Roland

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Roland*

Daryl abrió los ojos con las primeras luces del alba entrando por la ventana, se había quedado dormido junto al sofá de Mara. Se sacudió la cabeza para despejarse y estiró la espalda al ponerse de pie, estaba un tanto entumecido a causa del frío y la mala postura, pero había tenido noches peores.

—¡Hey! Chip... despiértate —susurró sacudiéndola levemente.

Ella se sobresaltó un poco, antes de centrar la vista en el cazador, tras lo cual se sintió más tranquila.

—Deja de llamarme así... es inquietante —dijo incorporándose.

Al recoger las cosas, Mara se dio cuenta que tenía dos mantas, la suya y la de Daryl, por lo que se sintió confusa unos instantes, luego si hubiera tenido que decir como se sentía hubiera determinado que agradecida. Aunque sabía que había algo más, en ese momento no quería pensar en ello, se encontraba nerviosa y agitada, "El Día" había llegado, hoy sabría que había pasado con su hermano, le encontrase o no.

—Come —dijo Daryl, tendiéndola un sobre de cecina.

—Nah... no tengo hambre —dijo alejándose de él, con las mantas bajo el brazo.

—¿Es que quieres volver a desmayarte? —preguntó sin moverse del sitio —Eso no mejoraría el día.

Mara soltó un bufido antes de girarse, los nervios la ponían de mal humor, pero se acercó a coger el sobre de comida. Daryl salió tras ella con paso más tranquilo.

—¿Dónde esta el sitio? —preguntó tras ver que la joven tragaba un trozo de cecina de mala gana.

—Cerca de la carretera donde da el camino —explicó, señalando hacia la izquierda —nosotros acampamos cerca de aquí, mi hermano se alejó rumbo a una conservera que estaba en la carretera.

Daryl comprobó el mapa intentando ubicar el lugar, según la explicación de la joven, de cuyo sentido de la orientación no se fiaba en absoluto. Como intuía, comprobó que la zona que describía Mara, estaba en sentido contrario. Pero prefirió no decir nada viendo el estado en el que se encontraba.

—¿Nos vamos ya? —preguntó la joven, impaciente.

Daryl iba a asentir, cuando no pudo evitar estornudar.

—¡Joder! —dijo antes de volver a estornudar.

—Espera... —dijo, sacando un pañuelo de su mochila y se lo ofreció —No tenías que haberme cedido tu manta... ese poncho horrible no abriga tanto.

—Da igual —dijo usando el pañuelo.

No tardaron mucho en llegar hasta un edificio marrón con grandes ventanales, con un gran cartel que rezaba "Preserves Calver: Spiced&Canned"**. Mara no pudo evitar saltar de la moto, aún en marcha y caminar con paso agitado hasta el edificio. Ese edificio era lo único de lo que era consciente en ese momento, no podía reparar en nada más. Daryl fue a su encuentro, pero no pudo frenarla, por lo que se puso frente a ella y la sujetó de los hombros, para hacerla parar y que le prestara atención.

—...tienes que usar la cabeza... —decía él cuando comenzó a escucharle de nuevo.

—Pero él...él tiene...

—Shhhh... calma, ¿de acuerdo? —pidió, intentando no resultar brusco—. Hemos llegado hasta aquí, no la jodamos ahora.

Ella asintió y respiró hondo, mirando de nuevo el edificio, mientras Daryl cargaba la ballesta para estar preparado. Juntos se aproximaron hasta la puerta de la conservera y la abrieron sin esfuerzo, eso no era bueno, pues si a Roland le habían matado dentro y se había convertido en caminante, podría haber salido del recinto fácilmente.

Flor Eterna © (The walking dead 3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora