Me cuesta olvidarte.

Recuperación.

Déjame enamorarte, Koshi. – Susurró. – Hare lo que sea...pero se mío. –

El doncel mordió su labio y más lagrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas. – No es justo para ti. – habló un poco más duro. – No lo es... Daichi. –

-Ese hombre no te merece...No merece a Mamoru. Ambos merecen ser felices. - Con un movimiento ágil y cuidadoso hizo que Koshi quedara frente a él, al ver el estado de Koshi se arrepintió. No quería aprovecharse del doncel cuando más débil y confuso estaba. – Es mejor...Es mejor si me voy por el momento. – Se puso de pie rápidamente y sin más salió de la habitación. -Maldición. – susurró y jalo sus cabellos desesperado. Suspiró encaminándose hacia la salida y bajando así por las escaleras. De repente fue estampillado contra una de las paredes. – Pero que... -

-No quiero estar solo, me canse de la soledad... de pensar en alguien que me lastimo...pero a su vez este sentimiento de amor hacia él no me deja en paz... me es difícil olvidarlo...Mamoru es como una réplica de su padre... Pero...Pero yo quiero ser feliz... - Dijo Koshi de manera rápida y agitada abrazando al castaño.

-Koshi... - susurró Wakatoshi para devolver el contacto al peli cenizo. – Se que lo que sentiste por él fue algo muy fuerte...

El doncel se aferró más fuerte. – En...En tus manos esta mi felicidad y la de mi hijo... - Levantó la mirada y miró a el Ushijima. – No me dejes solo, cuando vi como te ibas...tuve miedo...miedo a quedarme estancado en algo que solo me traerá dolor...-

-Eso no pasara...Ya no más. - le abrazó fuertemente. – Confía en mi...ámame a mi.- se separaron un poco para mirarse y lentamente se fueron acercando para besarse.

En ese momento un sentimiento que Koshi hacia extinto surgió levemente. Ya era hora de avanzar, era hora de ser feliz...de hacer a su hijo feliz. El beso fue subiendo de tono, tanto así que ahora era el doncel quien estaba arrinconado contra la pared mientras que Wakatoshi le comía la boca con un candente beso.

-Mghh. – Jadeó al sentir como su lengua había sido mordida.

-¡Ah! ¡Lo siento! – exclamó el castaño un poco avergonzado. Había perdido el control, lo que había deseado tiempo atrás se había cumplido. Antes había compartido algunos besos con el doncel, sin embargo, este último había sido único.

Koshi negó nervioso. – Tranquilo. – Ambos se quedaron en silenció desviando la mirada, estaban avergonzados.

-De igual manera... creo que es mejor que me vaya. Necesitas descansar y Mamoru también. – susurró Wakatoshi dándole un suave beso en la mejilla a Koshi.

-Quédate...por favor. – Respondió el doncel aferrándose a las ropas del más alto.

-Pero...-

-Solo esta noche... yo... -

Wakatoshi suspiró y sonrió tranquilo. – Vale...Subamos. –

Sugawara asintió y se adelantó para subir las escaleras, sin embargo, el castaño lo detuvo.

-Solo para confirmar...Estamos saliendo ¿Verdad? – preguntó tímidamente Ushijima.

El doncel rio y saltó en dirección al castaño para ser recibido en brazos. – Si. Por favor cuida bien de mi y de Mamoru. – susurró al oído de Ushijima.

Sin más el más alto subió nuevamente a la habitación donde ambos se encontraban anteriormente y donde aún yacía el pequeño Mamoru durmiendo.

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