No tan niño (YOONMIN) Primera Temporada

Capítulo 24

Cuando los rayos del sol entrando por la ventana aumentaron de intensidad, Jimin despertó, a pesar de no querer hacerlo sus ojos se abrieron por si solos; estos ardía y se sentían inflamados por el llanto nocturno, pero su pequeña molestia paso a un segundo plano al ver aquella mujer y hombre frente a él.— -¿Quién son ustedes? -. Habla, sintiéndose aterrado, la mujer le mira con ternura.

— Descuida pequeño, hemos sido contratados por el señor Min, somos psicólogos y vamos ayudar a tu lobo a superar esto —. Jimin comprende con rapidez, molesto e indignado se levanta con claras señales de querer marcharse, es más ni siquiera duda en empujar al hombre que es un poco más grande que él. Toma su maleta e intenta abrir la puerta, pero el sonido en su cuello le hace llevar sus manos hasta allí.

— ¡No me jodas! ¿Es en serio?— . Pregunta pero nadie le responde. Soltando su valija se dirige al espejo frente a él, encontrando en su cuello una delgada correa negra con un localizador en este.

— ¿Lo hizo él?—. A pesar de que sabe que la respuesta es sí, aún tiene la esperanza de que no sea verdad.

— El señor Min lo hizo por su bien, no quiere que vuelva a perderse y algo malo le suceda—. Le dice el hombre, Jimin abre sus labios un poco, está a punto de decir algo, pero la puerta abriéndose llama toda su atención.

— ¡Salgan!—. El pequeño rueda los ojos al oír a Irene.

— ¿A qué vienes?—. La chica se sorprende al oírlo.

— ¿Por qué tan agresivo pequeño?—.

— No me llames así —. Dice con voz firme.

— ¿Quién eres?—. Pregunta la chica achicando sus ojos.

— Park Jimin, no es obvio—. Responde acercándose a ella. — ¡Largo de aquí!—. Le gruñe, la chica igual se lo devuelve. El aroma del ambiente se tensa y Jimin se enoja más al percibir el aroma de esa chica en su habitación.— ¡Largo! Tu aroma me fastidia—.

— Ah, eres el lobo del pequeño ¿Dime, donde está el humanito?, ¿llorando en un rincón?—.

— Te voy a dar sólo una oportunidad de salir con decencia de esta habitación, o me encargaré de sacarte yo mismo—.

— Inténtalo—. Le reta, Jimin la toma del brazo con fuerza, pero la chica se zafa rápidamente.— Vamos lobito deja que sea el humano quien afronte esto, vamos, quizás se tire por el ventanal, sal, déjalo sólo, como te dejo tu alfa—. Jimin corre a encerrarse en el baño, no quiere oírla, no desea verla.

— Finges ser fuerte pero eres igual de débil que el humano—.Comienza a hablar la mujer.— Vamos lobo, vamos, déjalo solo, eso es lo que merece, tu deberías ocultarte, Yoongi no merece el poder verte-.

Jimin solo escucha sin querer darle importancia, intentando quitar ese raro collar de su cuello, pero cuando el nombre de Yoongi sale de los labios de Irene el sale del baño.

Busca con afán su teléfono, todo ante la atenta mirada de Irene, pero en un momento se detiene al sentir la puerta abriéndose, al ver a los hombres de su esposo tomar a la chica y sacarla se siente un poco relajado, pero esta desaparece al ver los dos psicólogos nuevamente.

—Vamos a tener una larga conversión —. Le dice la psicóloga mirándolo retadora, acercándose para arrebatar de sus manos el teléfono que por fin había encontrado detrás de las almohadas.

....

Yoongi sostiene su celular contra su oreja escuchando la voz de su mejor amigo dañarle los tímpanos.

— ¿Crees que contratarle psicólogos va ayudarle? ¡Por todos los lobos Jimin debe estar tan triste! Búscalo, soluciónalo—.

— No sé qué hacer—. Dice mientras se mueve por toda la habitación.

— Mira, no voy a juzgar la decisión que tomaste, cuando quieras contarme el porqué de ello lo haré, mientras tanto no; ahora sólo importa que busques a Jimin e implores su perdón, o simplemente déjalo ir—.

— ¿Cómo puedes pedirme eso último?—.

— Porque es lo mejor que se me ocurre. Acabas de hacerle el mayor de los desplantes a su lobo, te negaste a la marca ¿Sabes las repercusiones a futuro que eso tendrá? —.

— Lo sé, ¡mierda lo sé!, Hoseok no sé qué hacer, estoy tan asustado, no quiero perderle, nunca debí ir a su habitación, nunca debí hacerlo mío—.

— Esperaba que te arrepintieras de haberte negado a la marca no de acostarte con él ¿Acaso no te gusta cómo hombre?—.

— Claro que me gusta, estoy enamorado de Jimin, incluso se lo dije, pero él no respondió nada. Sólo tuve miedo ¿Y si en el futuro el decide que nunca me amara y quiere dejarme? Sufriremos mucho si la marca existe, no quiero eso, no quiero sufrir, ni hacerlo sufrir a él—.

— Entiendo, ¿no crees que te amé?—.

— No lo sé, creo que siente cosas por mí porque soy su predestinado, pero, supongo, que este no es el tiempo que la luna había preparado para los dos, creo que me adelante y voy aburrirlo antes de que pueda llegar amarme plenamente—.

— No lo hará —

— ¿Cómo lo sabes? Soy tan posesivo, tan celoso, tan malo demostrando mis emociones, tan aburrido amargado; en cambio Jimin es todo lo contrario, es vida, es euforia, es lujuria y ternura. Jimin merece más de lo que puedo ofrecerle, y sé que lo sabe—.

— Yoongi, Jimin no es tu madre, no te atrevas a siquiera compararlo—. Yoongi analiza lo dicho sintiéndose mucho peor que antes.

— Hoseok tengo miedo—. Solloza un poco, permitiéndose aquello porque su rostro no puede ser visto por su amigo.

— Y estas en tu libre derecho de sentirlo, pero amigo, permítete también confiar en Jimin. El pequeño te ama y si no te lo dijo quizás fue porque lo tomaste por sorpresa, el pequeño sólo ha conocido el amor que su hermano le brindo por años, debe estar tan confundido—.

— ¿Qué debo hacer ahora?—.

— Buscarlo es lo primero, llévalo a cenar y explícale todo lo segundo-.

— Lo haré—. Dice Yoongi.

— Y otra cosa, quítale el teléfono a Jimin, si llama a Woozi y le cuenta créeme que tus madre y mi bella Yoonji van amarte —.  Yoongi hace un sonido de aprobación ante el sarcasmo de su amigo y simplemente cuelga la llamada, buscando en su celular algún restaurante que sea del agrado de su esposo, tiene trabajo que hacer.