GUARDIANS OF DESTINY

CAPITULO #7

Huir de todo era la mejor manera de poder evitar algo mucho peor.

Su declaración como su propuesta no era mala. Pero no estaba interesada en lo más mínimo, pero si tenía un poco de culpa en mi interior por haberlo rechazado de forma indirecta.

Tenía miedo de equivocarme.

Era inexperta en eso del "amor", que no sabría si saldría bien o saldría lastimada.

De alguna forma, a mí se me tenía prohibido amar. Por ende siempre tuve un corazón frio como el hielo y los únicos que podían entrar en él, era Spencer y Jared como mis padres adoptivos nadie más.

Por eso era solitaria y no tenía amigos... no dejaba que nadie se me acercara.

Ahora que tenía amigas y amigos y al mismo tiempo, estaba compartiendo con otras personas que no eran como Spencer, Jared o mis padres adoptivos, me daba terror. ¿Y si los lastimaba? ¿O veían que no soy lo que ellos esperan? Muchas cosas como esas divagaban por mi mente.

Podía mostrarme fuerte, serena y sonriente frente a los demás pero en el interior no me sentía así.

Además Dylan era el tipo de chico que siempre odie cuando estaba en la preparatoria e inclusive en la universidad. Pero todo estaba cambiando, realmente no sé si para bien o para mal.

Había una gran diferencia de edades entre nosotros. Él tiene veintidós y en cambio recién acabo de cumplir los dieciocho hace casi dos meses. Era más que seguro que cuando él tenía cinco yo ni siquiera había nacido, quizás cuando nací él ya estaba formándose para ser un Guardian. Para cuando yo me estaba formando para ser guardiana él ya quizás era un guardián y más que seguro que ya habría tenido sus cuantas novias, ya habría besado. Era mucha diferencia entre nosotros... mucha.

Cerré mis ojos, necesitaba descansar despejar mi mente por un momento y tomar las riendas de mi vida de la mejor manera.

Chocando mi espada contra la suya el sonido resonó en aquella cueva.

Salpicando la sangre en el suelo, ambos estábamos cansados teníamos múltiples heridas en nuestros cuerpos pero eso no nos importaba. El apretando la empuñadura de su espada se acercó a mí, decidido a terminar lo que había comenzado.

Tire mi espada a un lado, incline la cabeza sacando del camino mi cabello dejando al descubierto mi nuca.

-¡Vamos! ¡Qué esperas! ¡Ya mátame! –le grite con fuerza, incitándolo a que terminara de una vez.

El furioso tiro la espada al suelo.

-Hope –musito él, rechinando los dientes.

-¡No ibas a matarme! ¡Hazlo! ¡Te estoy esperando! –le reclame.

Furioso acercándose a mí, me tomo de los cabellos para besarme con fuerza.

-Porque... porque... A pesar de estar en la oscuridad no puedo matarte. –me dijo entre besos.

Besándolo con la misma intensidad lo mire fijamente a los ojos.

-Porque a pesar de la oscuridad me sigues amando, por eso no puedes matarme. –masculle con seriedad. –Y por más que lo niegues sabes que tengo la razón.

El alejándome destello una gran luz.

Abrí los ojos, mi respiración estaba algo agitada, me quede observando el techo azul de mi habitación tratando de comprender qué tipo de sueño fue ese. Entrando en el Gran comedor cansada y soñolienta, me senté frente a Roxy y Tori, bostezando.