GUARDIANS OF DESTINY

CAPITULO #29

Era medianoche el dolor de mis heridas era intenso. Los analgésicos no me ayudaban mucho. Mirándome en el espejo trataba de cambiar el vendaje de la herida de mi abdomen.

-Te ayudo con eso. -indico Tory entrando a mi habitación. -Sabes, cuando era pequeña soñaba con ser una guardiana e ir a salvar al mundo de las dimensiones, como los superhéroes de los terrestres. Pero ahora con todo lo que está pasando, puedo ver que ser héroe no es nada fácil.

Guarde silencio, las palabras de Tory tenían un gran peso. Estaba tratando de ser un héroe como ella dijo, pero si fallaba. Si moría en el intento. Todas las esperanzas de todos sobre mí, se volverían en vano.

- ¿Cómo es que tú y Dante... son "aliados"?

Tory sentándose en la cama, suspiro.

-Recuerdas el ataque al Genesis. Aunque no estuviste ahí, fue horrible. Digamos que le hice el favor de mostrarle la verdad, y desde ese día él decidió ser mi aliado. -explico. -Aunque con sus conveniencias, pero te puedo decir que no es mala persona. Él es la evidencia que a pesar de que estés en la oscuridad, si aun hay algo de bondad en ti, puedes vencerla.

-Vaya, ha sido una caja de sorpresas.

Eso me hizo recordar aquella vez en Fernovia, cuando Sam hizo que venciera la oscuridad. Y como él a pesar de estar maldito por culpa de sus padres, ha demostrado que la oscuridad no es rival para nadie, como Tory dijo "Si hay lago de bondad, puedes vencerla".

-Veo que hay algo que te preocupa. -pregunto Tory preocupada

-No te lo voy a negar, pero una parte de mi se niega aceptar algo que vi. Y para ello necesito confirmarlo con mis propios ojos. -dije con tristeza. -Así que mientras no suceda, no voy aceptarlo.

Tory tomando mi mano, apoyo su cabeza en mi hombro.

-Hope se que no me has pedido un consejo. Pero en situaciones como esta, todo... absolutamente todo es posible, tanto que el hecho de que no lo quieras aceptar. Es una negación de tu propia realidad. -profetizo -No importar cuantas veces lo niegues tarde o temprano la realidad te alcanzara. Y cuando llegue ese momento tendrás que elegir, si sigues adelante o retrocederás.

Cubriendo a Tory con una manta, deje que descansara en mi habitación.

Contemplando las estrellas no puede evitar sentir que las palabras de Tory tenían mucha verdad, no quería aceptar el hecho de que el tipo misterioso que nos embosco a Dante y a mí en el planeta de los terrestres, podría ser Sam. No quería aceptarlo.

Ingresando al pabellón, quería contemplar el estanque sagrado por última vez, en caso de que no regresara con vida.

Resoplando el viento en mi rostro, todos se preparaban para el fatídico final.

-Hola Hope.

Abrí los ojos al escuchar su voz. Era él. Efectivamente era Sam, pero puede percibir que algo había cambiado, y ese algo no era nada bueno.

- ¿Sam? -dije volteándome a verlo

Sam se encontraba parado frente a mí, a unos pocos centímetros del estanque. No dijo nada, solo me observaba, hasta que rompió la distancia entre nosotros. Acariciando mi mejilla, me dio un beso en la frente.

-Espero que estés preparada. -revelo en mi oído.

Me paralice al escuchar sus palabras. Sam alejándose, puede verle a los ojos.

-No voy a tener piedad. Mas bien ningún de los dos debe tener piedad por el otro.

Estaba aterrada mis sospechas comenzaban a ser ciertas, y con ello no quería aceptarlo. No podía perderle.