Amigo.

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Suga medio abrió los ojos y sonrió levemente al ver a Wakatoshi dormir junto a él. Habían hablado gran parte de la madrugada y de eso había sacado una conclusión. Ushijima era un buen hombre y él era afortunado de tenerlo al lado. Se acercó un poco más para sentir el cálido cuerpo de Waka y este le abrazo por inercia. Suga aprovechó, repartió varios besos en el pecho del castaño para le devolverle el abrazo. - Te amo. - Había susurrado y se regaño mentalmente... no quería que Ushi se enterara, levantó la mirada y su rostro se enrojeció. El castaño le estaba mirando sorprendido, aquella confesión le había quitado el sueño. Sus miradas estuvieron fijas por unos segundos y de maner rápida Ushi le besó con mucho deseo y amor, Suga le respondió gustoso. Con unos cuantos movimientos de ambas partes Wakatoshi logró quedar encima de Koshi. - Yo también te amo...mucho. - susurró en el oído del menor para luego besar la sensible zona. El doncel gimió bajito y se aferró a la espalda de su novio. - Levanta las caderas. - Ushi volvió a susurrar y el solo hizo caso.

Una vez desnudos y debajo de las sábanas el castaño preparó con algo de ansias al doncel y sin mucho pensarlo lo penetro. Koshi gimió al sentir cómo su carne era estirada deliciosamente. No dolió pues ya su entrada ya estaba lo bastante húmeda para la acción. Waka gruñó ante la sensación para luego tomarse unos minutos y disfrutar de aquello.

Suga por su parte llevó sus manos a su pecho y comenzó a jugar con sus pezones, disfrutaba jugar con ellos, obviamente Ushi se percató de ello y reemplazó a Suga, ahora era él que que jugueteaba con los pezones rosas del doncel quien al verse sin hacer nada empezó a tomar control de la penetración sus caderas contra las de Ushijima. Los minutos pasaron y la velocidad aumentaba de manera natural, ambos querían satisfacer al otro. Suga se sorprendió cuando Wakatoshi empezó a masturbarle con igual intensidad. - Me...Me corro... - Jadeo para luego morder el cuello del mayor. Ante esto Ushi movió sus caderas y la mano, al poco tiempo ambos se corrieron.

Ushijima se iba a acomodar, pero Suga no le dejó, se aferró del castaño con las piernas y le abrazo. - Te amo...Te amo mucho. - susurró él.

Waka se dejó hacer y devolvió las mismas palabras compartieron un beso y unos cuantos minutos en la misma posición.

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-Ya sabes lo que tienes que hacer ¿verdad? - preguntó Daichi por teléfono.

-Si Daichi, soy tu abogado, se lo que tengo que hacer. - Asahi colgó el teléfono y reviso por última vez el portafolio asegurándose de que los papeles estuvieran completos. Sin más bajo del carro y caminó hasta la casa de Suga, respiró profundo cuando llegó a la puerta y dudo un poco antes de timbrar, se dio valor y lo hizo. Pasaron unos pocos segundos y la puerta se abrió, pero se sorprendió al no ver a nadie, bajo la mirada y se sorprendió al ver al pequeño niño, en definitiva era Daichi en su versión infantil.

-Buenas tardes señor ¿A quien busca? - preguntó el niño formalmente.

Asahi se quedó sin habla mientras seguía observando al menor.

-Mamoru, sabes que no puedes abrir la puerta a extraños. - dijo Ushijima abriendo un poco más la puerta para interponerse entre el niño y la persona desconocida que ahora tenía enfrente. - ¿En que le puedo ayudar? - preguntó seriamente.

Asahi carraspeó la garganta para poder componerse un poco ante la sorpresa de ver aquel niño, en definitiva Daichi era el padre. - Oh si, estoy buscando a Kos...A Sugawara Koshi. - Respondió de manera casual.

Me cuesta olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora