Lluvia.

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Ha pasado una semana, mis amigos me han preguntado mucho acerca de Chica D. Y honestamente, no quiero ni pensar en ella.

No sé porque hacerlo me hace sentir mal, solo me enteré de que tiene novio ¿y eso qué, por qué tendría que importarme?

Decidí concentrarme más en mis estudios, aunque me han dicho que estoy sobrepasando mis límites, entrar a Point es todo lo que me queda, estudio casi todo el día, tan solo atiendo a los clientes y continuo leyendo y escribiendo mis notas, estudió en la hora de descanso y en casa hasta caer dormido en la madrugada.

Últimamente me siento demasiado cansado, estoy seguro que en algún momento caeré al suelo.

Este día era lluvioso, helado y tranquilo. Perfecto para tomar un café, y sí, el lugar estaba lleno y yo cansado, Rad y Enid no se veían mejor, todas las mesas ocupadas, gente pidiendo de aquí para acá.

Cada quien en lo suyo, incluso Rad me estaba ayudando a atender a algunos clientes.

—¿Estás bien, KO?— me preguntó Enid al ver como me sujetaba la cabeza con la mano por el mareo.

—¿Ah?...¡Oh! Sí, sí estoy bien, gracias Enid...— mentí con una sonrisa falsa.— Es solo que el día ha estado algo difícil...

—Bueno, tienes suerte que no ha llegado tu grupo favorito de estudiantes.— dijo ahogado una risa.

—Que graciosa.—Respondí con sarcasmo.

Ya son las 4 de la tarde, el día no ha cambiado, la lluvia continua... igual que los clientes.

La campanilla de la puerta se abrió por milésima vez, eran esas chicas, estaba a punto de irme a esconder, pero ellas tan solo se sentaron y empezaron a llamarme en específico a mí.

—¡KO!
—¡¿Nos extrañaste?!
—¡Ven a tomarnos la orden!
—¡Rápido!

Realmente no quería tener que lidiar con ellas, pero no tenía opción.

—¿Que puedo servirles hoy, señoritas?

Y como era de esperarse, ellas empezaron a llenarme de mimos y piropos, los cuales realmente no preste mucha atención ya que eran muy repetitivos y me limitaba a sonreírles.

La campanilla sonó de nuevo, con el rabillo del ojo observe a quien tendría que atender luego.

Cabello largo castaño, piel clara y bellos ojos, ella se acercó a Enid a pedir una mesa, Enid me volteo a ver disimuladamente con sorpresa, la mandó a una mesa que acababan de desocupar, exactamente en la que siempre la vi sentada.

Usaba un impermeable amarillo patito, botas azules y llevaba un paraguas, el cual dejó al lado de su mesa, se sentó y se quito el impermeable dejado ver un suéter amarillo claro y una bufanda verde limón alrededor de su cuello.

Otra vez ella...

Siempre tan linda, luciendo la sonrisa más encantadora de todas.

—¡KO!

El grito de las chicas hizo que le quitara los ojos de encima a la acaramelada.

—¿Que pasa?

—¡Dijimos de que te sentaras con nosotras!

—¡¿Qué?! ¡Pero no puedo, t- tengo que trabajar!

—¡Eso no importa, no nos iremos de aquí a menos de que te quedes un rato a nuestro lado!

Voltee de nuevo, Chica D. parecía no saber que yo estaba aquí, se encontraba leyendo, Rad a lo lejos me la señaló con la mirada diciendo:

"—¡Ve con ella!"—Refiriéndose a la chica de lentes.

➹ᎽᎾ sᎾᎽ ᎠᎬᏁᎠᎽ (ᏦᎾ x ᎠᎬᏁᎠᎽ)➹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora