Preguntas

1.8K 86 5
                                    

Preguntas

En la noche, pese a que había dormida hasta tarde, todos se marcharon a descansar a sus celdas, dejando al doctor encerrado en una de ellas mientras descansaba. Había estado sumido en un profundo sueño tras realizar la operación y todos pensaron que sería más conveniente dejarle descansar.

En la celda del piso superior Daryl estaba tumbado con Mara recostada sobre su pecho, la respiración suave y tranquila delataba que se había sumido en un tranquilo sueño, pero él permanecía despierto aún.

—Luego te quejaras que te llame marmota —susurró cambiando despacio de postura para acomodarse mejor.

Se quedó mirándola dormir durante un rato, jugueteando con un oscuro mechón de pelo entre sus dedos, aún no entendía del todo cómo había acabado aquella chica en su cama, cómo era que ya formaba parte de su vida, de manera tan profunda que en casi todos sus miedos, aparecía su nombre. Mientras miraba sus pequeños rasgos en la penumbra observó que ella se agitaba en sueños y comenzaba a murmurar con cierto nerviosismo, le acarició la melena, intentado calmarla, pero no funcionó, tras unos segundo Mara abrió los ojos sobresaltada.

—Eh...hey... no pasa nada —dijo viendo su mirada de desconcierto.

—Uff... estás aquí —dijo ella, en cuanto comprendió la situación

—Sí, era sólo un sueño, tranquila —la calmó, estrechándola entre sus brazos.

—¿Te he despertado? —preguntó aun agitada —Lo siento.

—No, estaba despierto —aseguró él, girándose para abrazarla—. Intenta dormir marmota.

—Vale... —dijo, acurrucándose entre sus brazos y relajándose —Pero odio lo de marmota.

—Te acostumbraste a Chip, lo harás también con este.

—Eso era porque me gusta que sólo tú me llames de así.

—¿Y eso, por qué? —preguntó, apoyando su barbilla sobre la cabeza de ella.

—Las personas especiales siempre me han llamado de diferente manera que el resto —explicó—. Am, Marita... y ahora Chip.

—mmm... —escucharla decir eso hizo que la abrazase con más fuerza.

—Cuando te levantes, despiértame —pidió —no quiero despertarme sola.

—Estaré aquí cuando despiertes —contestó.

La noche fue tranquila y Mara no volvió a despertar sobresaltada, cuando abrió los ojos por la mañana Daryl estaba junto a ella, dormido con un brazo sobre su cintura, al notar el movimiento la sujetó con fuerza.

—Es de día —le susurró al oído—. No seas marmota y levántate —bromeó ella incorporándose.

Antes de que pudiera ponerse en pie, Daryl la atrajo hacia él, soltando un somnoliento gruñido, volviéndola a tumbar sobre el colchón.

—Escucha —dijo, señalando fuera de la celda—. No se ha levantado nadie aún, espera un poco, para un día que madrugas no andes jodiendo.

—¿Esa es tu manera de decirme, quédate en la cama conmigo?

—Aha... —afirmó poniéndose encima de ella y besándola en el cuello con ansia.

—¿En serio? ¿Por la mañana? —preguntó ella sorprendida, por su fogosa reacción —¿Cómo puedes tener ganas recién despierto?

—Siempre tengo ganas, más si estas en ropa interior —confesó.

—Entonces no me digas que no ande jodiendo —contestó ella con una sonrisa picara.

Flor Eterna © (The walking dead 3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora