GUARDIANS OF DESTINY

CAPITULO #2

El agua helada rodeaba mi entorno, no podía respirar sentí la muerte de cerca.

Hasta que escuche una voz.

<<Tenemos que despertar...>>

Abrí los ojos de golpe al escuchar mi móvil sonar, me levante con un poco de mareo. Aun me dolían los magullones de la pelea que tuve con esa muchacha. El dolor en mi frente era aún peor que caerse de la cama dormido.

Ir a recibir clases en ese estado, era de machos.

-¡Oye Brooks! –me grito Sophie desde la puerta.

Haciendo un puchero deduje lo que iba a preguntarme.

-¿Si? –le dije desanimada

-¿Qué te paso? Parece como si hubieras tenido una pelea y tú la hayas perdido.

-Ja, ja muy graciosa. –le respondí con un ligera molestia por su comentario.

Bueno en la realidad no perdí, gane. Pero si recibí una golpiza a cambio de eso.

Sophie White es mi compañera de curso como también es la chica más popular y la más deseada de todo el campus. Lo bueno de ella que no es tan presumida, por eso la tolero un poco de vez en cuando.

Ella no es mi amiga, pero si con la que hablo a veces después de clases.

-Srta. Brooks –me llamo la profesora desde su escritorio.

Alejándome de Sophie, puede sentir unas miradas profundas en mí.

Mire hacia atrás para ver quién del salón me miraba de esa manera, pero no había nadie mirándome. Eso me aterro un poco, tanto que pensé que me estaba volviendo loca.

-Mande, miss Joselyn. –me dirigí con educación.

-Me podrías ayudar, yendo a la biblioteca a retirar unos libros por mí después de mi clase, es que tengo una junta de profesores y esos libros los necesito para mi clase de mañana, ¿me ayudarías?

Realmente podía haberme negado, pero no lo hice. Esa profesora me caía súper bien que accedí ayudarla con el favor que me ha pedido, a pesar de que ya había quedado con Spencer después mis clases en vernos en la cafetería de nuestra infancia, para hablar de lo que paso en la firma de autógrafos y de mi extraño comportamiento de anoche en el hospital.

Iba de camino hacia la biblioteca, hasta que percibí como todo al mí alrededor se detuvo. Dos chicas pasaron junto a mí en ese preciso instante.

La chica que paso a mi derecha, era alta y de tez blanca, largo cabello castaño oscuro y ondulado hasta la mitad de la espalda, tenía unas mechas de color fucsia en las puntas, ojos color marrón oscuro y llevaba puesto una vestimenta salida de esas películas de espías de misión imposible. La otra chica era de mediana estatura, calculando entre los 1.60 o 1.65, de tez blanca, cabellera mediana y lacia, color castaño rubio con una mecha color turquesa, ojos color gris, tenía la misma vestimenta que la otra chica pero de color rojo vino.

Ambas tenían presencias muy intimidantes, pero no deje que me impresionaran porque ya me había topado antes con chicas como ellas en la preparatoria. Todo a mí alrededor parecía haberse detenido, incluyéndome.

La chica que paso a mi lado izquierdo, sin hacer contacto visual me hablo por telepatía.

-Si sigues escondiéndote, tendrás que vértela con nosotras. –me advirtió.

Su advertencia me cayó como un balde de agua fría, tanto que no puede reaccionar al respecto. Unos segundos bastaron para decirme aquella advertencia, que todo volvió a su cauce.