Flor Eterna © (The walking dead 3.5)

Celosa

Celosa

Mara bajó del vehículo rápidamente, antes incluso que el motor se apagase. Y fue sin dilación a descargar las cosas que habían traído, ignorando premeditadamente a Five que la miró un poco molesto, pero no dijo ni hizo nada.

Dejó una caja llena de ropa sobre una de las mesas de la cocina exterior.

—Carol, aquí esto no te molesta ¿verdad? —preguntó a su compañera la cual negó con la cabeza.

—¿Qué es? —preguntó levantando levemente el cuello para mirar el interior de la caja.

—Ropa de... adulto —contestó Mara moviendo un poco las prendas para comprobarlo —, pero hay más con tallas para niño, hemos cogido un poco de todo lo que había en diferentes tallas, y que cada uno coja lo que necesite —explicó la joven reparando en una camisa vaquera, semejante a la que tenía Daryl, una de las pocas de manga larga, pero nueva —. A ver... no está mal —dijo sacándola de la caja y comprobando la anchura —. ¿Crees que le puede servir a Daryl? Me gusta para él.

—Es posible —contestó Carol pero con dudas —, cógela, él no va mirar nada de esto —aseguró, a lo cual Mara asintió dándole la razón.

Olga se aproximó desde el parterre quitándose los guantes de jardinería, con un poco de dificultad, para ver que habían traído.

—Olga ¿qué talla piensas que tenga Daryl de camisa? —le preguntó, con una naturalidad que sorprendió a Olga, ya que la joven solía evitar hablarle de Daryl.

—Una cincuenta y dos —contestó sin dudar, pero luego se paró un segundo —, bueno puede que tal vez una cincuenta y cuatro dependiendo del patrón... —se acercó a comprobar la camisa —Está le estará bien, seguro... trabajé en moda antes de tener a las niñas —explicó a Carol que la miraba sorprendida, pues nunca la había visto tan desenvuelta en nada —, y siempre me ha encantado. Es algo de lo que entiendo bastante.

—La caja que trae Scott tiene ropa de niños —informó Mara a Olga —, dudo que algo te guste para Shelly, pero es ropa de montaña y muy resistente.

Mientras la mujer se acercaba a comprobar la otra caja, Mara buscó con la vista a Daryl, está a punto de preguntar dónde se encontraba cuando le vio que se acercaba hasta la cocina, con varios conejos despellejados en la mano.

—¿Te gusta? —preguntó Mara mostrando la camisa al cazador.

—Sí, está bien —encogiéndose de hombros —, es una camisa... —dirigiéndose a Carol la entregó las presas —. Limpias, ya las puedes cocinar.

—Gracias, algo de arroz y tenemos la comida lista —afirmó la mujer, alejándose hasta los fuegos de cocinar.

—¿Ha ido bien la caza? —preguntó Mara y Daryl negó con la cabeza mientras se limpiaba las manos ensangrentadas con un trapo.

—Tendremos suerte si olemos algo de conejo en la comida...

—Bueno... la caza con todo lo que trajiste es un suplemento, estamos bien de comida —le reconfortó

—¿Qué Daryl?, ¿has visto las botas que se ha cogido? —preguntó con tono jovial Five acercándose a ellos. El cazador observó las botas sin mucho interés —. Te tengo que reconocer que eres un genio, cuando tu chica se va de compras te vas a hacer otras cosas, tonto no eres...

Daryl miró divertido a Five por su comentario, pero cambió de tema enseguida.

—¿Qué más habéis traído? —preguntó volviendo la vista al coche.

—Ropa, unas cañas y aparejos de pesca... ¡Ah! Y Zack te ha traído recambios para que arregles la moto, cuando estuviste fuera me dijo que sabía de mecánica y le gustaba —enumeró la joven.