biberones!? –

El nombrado salió abruptamente de sus pensamientos. – ¡No, ya los subo! - respondió mirando el agua que hervía y los biberones que esperaban ser usados. Le estaba ayudando a la pareja que siempre le dio la mano. Dejó el móvil a un lado y se dispuso a hacer la formula, no tan caliente, no tan fría. Apenas para sus sobrinos, cuando salió decidió pasar rápidamente por el salón principal donde Kyou y Mamoru estaban. Los niños jugaban tranquilamente, sonrió y se dispuso a subir al 2do piso, al llegar al cuarto sonrió, Akaashi estaba bañándose y Bokuto se encargaba de vestir a cada uno de los bebés.

-Ya están. – dijo suavemente y recibió una sonrisa por parte de Kotaro. Los gemelos luego de cambiados estuvieron bebiendo el biberón que cada uno de los adultos le dio. – Yoichi es muy tranquilo. – Sonrió al ver como el mayor de los bebés, el varón, tomaba del biberón y movía sus manitas de forma graciosa. –

-Vamos Mirio, debes comer algo. – Kentaro suspiró un poco preocupado, su segundo hijo doncel que pese a todo nació bien tenía problemas para comer y era de tiempo alimentarlo.

– Por papá debes comer bien. – El niño hizo un puchero y apretó sus manos. – Oh no... va a hacer una pataleta. – dijo un poco divertido.

Cuando Akaashi salió del baño agradeció a Koshi por su ayuda y mandó a su esposo a supervisar a los niños más grandes. Se acomodó en la cama con sus hijos cerca a él. Miró a Koshi. – ¿Y bien? – Recibió una mirada confundida del doncel menor. – Se que ha pasado algo... más te vale contarme...-

Sugawara suspiró, su idea no era contarle nada a Keiji, por el momento, quería solucionar ese problema por si solo, suspiró. – Me encontré con Daichi...Por error. -

-¿¡Qué!? – exclamó el peli negro, pero tapó su boca rápidamente y le hecho un vistazo a los gemelos, estaban dormitando. - Pero ¿cómo? – Preguntó Akaashi cuando quitó las manos de su boca, escuchó con atención lo que pasó y suspiró, mando sus cabellos para atrás tratando de despejar cualquier pensamiento que se le cruzara.

-Hoy le respondí el mensaje. – confesó Suga.

-¿Qué le escribiste? – preguntó curioso y preocupado.

Koshi le paso el móvil y Akaashi busco el mensaje.

Para: Desconocido

Asunto: Re: Tenemos que hablar.

No creo que tengamos nada que hablar, Daichi. Dónde estuve o no... No es de tu incumbencia. El niño es mi hijo y no te interesa quien es su padre, te pido por favor no vuelvas a hablar con él ni conmigo.

S.K

Daichi tiró el móvil a la cama de manera violenta, había salido del baño luego de una larga ducha y se había emocionado al ver que tenía una respuesta de Koshi, pero se enfureció al leer la respuesta tan tosca y carente de emoción adicionando que efectivamente le confirmaba que Koshi tenía un hijo. Se sentó en la orilla de la cama y despeinó sus húmedos cabellos, debía hablar con él en persona, le volvería a escribir, iba a insistir y si no aceptaba necesitaría tomar medidas drásticas ¿Un detective era mucho? Probablemente Bokuto sabía algo...Bueno probablemente no...pues estaba seguro de que su Koshi y el peli plateado eran cercanos.

Me cuesta olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora