Astuto

1.9K 107 3
                                    

Astuto

Cuando regresaba de la enfermería, de coger unas vendas, Mara se encontró con Olga en la galería, por la cara que tenía estuvo a punto de darse la vuelta, para no hablar con ella, pero ya la había visto y no podía remediarlo.

—Es día de colada —dijo Olga con hastío.

—Lo sé, ya le di mi ropa a Karen —contestó, entrando en su celda.

—¡Ah! ¿Qué tu no vas a venir? —preguntó, siguiéndola hasta el interior.

—Pues no, no creo... tengo otras cosas que hacer, varias personas me han pedido que les de masajes, tras estar trabajando en los campos...

—Creía que todos nos ocupábamos de la colada... a mí no me gusta lavar la ropa de otros.

—Olga, ya sabes cómo funciona, cada uno se lava sus cosas, pero quien esté más libre se ocupa de la común o de lo que otros no pueden, no vas a lavar los calzones o bragas de nadie si es lo que te incomoda... sólo sabanas o alguna camisa.

—¿Y vas a estar ocupada todo el día? —preguntó.

—No lo sé, ahora mismo no puedo ir a lavar, luego tengo también cosas...

—Como reunirte con el gañan ese... —dijo por lo bajo, pero con la intención de que Mara lo escuchase.

La joven la fulminó con la mirada, pero no le contestó, se dispuso a salir de allí para no aguantarla más, pero Olga volvió a la carga.

—Las niñas te echan de menos, me lo han dicho —le soltó—, ya nunca están sólo contigo, piensan que no te importan más que los demás niños, que prefieres estar con el bebé.

Se paró en la puerta, sin poder evitar sentirse afectada por lo que Olga le había dicho, en parte tenía razón, pasaba el tiempo haciendo cosas o estando con los otros adultos, ya no se quedaba a solas con las niñas apenas, y suponía que tras lo que había pasado con Daryl lo haría menos. Aun así no podía quedarse callada.

—Porque intento ayudar. Tengo cosas que hacer —se defendió—. Y deberías mirarte eso, estas sin hacer nada todo el día, puedes estar con ellas siempre, y aun así ellas me echan de menos... qué triste, ¿no crees? —tiró a hacer daño, entrando de nuevo en la celda.

—Puede... pero no me importa, no soy la niñera perfecta como tú —dijo con tono hiriente—, pero puedo decir que las prefiero a un chulo de barrio.

—¿Qué problema tienes con él? —preguntó molesta —¿Qué te ha hecho?

—Ya te lo dije... Además no me gusta y menos cerca de mis hijas...

—Pues le debéis la vida... y no es como te piensas, ni mucho menos.

—Ya te darás cuenta de lo que te digo —contestó, acercándose a la puerta de la celda—. Si Roland estuviera aquí pensaría como yo.

—No metas a Roland en esto...

—No, claro... no quieres que lo nombre porque sabes que es cierto —dijo sin llegar a salir por la puerta—. Él detestaría a ese chico tanto como yo, le partiría la cara si le viera tocarte... debe estar revolvien...

—¡Fuera! —cortó Mara encarándose y sorprendiendo a Olga —Sal ahora mismo de aquí, y no digas una palabra más sobre mi hermano.

Olga obedeció asustada por la reacción de la joven, que tenía la cara roja de ira y una palpitante vena en el cuello. Mara intentó calmarse soltando un fuerte suspiro. La mención de su hermano la había descontrolado. Sabía perfectamente que de primeras, a Roland, Daryl le caería como una patada en los huevos, pero tras conocerle un poco vería lo bueno y valioso de él. Recordó un poco como fue con Robbie, tampoco le aceptaba, pero Robbie si que la llevaba por un mal camino...

Flor Eterna © (The walking dead 3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora