Capítulo 64

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En el tren

Jimin trataba de concentrarse, de eliminar sus miedos, él quería enfrentar aquel hombre, deseaba hacerlo, pero no se sentía preparado todavía para lograrlo, así que dándose ánimos decide levantarse al baño y juntar el valor allí. Sería un chico grande y vencería a lo que más horror le causaba, el rostro del hombre que consideraba el causante de todos sus males.

— Volveré en seguida —. Informa el pequeño, la mujer sólo asiente con su cara fruncida sin darle importancia alguna a las palabras de Jimin.

El pequeño camina algunos pasos, pero luego los detiene, quiere preguntarle a Irene si trae consigo un poco de antibacterial, así que sólo devuelve los pasos que realizo. Al volver él ve a la chica de espaldas hablando al parecer por teléfono, no quiere molestarla ni ser grosero al oír su conversación, pero su nombre saliendo de los labios de Irene llama su atención.

— Llegaremos en menos de media hora, ya sabes lo que debes hacer, al bajar del tren tú lo tomarás, estoy pagando buen dinero por efectividad, lo quiero muerto—. Jimin se congela, pero su lobo es el que toma el mando por un momento, comenzando a caminar, alejándose de allí para evitar que Irene pueda verle y saber que ha descubierto su plan.

Con su corazón latiendo a mil el pequeño entra en el baño, necesita lavar su rostro para concentrarse y poder lograr encontrar una solución a su problema.

Fingiendo no temer ni un poco, Jimin vuelve a su asiento, recibiendo una dulce sonrisa por parte de la mujer, el pequeño junta las fuerzas para devolvérsela.

— Deberías quedarte quieto ya, sólo falta algunos minutos para llegar—.

— ¿Cuántos? —. Pregunta Jimin observando a la chica que mira el reloj en su muñeca.

— Exactamente como unos 25 minutos—. Jimin sonríe incómodo, él no posee nada para contabilizar los minutos; aun así, su mente es ágil por lo que discretamente ojea de vez en cuando el reloj de Irene.

Jimin volvió a ponerse en pie, cuando menos de 5 minutos para llegar faltaban.

— ¿A dónde vas?—. Pregunta la chica claramente molesta.

— Al baño—. Responde Jimin.

— ¿Otra vez?—. Pregunta la chica con molestia.

— Estoy embarazado, voy muchas veces al baño—. La mujer hace una mala cara, y Jimin sólo trata de contener su rabia, impotencia y miedo.

— Apúrate—. Le dice con prepotencia mientras vuelve a poner su atención en su celular.

Con pasos rápidos Jimin se dirige al lugar de los baños, pero claramente no entra en ninguno, no, el chico sale de aquella cabina, alejándose lo más que puede.

— Lo siento—. Susurra Jimin mientras al caminar toma un gran abrigo negro que reposa cómodamente en el respaldo de un asiento.

Alejándose de allí y saliendo de cada cabina Jimin siente como se es informado que han llegado a la estación, tomando asiento en un lugar desocupado, el finge dormir, pues él pudo notar como a los lejos Irene se acerca con preocupación en su rostro. El pequeño espera a que el resonar de los tacones se aleje lo suficiente y luego vuelve a levantarse, el chico decide no avanzar, si no tomar el camino por el que venía. Cuando una de las salidas está completamente abierta, él sale, trata de ubicar a la chica, encontrándola, ella esta con un hombre alto y de tez muy blanca, discutiendo; sin llamar la atención él camina lejos de ellos, sintiéndose nervioso y bastante preocupado por no lograr salir de ese lugar.

Cuando las escaleras que llevaban a la superficie de la ciudad aparecen, Jimin simplemente las sube con cuidado, todo parece estar correctamente bien, hasta que aquella mano se coloca sobre su hombro.

No tan niño (YOONMIN) Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora