Chloe
Me molestaba que todos actuarán como si nada hubiera pasado, después del funeral de Álex su mamá y su hermana se mudaron y su padrastro luego de una investigación quedo preso. Pero aún así nadie hablaba de nada, nadie se acordaba de él, había pasado más de un mes, y yo aún en las noches oía el sonido del disparo que me despertaba en medio de la noche y me hacía temblar de miedo, de impotencia por no haber podido leer entre líneas, por no haber podido ayudarlo. Era mi culpa, tuve todo ese tiempo las pistas enfrente mío y jamás ví más allá de mis ojos.
- ¿Entonces vamos a ir a la fiesta o no? – me preguntó Cooper a mi lado sacándome de mi aisló mental
- No estoy de humor para fiesta – respondí secamente
Estábamos en la cafetería del colegio era viernes, y hoy una de las porristas ofrecía una fiesta.
- De humor o no vas a ir – me dijo Jess – necesitas distraerte – la mire mal – necesitas
- Sexo – dijo Colton a mi lado, lo mire levantando una ceja
- No soy como vos, no todo lo arreglo con sexo – dije
- Ahora – me dijo el muggle, maldito – porque no tenes pareja
- Encerio amiga me preocupas – dijo en tono divertido Cooper - ¿hace cuanto no tenes sexo?
- Claro ahora porque vos estás con Josh y tenes sexo, y ustedes dos – dije señalando al muggle y a Jess – también resulta que si yo estoy de mal humor es por falta de sexo y de vos – señale a Colton – no digo nada porque tenés sexo con una distinta cada día. Por favor no me jodan no quiero ir a la fiesta, vayan ustedes – dije y me pare enojada.
Salí del la cafetería hacia mi casillero a buscar mis cuadernos cuando pase por la puerta de la consejera escolar, necesitaba hablar con alguien asique me arme de valor y llamé a la puerta.
- Voy – dijo una voz varonil, espere que abrieran.
Cuando la puerta se abrió me dejó ver a un joven de unos 25 años, ojitos claros, tez trigueña, y barba, pelo oscuro y de rulos, me miró sorprendido.
- Hola – dijo moviendose a un lado para que pase
- Hola – dije y me senté frente a su escritorio.
- Soy Thomas ¿vos sos?
- Chloe – dije apresuradamente – Chloe Franco
- Bien Chloe, es la primera vez que te veo ¿Por qué ingreso tu nombre en el sistema y no apareces – dijo tecleando algo en su ordenador
- Si es la primera vez que vengo – sonreí de manera apretada
- ¿en qué puedo ayudarte? – se cruzó de brazos y bebió café – ¿querés?
- No gracias no me gusta el café – dije haciendo una mueca de ascó
- A mí tampoco me gustaba, pero en la universidad me hice adicto a el, y ahora no paso el día sin dos o tres tazas de estas – río y se veía más joven
- La verdad, no sé cómo funciona esto o como me podés ayudar, pero siento la imperiosa necesidad de hablar con alguien – dije cortando con el juego, no me interesaba la vida de Thomas
- Entiendo – dijo poniéndose erecto - ¿De que querés hablar?
- De Álex – solté – de Álex Rosh el chico que se quitó la vida al final del pasillo y del que nadie habla, el que parece que todos olvidaron – mis manos temblaban, el asintió abrió la boca para hablar pero yo seguí – soy consiente de que no era el alumno favorito porque nunca entendió la organización del alumnado, se lo trate de explicar, de hacerlo entender que con esa actitud nadie se le iba a acercar. Intenté, intenté ser su amiga creo pero su actitud no me lo permitió – lloraba – es mi culpa tuve todas las señales y no las vi, no la vi, MIERDA, JODER, NO LAS VI, ES MI CULPA –
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Frágiles
Teen FictionLa vida puede ser tan frágil como una copa de cristal al estrellarse contra el piso...