Huir.

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-¡Kotaro!- exclamó Akaashi desesperado, el dolor en el vientre era muy fuerte y tenía miedo. El nombrado miró rápidamente hacia atrás y luego volvió la mirada al camino, tenía prisa, estaba asustado, pero ahora su esposo necesitaba de él. El embarazado se sostuvo de la mano que Suga le ofrecía y le agradeció con la mirada al no dejarlo solo.

Los niños estaban en la parte trasera de la camioneta y miraban asustados el estado de Keiji, Kyou soltaba ligeras lágrimas de sus ojos azules, Mamoru le cogió la mano y le sonrió para calmarlo. – Los bebes estarán bien y mi tío Keiji también, él es fuerte. – aseguró apretando la manito del menor.

Pronto llegaron al hospital donde ya los esperaban con una camilla, un médico y varias enfermeras. Un poco retirado, pero atentos, se encontraban los padres de Kotaro, ya habían sido avisados por Suga. Bendita la fuerza de Bokuto pues sin esfuerzo pudo levantar a Akaashi en brazos para depositarlo en la camilla, sin más salió corriendo con el equipo médico. La abuela de Kyou le cogió de la mano y a Mamoru también, saludó y agradeció a Suga por el aviso. El padre de Kotaro había salido para acomodar el carro, su hijo lo había dejado casi que en la puerta.

-Oh Suga, cariño, gracias por todo. – dijo la mujer con agradecimiento.

-No...No es nada. – dijo quedito y un poco desconcertado.

La mujer le vio un poco confundida. – Vamos, entremos para ver como esta Keiji-kun.- dijo empezando a caminar con los niños aun de la mano.

-¿Mami? – le preguntó Mamoru soltándose de la abuela y mirando a Suga. Este levantó la mirada y sonrió a su pequeño, un lágrima se le escapó, la limpió rápidamente para luego acercarse y levantar a Mamoru en brazos.

-Tio Keiji estará bien, no llores.- dijo el niño acariciando la mejilla de Koshi.

El corazón de Koshi se comprimió, su hijo era tan lindo y especial, siempre era atento con todo el mundo, era justo y un buen líder, eso lo había notado un tiempo atrás cuando se realizaron los juegos olímpicos del jardín del menor. Era Daichi, totalmente Daichi.

El verlo ahí, sentado y sonriéndole a su hijo le había cogido de sorpresa, pero en un muy mal momento, Akaashi no estaba bien y su última resolución había sido olvidarlo y ser feliz, pero ahora veía que no iba a ser posible.

-¿Koshi-kun? – le preguntó el padre de Kotaro al verlo aún cerca a la puerta. - ¿Estas bien? – le preguntó y luego miro a Mamoru quien tampoco parecía saber nada.

-Si...Si estoy bien. – dijo.

-Entonces vamos. – Le ordenó suavemente.

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Yuki, la madre de Kotaro estaba sentada en la sala de espera, suspiró al ver como su hijo aún caminaba como perro guardián frente a la puerta por la cual se habían llevado a Keiji. – Estará bien. – dijo mientras miraba a su nieto dormir en sus brazos.

-¡Llevan una eternidad!- exclamó desesperado.

Kentaro blanqueó los ojos. – Son gemelos, hijo tonto. – se puso de pie. – No van a salir como si de un estornudo se tratase. – cogió a Kotaro del brazo y lo arrastró junto a él. – Tomate un café, esto va para largo. –

La mujer suspiró, de tal palo, tal astilla. Sabía que su esposo estaba igual de desesperado que su hijo, solo que la edad le había hecho amedrentar. Miró junto a ella como Mamoru dormía y como Koshi miraba a la nada. Con un poco de dificultad se puso de pie y se acercó al doncel que no reaccionó ante sus movimientos.

-Debe ser incómodo para ellos. - susurró acomodando a Kyou junto al niño mayor y les tapo con la cobija.

-Mmm. -respondió Koshi de manera robótica.

Yuki se puso frente a Suga y se arrodillo frente a él para luego agarrarle las manos, sacando así a Koshi de su letargo.

-Sabes que puedes confiar en mí, ¿verdad?- le dijo.

Koshi mordió su labio y lloró silenciosamente. Aquella mujer era como una madre para él. – Yo...Yo no sé qué hacer...-

La madre de Kotaro le abrazó fuertemente. – No se que esta pasando, pero se que eres muy fuerte y lo podrás resolver, llegado el caso se te dificulte puedes confiar en todos nosotros, no estás solo. -

Claro que lo sabía, lo sabía muy bien y le dolía el hecho de saber que su propia familia nunca le brindaría lo que estas personas si.

Padre e Hijo Bokuto llegaron de la cafetería con unas bandejas en las manos y se sorprendieron un poco al ver a Koshi dormido junto a Yuki, está al verlos sonrió e hizo un ademán para que no hicieran ruido.

Era la media noche, los niños habían despertado de su pequeña siesta y los adultos estaban expectantes acerca de Keiji. Se sorprendieron un poco al ver a Ushijima llegar, más su presencia les calmo. -¿Cómo está todo? Preguntó soltándose un poco la corbata y sentándose al lado de Koshi después de haber saludado a los presentes.

-Hace poco salieron, lo tienen sedado, pero dicen que está bien. Al ser gemelos es un poco complicado, dijeron que más tarde puede entrar Kotaro. – le respondió Koshi.

Ushijima se calmó un poco al enterarse de lo último y se sorprendió un poco al sentir como Koshi le cogía de la mano.

-Po...podemos hablar... a solas. – susurró.

El castaño se puso de pie y cortésmente se alejó con el doncel, en un pasillo medio alumbrado Ushijima arrinconó a Suga, este agachó la cabeza y Wakatoshi aprovechó para besar suavemente el pedazo de piel descubierto.

-Mgh..- jadeo Suga.

-¿Qué pasa? – susurró.

Suga se aferró nuevamente a la mano del mayor aun sin levantar la mirada. – Hoy...Hoy yo...- No pudo continuar debido a que Ushijima le levantó el rostro suavemente y le besó con cariño.

Aquel ósculo continuo por unos segundos más, pero algo en la mente de Koshi le alertó, eso no podía seguir así. Con delicadeza terminó el beso más no pudo decir nada al ver la suave sonrisa que Wakatoshi le daba.

-¡Mami!- exclamó Mamoru desde el pasillo. – ¡Tio Keiji está teniendo los bebés!

Ushijima salió corriendo detrás de Mamoru y Koshi iba a hacer lo mismo, pero el sonido de su celular lo detuvo.

De: Desconocido

Asunto: Tenemos que hablar.

¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿Ese niño es tuyo? ¿Quién es el padre?

Koshi...debemos hablar. Esta vez no te dejaré escapar.

S.D

*_*_*_*_*

Hola a todos, lamento la demora y lo corto del capitulo, pero ultimamente he estado muy ocupada. 

Espero que les haya gustado.

Dejenme saber que les parecio, voten y comentes. 

Saludos. 

*_*_*_*_*


Me cuesta olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora