Eje

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Eje

Con las luces del alba entrando por los ventanales de la galería, Mara se levantó al escuchar ruidos en otras celdas. Se vistió con tranquilidad procurando no hacer ruido y salió, encontrándose con Hershel y Daryl, que estaban en el recibidor preparando las últimas cosas para salir.

—Buenos días —saludó con voz baja, Daryl le hizo un gesto con la cabeza como saludo.

—Buenos días, ¿te despertamos? —preguntó Hershel. Mara negó con la cabeza y se sentó a su lado, frotándose la cara adormilada—. Sé que estás preocupada, pero todo va a ir bien, tenemos experiencia en la carretera.

—Ya lo sé, pero tus circunstancias eran diferentes —dijo Mara con un tono un tanto acusador, pero cordial.

—No les voy a poner en peligro, conozco mis limitaciones —se defendió el granjero.

—Pero estarás en peligro —contestó ella—. Quien más me preocupa eres tú —se sinceró notando la mirada de Daryl —, no debes exponerte sin estar seguro de poder hacerlo.

Rick acompañado de Michonne entró desde la galería de celdas.

—¿Lo tenemos todo? —preguntó el oficial mirando a Daryl que asintió echándose al hombro su ballesta —¿Mara? —dijo extrañado de verla despierta—. Nos llevaremos tu camioneta, para poder traer más cosas.

—Sí, está bien —contestó poniéndose en pie.

—Vayámonos ya, tenemos que aprovechar las horas de luz, es un largo viaje —dijo Daryl.

Al salir Mara encontró a Glenn, Maggie y Carol junto a los coches. Cargaron el resto de cosas, que tampoco eran muchas, algunas armas y comida. Y esperaron a que Carl saliera, el cual lo hizo junto con Beth que llevaba a Judith en brazos. Rick tomó a su hija y la acunó, mientras Beth se despedía de su familia, junto con Mara, que al finalizar se acercó a Michonne, viendo a Carol con Daryl, se había prometido respetar su espacio, además su compañera de entrenamiento parecía ser la única que no tenía quien se despidiera de ella.

—Gracias por acompañarlos —dijo al estar a su lado.

—Algo me decía que esta idea de incluirme había salido de ti.

—Nadie más ha recibido tantas palizas tuyas, para saber de lo que eras capaz —bromeó —bueno tal vez Ty...

—Tal vez... —convino con un tono menos frío que el habitual, las mañanas en el gimnasio habían aumentado la confianza entre ambas—. Estaremos de vuelta antes de mañana por la noche.

—Cuento con ello —contestó Mara—, pero ir con cuidado.

Mara se acercó a Daryl y Carol.

—Tened cuidado —dijo Carol a Daryl.

—Ya te lo he dicho mujer... sabemos cuidarnos —contestó colocando la ballesta en la trasera de la moto—. Chip, lo mismo te digo a ti —viendo que la joven se acercaba.

—Os dejo —dijo Carol al ver a Mara a su lado, le palmeó la espalda con una sonrisa antes de alejarse.

—¿Me vas a decir algo nuevo? —preguntó el cazador, acercándose a ella. Mara negó—. Sube, te bajo hasta la otra puerta para que la cierres —propuso.

Bajaron hasta la valla de entrada y Mara bajó de la moto.

—Sólo quería darte un abrazo —dijo tímida, Daryl asintió subido a la moto—. Pero no es una despedida —aseguró con un susurro.

—No, ya lo sabes —contestó, miro al resto del grupo que aún estaban en el patio, no solía mostrarse cariñoso si se sentía observado, pero viéndolos distraídos atrajo a Mara por la cintura dejando que ella lo rodeara con los brazos, apoyando la cabeza durante unos instantes sobre el pecho de ella, antes de volver a mirarla—. Tendré cuidado.

Flor Eterna © (The walking dead 3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora