Arranca

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Arranca

La penumbra inundaba toda la celda cuando Mara abrió los ojos. Aún no acababa de amanecer y parecía que todos dormían. Pese a ello, se incorporó con cuidado de no despertar a Shelly y bajó de la litera. Tenía la ropa preparada sobre el lavabo, la cogió y salió para lavarse.

El agua estaba muy fría y la hacía estremecerse, al contacto con su piel. Pero se obligó a soportarlo y terminar de asearse, al fin y al cabo había deseado demasiadas veces un cubo con agua y una esponja estando allí fuera. Cuando terminó, el sol había salido por completo y los más madrugadores estaban en pie ya. Entre ellos las niñas, que al no verla en la litera se habían asustado.

—Pensábamos que te habías ido ya —dijo Megan por las dos.

—No, vayamos a desayunar, ¿oki? —les propuso y ellas aceptaron.

Cuando llegaron a la cafetería Carol estaba allí. Mara la saludó pero se quedó con las niñas, esforzándose por hacer bromas y mostrar una actitud despreocupada. Cuando terminaron el desayuno, Mara mandó a las niñas cambiarse mientras ella recogía, Carol se acercó a ella.

—¿Cuándo os vais? —preguntó la mujer.

—Pronto, pero aún no he visto a Daryl.

—Estará fuera, preparando la moto... —comentó Carol, una nota en su voz le hizo pensar a Mara que estaba algo molesta.

—Ahh... nos sustituirás tú en la guardia de la noche, ¿no? —la mujer asintió—. Muchas gracias, de verdad.

—No importa, no suelo hacer las noches por cuidar de Judith, pero Beth puede encargarse de eso perfectamente, por un día... —Carol se quedó callada un momento sin alejarse.

—Sé que no comprendéis porqué hago esto... lo sé, es comprensible que penséis así, pero..., ni siquiera puedo explicarlo, pero... siento que si no lo hago no podré seguir adelante...

—No os pongáis en peligro sin necesidad, es lo único...

—Ojalá te pudiera asegurar que no nos pasará nada —al decir aquello la joven se dio cuenta de la verdadera preocupación de Carol—, y te pudiera jurar que Daryl estará bien. No quiero que le pase nada por mi culpa, te lo aseguro —dijo llevándose las manos al pecho—. Pero te mentiría si te dijera que no me alivia que venga conmigo —se sinceró.

—Tened cuidado, es todo lo que te pido.

—No le permitiré que muera por mi culpa...

.

.

Mara se fue de regreso a la galería, las niñas la estaban esperando, se despidió de ellas allí, prefería que no salieran y verlas hacerse más pequeñas cada vez, intentó con todas sus fuerzas controlar sus emociones y no derrumbarse. Lo hacía por ellas también, se repetía, si no cerraba aquella herida no podría intentar ser feliz, no podría volver a ser ella de nuevo. Olga también se abrazó a ella y le pidió que tuviera cuidado, pese a todo habían pasado por mucho juntas, era estúpido fingir que no se importaban. Mara en ocasiones pensaba que eran como dos hermanas o primas que, aunque eran la noche y el día, no podían evitar importarse. Después cogió su equipo y salió en busca de Daryl, al que, efectivamente como Carol había dicho, encontró en el patio con la moto.

—No sabía que era tuya —dijo al aproximarse.

—Era de Merle... ¿Estás ya? —preguntó, terminando de comprobar unas cosas en el motor.

—Me queda pedir un botiquín, provisiones y...

—Eso está todo, Rick me lo dio por la noche.

—Entonces...

Flor Eterna © (The walking dead 3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora