Charla

1.3K 75 3
                                    

Charla

Se intentaba limpiar las lágrimas de la cara mientras salía del laberinto de pasillos que formaban las tumbas, cuando se chocó con Patrick de frente sin poder evitarlo.

—¡Señorita! ¿Está bien? —preguntó Patrick, la joven apenas negó con la cabeza, sin poder contener sus lágrimas —Venga —le pidió cogiéndola suavemente por el brazo y guiándola hasta su celda—. Le traeré agua —propuso sin dar tiempo a objeciones, saliendo rápidamente.

El muchacho salió del la galería en busca del agua y observó como de entre los pasillos Daryl salía con evidente mal humor, ignorando al joven. Al regresar le ofreció el vaso con agua a Mara, que aceptó agradecida y bebió un par de sorbos.

—Gracias —dijo ella.

—¿Qué le ha pasado? —preguntó más intranquilo que curioso —¿No le habrá pasado algo entre los pasillos?

—No, no —le tranquilizó—, estoy bien, es sólo... solo necesitaba llorar.

—Oh... está bien, quiero decir que es normal —reconoció él—, pero parecía tan angustiada, que pensé que le pasaba algo malo, como he visto salir al Sr. Dixon... pensé... nada, déjelo.

Mara reaccionó nerviosa ante esa confesión, debía aclarar las conjeturas del joven, pues cabía la posibilidad que imaginara cosas que no eran, cosas graves, que pondrían a Daryl en una situación complicada y completamente equivocada.

—No, Daryl no ha hecho nada, Patrick —explicó—. Nos encontramos allí y hablamos, pero él no hizo nada malo, al contrario, fui yo la que me porté mal —reconoció.

—¿Seguro? -preguntó dudoso —Si pasase algo debería decirlo, a veces las mujeres piensan que son las malas, cuando no lo son señorita.

—No es esa situación, Daryl se ha portado bien, pero yo estoy confundida... no sé bien que hacer —se sinceró—. Me...me estoy portando mal con él.

—¿Pero le quiere? —preguntó el joven.

—Sí, le quiero mucho.

—Pues entonces no está confundida... —dijo él —no sé mucho de amor, no sé nada realmente —reconoció, provocando una leve sonrisa en Mara—. Pero creo que eso es lo importante, quererse. Este mundo nuevo ha hecho las cosas más fáciles, en ese sentido.

—¿Eso piensas? —preguntó, poco convencida con esa afirmación.

—Sí, antes importaban otras muchas cosas, el dinero o el trabajo, pero ahora ya no. Si quiere a una persona sólo debe estar con ella el tiempo que pueda.

Aquella explicación tenía mucho sentido. Mara pensó que en parte era cierto, la vida se había simplificado muchísimo, pero aun así, ella no sólo podía mirar por su propia felicidad. Si Olga estuviera bien, si fuese una mujer sensata o mínimamente fuerte, podría permitirse ese lujo, el velar sólo por sí misma y sus deseos, pero no era así. En esos momentos ella se sentía responsable de Shelly, más que nunca la pequeña debía ser lo más importante en su vida, por ende debía alejarse de Daryl.

—No es tan sencillo, pero gracias —dijo entregándole el vaso de agua—. No pienses mal de Daryl, ¿de acuerdo?

—Está bien, señorita.

—Y otra cosa, ¿podrías dejar de llamarme de usted? —pidió —Creo que hablas con mi abuela.

—Lo siento... es mi costumbre.

—No hace falta ser tan educado, hay confianza.

—Sí, bueno... en mi internado a los adultos les llamábamos así siempre y esto me lo recuerda... me hace pensar... no sé... que estoy allí.

Flor Eterna © (The walking dead 3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora