CAPITULO#5

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Andi mostrándome la que ahora iba a ser mi habitación, una vez a solas, arrojé mi mochila en la cama, eche un vistazo aquel símbolo que estaba en la pared. El ave fénix por alguna razón siempre estaba presente en mis sueños.

Colocando todas mis cosas en mi nueva habitación, sentí ganas de ir a nadar.

Había caído el atardecer, por regla todos los novatos estarían en el gran comedor o en sus habitaciones después de los entrenamientos con los diferentes guardianes y Castmers.

Pero desde que era pequeña las reglas nunca fueron mis aliadas.

Deambulaba por las instalaciones con mis converse negros, en short licra gris y una blusa negra que dejaba un poco descubierto mi abdomen. Si me hubiera visto uno de los instructores daría un grito al cielo al ver como estaba vestida.

Después de dar vueltas por las instalaciones, al fin llegue a la alberca que tenía el Génesis.

Al ingresar me encontré con un mirador, asomándome note que el pabellón tenía un techo de cristal con un gran diseño y acabado. Se podía ver las estrellas mientras nadabas. Distinguiendo las escaleras descendí hacia la alberca.

Sonreí con satisfacción al ver que tenían una alberca olímpica de unos 50 m de largo, 25 m de ancho con una profundidad de 2 m, la cual era de mucha ayuda para mis prácticas de natación y de buceo. Contuve la emoción mientras echaba una caminata a la redonda.

Sin poder contenerme, me quite rápidamente los converse y la blusa, me lance al agua solamente con el short licra y el brasier strapless negro que llevaba puesto.

Bucee hasta que toque el fondo de la alberca, se sentía de maravilla, podía ver desde adentro el techo que me revelaba las estrellas; sentándome en el suelo de la alberca cerré mis ojos despejando mi mente de todo. Realmente había momentos en que dudaba de mi propia existencia.

Quería saber cuál era mi propósito en este mundo.

-¡Hope! ¡Hope!

Emergiendo al escuchar que alguien me llamaba con mucha insistencia, me sorprendí al ver que era Andi la que me llamaba. Andi al verme me sonrió mientras me mostraba una toalla y termo con unas tazas.

Devolviéndole la sonrisa, salí de la alberca.

-Hola, ¿Cómo supiste que me encontraría aquí? –pregunte asombrada mientras tomaba la toalla que me ofrecía

-Pues... se muchas cosas sobre ti, así que deduje que estarías aquí. –expreso Andi algo cohibida. -Toma, aquí te traje un poco de mi té para que te resguardes del frio.

Ver a Andi, me recordaba mucho a mi cuando era una niña. Sin duda ella era la mejor persona que había conocido hasta ahora en el Génesis.

-Gracias. –le dije mientras tomaba un poco de su té caliente.

-¿Y qué tal te ha aparecido el Génesis? –pregunto Andi mientras nos sentábamos al borde de la alberca

Contemplando las estrellas, suspire.

-Nada mal, se ve que es muy acogedora aunque al parecer hay algunos que no le ha agradado la idea de que haya venido aquí.

Andi acordándose de mi pequeño enfrentamiento con el pelirrojo cuando llegue al Génesis, casi se atraganta con el té.

-No... creo... -Andi tosiendo. –A todos nos ha agradado que hayas venido, Sam... a veces es así pero con el tiempo te aceptara.

Arqueando una ceja un tanto incrédula decidí contener una risa sarcástica.

GUARDIANS OF DESTINYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora